Argenta: Para quienes añoran épocas luminosas
En un pequeño centro comercial del norte de la ciudad se ubica este "tunel" al pasado, en el segundo piso un par de hombres grandes están parados enfrente de la típica cadena de otros tiempos, que impide la libre entrada al lugar. Si se hace reservación es más fácil cruzar el umbral, pero también influye la facha los hombres deben de ir de traje y corbata y la forma en que se dirija a estos personajes. Desde la entrada nos transportan a las épocas de los no muy amigables cadeneros . Después de pasar la primera etapa, viene el cover , 200 pesos para hombres y, como en los viejos tiempos, las mujeres no pagan. Entonces ya observamos el sitio en su máxima expresión: en el segundo piso un pequeño salón con mesas y una barra, desde donde se puede ver la primera planta, donde arranca la noche disco. Al bajar las escaleras una pequeña pista con múltiples colores en el piso, dos bolas de luces en el techo y un juego luminoso al más puro estilo del Magic de los 80, pero en pequeño. Las mesas se acomodan alrededor de la pista, y una barra larga a un lado de las escaleras es el sitio para aquellos desafortunados que no alcanzaron mesa. Porque aquí, como en las añoradas discoteques de antaño, tener una mesa no es cuestión de democracia ni de justicia social; para tener una mesa y buen lugar, hace falta tener reservación, haberle "gustado" al capitán que asigna los espacios, pedir una botella que superará los mil pesos, o ser uno de sus exclusivos miembros. Sí, como hace un par de décadas, aquí todavía se venden costosas membresías para los clientes frecuentes. Parece un defecto, y para muchos lo es, sin embargo, los asistentes a esta discoteque la visitan regularmente precisamente por la exclusividad que ellos perciben. Obviamente los hombres y mujeres que se divierten bajo sus luces son mayores de 35 años, vecinos o no de la zona, son personas de clase más bien alta, a los que no les importa gastarse unos miles de pesos para pasar una velada divertida; los guaruras adentro o afuera del lugar son algo normal noche tras noche. La música, como todo, es retro,música disco en inglés de los 70, rock en español de los 80, y por supuesto, como a las dos de la mañana llegan las calmaditas , aquellas románticas canciones que las niñas de la época no alcanzaban a bailar, pues era demasiado tarde y tenían que llegar a su casa. Ahora las pueden bailar, abrazadas tranquilamentede su pareja. La oferta de bebidas es amplia y en este rubro sí se han modernizado un poco como para ofrecer cocteles tipo martini, aunque los asistentes prefieren las típicas botellas de ron, whisky o coñac que se veían en las pequeñas mesas del Bandasha. Una noche en Argenta es realmente divertida, especialmente, para los adultos contemporáneos que disfrutaron de la fiebre de sábado por la noche, con los Bee Gees, Donna Summer y Gloria Gaynor; o para aquellos más jóvenes que quieren saber cómo se divertían esas personas que repiten constantemente que la música disco no ha muerto. Pero si a usted le incomoda ser cuestionado para entrar a un sitio o cree en la democracia nocturna, mejor busque otro lugar donde divertirse este fin de semana. Argenta Av. de las Fuentes 184-601 Lomas de Tecamachalco 5294-8396 Horario: jueves a sábado de 21:00 a 4:00 horas





