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Urbesexuales, la recuperación de la masculinidad

El Universal
Martes 20 de diciembre de 2005

El juego de clasificar al género masculino resulta no sólo divertido, sino muy productivo.

Tal es el caso de Marian Salzman, Ira Matathia y Ann O´Reilly, publicistas y autores del libro The Future of Men (El futuro de los hombres), quienes inventaron el término ubersexual. Esta categoría resulta bastante conveniente para algunas mujeres, pues no a todas les agrada que sus compañeros vivan para su físico, aunque tampoco les gusta verlos desaliñados.

Los ubersexuales se sitúan en el punto medio: cuidan su imagen, pero sin caer en el narcisismo. Según eso, su aspecto está entre el del hombre de ciudad y un vaquero.

La palabra ubersexual viene del término alemán über, que significa "por encima". Pero los autores dejan claro que no alude a una desbordante actividad sexual sino a la recuperación de una cierta masculinidad que, en su opinión, se había perdido en los últimos años.

Este hombre tiene confianza en sí mismo y deja de lado los gustos y actitudes femeninas, para dar énfasis a su lado masculino.

"Desde nuestra perspectiva, estos hombres son los más atractivos, dinámicos y cautivadores", aseguran Marian, Ira y Ann.

"Es apasionado cuando se trata de ser y hacer lo que le resulta natural y lo que lo hace sentir bien, en lugar de lo que otros piensan que debería hacer o ser", subrayan los escritores.

El ubersexual no es consumista: va de compras por necesidad, no por gusto ni placer.

Los más conocidos son Bono, George Clooney y Bill Clinton

Hombres beta

Así como los metrosexuales fueron los hombres alpha, los beta se distinguen porque en ellos tienen el mismo peso el intelecto y el corazón.

Son tipos normales, como los que ve uno en la calle; ni muy jóvenes ni muy maduros; liberales, sensibles, vulnerables.

Son hombres tan conscientes de su valía, que no les molesta ser pareja de una mujer más activa, más poderosa e incluso con más dinero que ellos. Pero la complementan armoniosamente y hasta la dominan.

Como están seguros de su masculinidad, no tienen problemas para abandonar los roles tradicionales y permanecer en un segundo plano mientras su mujer brilla.

Aunque con una carrera profesional, su verdadera pasión es la familia, la búsqueda espiritual y el conocimiento de sí mismo. Les atrae el yoga, la gastronomía oriental y la poesía erótica. Algunos hombres beta: Johnny Depp, Bruce Willis. Tobey Maguire, Orlando Bloom y Jake Gyllenhaal.

Metroemocionales:

La acuñadora del término es la española Rosetta Forner, autora del libro En busca del hombre metroemocional, de reciente aparición en el mercado.

¿Qué lo define? Que en lugar de centrarse en los atributos físicos y el cuidado de éstos -lo que considera frívolo - se hace cargo de sus sentimientos y su espiritualidad.

Al metroemocional le gustan los niños, juega con sus hijos, habla bien de sus padres y si tiene, de su ex mujer; le encantan las mujeres más inteligentes que él, sobre todo si son independientes.

"Es un hombre con capacidad de amar, aprecia que una mujer sea libre y que exprese su opinión, respetándola siempre; le disgustan las chicas superficiales que basan todo su valor en lo físico y no está interesado en buscar un romance como pretexto para conseguir sexo", dice Forner

Pero ser metroemocional no es fácil, la autora explica que dadas sus características, encontrar uno significa hallar un diamante entre un millón de rocas.

Ya en el juego de las clasificaciones de los varones, la española encontró 10 más, que anota en su libro:

Homo escapatus. El que se pasa la vida seduciendo mujeres, sin dejarse atrapar por ellas.

Homo atrapatus. Tiene alrededor de 50 años y al final, cede a las presiones de la mujer.

Homo casatus. En lugar de divorciarse, consigue una amante.

Homo asustatus. Por miedo a una relación, termina por casarse con la chica equivocada.

Homo mariposatus. Es guapo, tiene novias por todas partes, pues las que "pesca" con facilidad.

Se parece al "escapatus" , pero con más glamur.

Homo florerosatus. Es el narcisista obsesionado con su aspecto físico.

Homo sacrificatus. Necesita a una mujer por quién sacrificarse, cuando en realidad es él quien necesita zafarse de la necesidad de ayudar a los demás.

Homo amantisatus. Como amante es fabuloso, pero como marido es un desastre.

Homo damiselatus. Seduce, pero no asume las consecuencias de su juego. Es el hombre más afeminado.

Homo re-evolutionatis. Ocupa el nivel anterior al del hombre llamado "metroemocional".



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