El barroco en México
Barroco es una palabra portuguesa que sirve para designar las perlas de forma irregular, por extensión se aplica el calificativo de barroco a lo que en arte aparece recargado de adornos, torciendo las líneas generales, los arcos quebrados y las columnas salomónicas con motivos vegetales alrededor de ellas y en forma ascendente. Profusión de adornos florales, conchas, cabezas de querubines y volutas. El barroco es una degeneración del estilo clásico, una complicación de estilo, presenta tres modalidades. El barroco sobrio, el barroco rico y por último el barroco exuberante. El primer estilo barroco que se desarrolló en América, puede decirse que es una reproducción del barroco español, es un barroco sobrio, mesurado; éste barroco conserva los órdenes arquitectónicos, pero tiene un sentido de libertad como lo demuestran las columnas alteradas en sus proporciones. Rompe los establecimientos, multiplica las formas de frontones, puertas, ventanas y nichos. De éste tipo de barroco podemos citar en la ciudad de México, la iglesia de San Lázaro y la de Jesús María. El estilo barroco aparece en los templos en una forma bien definida, esto lo podemos ver en las partes ornamentadas especialmente la portada de ingreso al templo. Esta está construida por un arco de medio punto flanqueado por pilastras o columnas dobles o sencillas, arriba una hornacina o una ventana, otras veces relieves. El barroco rico, y paralelamente al barroco sobrio del que hemos citado, y en los siglos XVII y XVIII se va formando un tipo de iglesia barroca que adorna sus portadas con mayor profusión. Ejemplo de este barroco lo encontramos en la iglesia de San Bernardo, el templo de San Agustín y la iglesia de Santa Teresa la antigua. Barroco exuberante, este tipo de barroco es de una riqueza de ornato sin límites que ofusca a los anteriores. Todavía sigue respetando la estructura pero este barroco llena todos los espacios que aquéllos los dejan sin cubrir, para este fin emplean los relieves de argamasa o de yeso ya sea en color blanco o color crema con filetes de oro, o fragmentos policromados, en un derroche de imaginación y fantasía asombrosa. Como máximo exponente del barroco Mudéjar, se considera la ciudad de Puebla, con sus maravillosos templos de San Ildefonso, San Cristóbal y la capilla del Rosario, anexa al templo de Santo Domingo. La iglesia de Santa María Tonazintla, situada a un kilómetro de San Francisco Acatepec, es de una belleza increíble; su exterior no tiene tanta importancia como el interior, que es realmente una maravilla digna de admiración.





