Felices fuera y dentro de la cancha
Carlos Moyá, además de ser superatractivo, se toma con filosofía y humor cada enfrentamiento. En los torneos es popular la frase con la que se despide de sus contrincantes: "¡Hasta luego, Lucas!" Hijo de hoteleros de Palma de Mallorca (Andreu Moyá y Pilar Llompart), donde él nació, es, desde luego, un soltero cibernético. Adonde va, lleva consigo su consola portátil, para entretenerse con algún videojuego entre partido y partido.. También es aficionado al cine y a la música. Sus grupos favoritos son U2, Bon Jovi y Café Quijano. Es muy dormilón y, por ser el menor de sus hermanos (Andrés y Begoña), muy consentido. Su éxito entre las mujeres es fulminante. Pero él se lo toma con calma y cuando tiene novia, es un hombre fiel. Por ejemplo, en el Abierto de Acapulco de 2004 conoció a una colega, la italiana Flavia Pennetta, una de las consentidas de la afición en ese torneo y número 29 de la clasificación mundial de la Asociación Femenil de Tenis (WTA), y se hicieron novios. La relación perdura y este año ambos disfrutarán de nuevo del estimulante ambiente acapulqueño. Otras de sus novias fueron: en 2000, Patricia Conde, la presentadora del programa El informal, de la cadena española Tele 5, y antes que ella, Raluca Sandu, hija del presidente de la Federación de Tenis de Rumania. Moyá explica de este modo el que su relación con Flavia haya perdurado: "Ambos comprendemos las presiones y tensiones que conlleva ser un jugador profesional, algo que a una persona ajena al tenis le costaría bastante aceptar". Carlos juega tenis desde los seis años, y a los 17 entró al Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat (Barcelona), donde empezó su formación profesional. En 1999 fue el número uno del mundo. Es un gran aficionado al futbol y seguidor de los equipos Real Madrid y Barcelona. GASTÓN GAUDIO: LUCHA CONTRA LA DEPRESIÓN A sus 29 años, guapo y elegante, Gastón es el tenista número uno de su país y, desde mediados del 2005, el quinto en el mundo. También es una de las personas más ricas de Argentina y favorito de la afición, tanto que, por ejemplo, Diego Armando Maradona trata de no perderse uno solo de sus partidos. Vive en uno de los barrios más exclusivos de Buenos Aires y, para rematar, tiene como compañera sentimental ("con planes de boda a largo plazo") a una actriz también argentina y guapísima: Marcela Kloosterboer. Aun así, tiende a la depresión: "Soy un tipo muy negativo, demasiado autoexigente, hipersensible. Y todas esas cosas hicieron que el tenis haya sido para mí siempre dolor y sufrimiento", dijo hace no mucho. En busca de apoyo, decidió tomar una terapia con el sicólogo Pablo Pécora. Según se comentó, la idea primordial de las sesiones es que el jugador esté bien fuera de la cancha, para rendir adentro. Cuando está en Buenos Aires, acude todos los días con Pécora; cuando participa en algún campeonato mantiene contacto con él por mail o por teléfono. Según se dice, los resultados son satisfactorios: ha comenzado a disfrutar sus encuentros de tenis y ha aprendido a sonreír en los momentos difíciles. El menor de tres hermanos, a los 18 años Gastón ya era el número dos junior en Argentina. A instancias de su hermano mayor, Diego, dejó el equipo de rugby del Barker College de Lomas de Zamora y comenzó a probar con el tenis. En sus inicios, Marisa, su madre, lo acompañaba a cada lugar en el que le tocaba jugar, porque su papá no aguantaba verlo desde la tribuna. A pesar de sus frecuentes depresiones, el astro argentino es un chico divertido: en su celular hay un mensaje en la contestadora que dice: "Este es el teléfono de Genaro Gattuso", el nombre del mediocampista del Milan que Gaudio adoptó como su apodo íntimo. El de "Gato", con el que lo conoce la gente, le desagrada. Le gusta la música electrónica y el funk; su artista preferido es el cantante británico de música techno Jamiroquai; chatea por internet y no le preocupa lo que piense la gente cuando habla de sus miedos e inseguridades. "Me gustaría casarme, pero no me desespera. ", responde Marcela Kloosterboer cuando se le pregunta cuándo es la boda. "No es fácil lidiar con tantos viajes que hace Gastón, pero trato de comprenderlo y acompañarlo siempre y cuando el trabajo me lo permita", dijo. La pareja está muy enamorada y se sospecha que no faltará mucho tiempo para que formalicen su relación. FERNANDO GONZÁLEZ: UN BUEN CHICO Estrella del tenis de Chile, debido a su potente golpe de derecha y a su veloz saque, a Fernando le han puesto varios apodos. El que más le gusta es "El Bombardero de la Reina" (porque salió del Club de Tenis de la Reina que, por cierto, se ubicaba frente a su casa en Santiago). En el circuito lo conocen como "Speedy González" o simplemente como "Gonzo". Con 27 años, Fernando Francisco González Ciuffardi ha llegado a la cumbre, al menos en Chile, pero ese sueño representó para sus padres sacrificar muchas cosas. Hacia 1996, el padre, Francisco Fernando González, dio un ultimátum al chico: si no concretaba en títulos y premios los casi 10 años que él y su esposa, Patricia, llevaban financiando su carrera en el tenis, ésta tendría que llegar a su fin. Aunque sonara duro, era difícil para la pareja seguir "patrocinando" tantos viajes, atención médica, asesoría técnica y física. Pero en 1997, el muchacho ganó el Abierto de Estados Unidos y a partir de allí, sólo triunfos. Soltero y sin complicaciones, Fer, como lo llaman sus amigos, tiene gustos sencillos. Además del futbol (es fanático del Colo Colo), le encanta pasar sus días libres con sus padres y sus hermanas: Jéssica, la menor, estudiante de veterinaria y modelo, y Patricia, la mayor, de 29 años, una mujer muy hermosa, socióloga y actriz, quien protagonizó en Miami una comentada versión en inglés de la obra Los monólogos de la vagina. La novia de Fernando es la también tenista Gisela Dulko, una hermosa argentina de 21 años. Se conocieron en el momento preciso, en 2004, cuando él pasaba por un periodo de soledad, tras una ruptura amorosa. Gisela ha sido bien aceptado por la familia del tenista chileno, quien dice: "Soy feliz dentro y fuera de la cancha". LUIS HORNA: PRIMERA RAQUETA DE PERÚ Siendo el menor del cuarteto de estrellas del tenis, con apenas 25 años, Horna es, también, el único casado. Muy hogareño, aprovecha todo el tiempo que no pasa en las canchas para estar junto a su esposa y sus dos hijitos. Otras aficiones del número uno de Perú se relacionan también con el deporte: habitualmente juega golf y futbol y es un ferviente seguidor del principal equipo de su ciudad natal, el Alianza de Lima. Asimismo, le encanta el rock. Entre sus grandes amigos se cuenta su colega español Rafael Nadal (segundo en el ránking del tenis mundial). En varios torneos del circuito, se les ha visto comiendo juntos y divirtiéndose jugado partidas en el Play Station. "Rafa es muy simpático y humilde", dijo Horna al diario Perú 21. "Pero en eso de la consola, siempre me gana, es un gran jugador", concluyó.





