Soletas y chateaubriand: sabores con historia
En México son muy conocidas; generalmente se hornean sobre un papel especial y así se presentan a la venta. Se han hecho parte de postres como La Carlota, son ideales para remojar en el té, café o algún licor o vino y su historia comienza en 1540. Los bizcochos de soletilla fueron obra de los pasteleros de Catalina de Medicis, la florentina que muy joven llegó para casarse con el rey de Francia. El nombre soletilla se refería a la forma como se moldeaban. En 1811 el príncipe de Talleyrand, miembro de la corte de Catalina, quien se distinguía por beber un vaso de vino de Madera acompañado de un bizcocho de soletilla, le pide al chef Careme, quien lo provee de pastelería, que mejore la textura de los bizcochos y que les cambie la forma alargada que tenía, debido a que le parecía poco práctica para humedecerlos en el vino. Para ese entonces, en Burdeos, se utilizaba un cornete para decorar los postres. Careme utiliza esta manga para moldear las soletas. La nueva presentación fascinó al príncipe. Lasnes perfecciona el sistema, con la invención del embudo, pero para 1846 la manga con diversas salidas aporta finalmente una solución racional. La creación de este platillo, por el cocinero Montmireil, fue para homenajear al escritor Chateubriand quien pasó unos años difíciles debido a sus malas relaciones con Napoleón. El retorno de Luis XVlll, le permitió recobrar su posición de Par de Francia y sus comodidades. Los delgados trozos de carne a la parrilla durante los tiempos difíciles, en la época de bonanza se convirtieron en anchos y densos centros de filete. En la actualidad chateubriand es muy solicitado entre los amantes de la buena y suave carne para disfrutar en pareja. Fue construido entre 1578 y 1607. De cada lado del puente, las tiendas atraían a los curiosos mientras que los malabaristas animaban la calzada. Desde entonces y hasta la fecha, entre ellas se encuentran los "friteros" famosos por sus papas fritas, que se caracterizan por la manera regular, en forma de bastones, en que son cortadas, más que por su sabor. Un documento de la época asegura que medían exactamente 11 centímetros. Aún es un misterio de París, como es que estas largas papas fritas se denominan pont neuf .
Un hermoso trozo de filete
Cuando usted solicita un chateubriand en el restaurante, seguramente espera un hermoso trozo de filete asado acompañado de variedad de salsas y papas soufflé . Generalmente, un chateubriand es una carne a la parrilla que se comparte en la mesa entre dos personas. Su nombre es el mismo de una ciudad que se caracteriza por su producción bovina.
?Pont neuf?
Significa Puente Nuevo y a pesar de su nombre es uno de los más antiguos de París.