Dan el último adiós a Claire D´Acquarone
Claire Diericx, condesa de D´Acquarone a raíz de su matrimonio con el noble italiano Cesare D´Acquarone, y cuyo nombre quedó inscrito entre los de las jóvenes más hermosas de su época en la ciudad de México, murió después de una larga enfermedad que, entre otras consecuencias, la tuvo privada de la vista por largo tiempo. Hija de la famosa pintora Sofía Bassi, pasó los últimos años de su vida dentro de su casona en las Lomas de Chapultepec. La que fuera su refugio, estaba decorada con cuadros de su madre, de los cuales Claire poseía 60, combinados con los que ella misma pintó y otros de famosos artistas, desde primitivos flamencos, hasta contemporáneos y del siglo pasado. "Mi casa es mi islita en la gran ciudad", solía decir esta hermosa mujer de grandes ojos azules. Pintora de profesión, a los 17 años estudió en México con los maestros José Bardasano y Robin Bond. Posteriormente se trasladó a Italia para continuar su entrenamiento. Allá aprendió historia del arte en la Academia de las Bellas Artes de Venecia, y más adelante en la Academia Real Belga, de Roma. Muy apegada a su madre, quien falleció el 11 de septiembre de 1998, siempre la recordó con gran cariño y admiración. Y aunque no era muy afecta a tratar el drama que marcó para siempre su vida (según la versión oficial, la señora Bassi disparó accidentalmente contra el esposo de su hija, el conde D´Acquarone, por lo cual pasó cuatro años en la cárcel), constantemente hablaba del gran amor que sentía por el que fuera su marido. Madre de Chantal, la única hija que procreó con D´Acquarone, Claire falleció a los 67 años de edad y el miércoles pasado su cuerpo fue cremado. Descanse en paz.





