Lalla Salma, hija de Haj Abdelhamid Bennani y de la difunta Naïma Bensouda vivió una infancia hasta cierto punto tranquila, en un barrio popular de la ciudad de Rabat, donde creció al lado de su abuela, quien es profesora, y una hermana dos años mayor que ella.

Salma nació el 8 de mayo de 1978 en la ciudad sagrada de Fez, una joya de la civilización árabe española a 150 kilómetros de Rabat, donde su padre ejercía también como profesor, y donde murió Naïma, su madre, cuando la ahora princesa tenía tres años de edad.

Junto con su hermana comenzó la primaria y después entró a un grupo piloto en el Liceo Hassan II de Rabat, que pertenece al ministerio de Educación Nacional, donde se distinguió por sus excelentes calificaciones; concluyó el bachillerato en 1995.

Una historia de amor

Cuando concluyó sus estudios, a diferencia de 60 por ciento de las chicas graduadas que eligen ir a trabajar en el extranjero, ella prefirió aceptar un puesto como ingeniero en sistemas de información en la Unión Norafricana (ONA), un poderoso grupo empresarial marroquí, del que la familia real posee la mayoría de las acciones.

Fue ahí donde en 1999 inició el romance. El flechazo ocurrió durante una fiesta privada cuando M6, 12 años mayor que Salma, aún era el príncipe heredero, pues ocurrió pocos meses antes de la muerte del rey Hassan II.

Salma, se caracteriza por ser una mujer progresista, defensora de la igualdad de la mujer y otros derechos poco practicados en un país musulmán.

Ella asistió a una de las tantas fiestas organizadas en honor de Mohamed VI, las cuales, se dice, tenían lugar al menos dos veces por semana y en ellas siempre se acondicionaba un pequeño rincón para dar más intimidad al monarca y su acompañante en turno.

Muchas veces se le vio con una marroquí morena de costumbres liberales y luego con una guapa brasileña. Sin embargo, cuando llegó Salma las cosas cambiaron, pues ella se mantuvo en una posición seria desde el primer momento. A Mohamed le impresionó la firmeza del carácter de aquella joven, así como su inteligencia, preparación y belleza. Desde entonces se afirma que Salma es una mujer que habla poco pero manda mucho.

Rompen protocolo

Tanta fue la admiración de M6 por la chica que, con otro hecho inusitado, el rey rompió la tradición y en un comunicado oficial emitido el 12 de octubre de 2001, anunció su compromiso y la identidad de su futura esposa, de quien se distribuyeron algunas fotografías, lo cual fue interpretado por los medios de comunicación locales como un símbolo de modernidad de la monarquía marroquí.

Si bien el hecho de que fuera plebeya no fue algo novedoso, la madre y la abuela de Mohamed también lo eran, sí lo fue el anuncio de que sería alteza real, una distinción creada sólo para ella, pero que no le da el grado de reina.

El matrimonio se celebró el viernes 13 de julio de 2002 y el festejo se prolongó por una semana, el pueblo por primera vez participó de una ceremonia pública y se lanzó a las calles para celebrar el enlace, a través del cual Salma adquirió el prefijo Lalla, mismo que se antepone a las esposas de los monarcas al contraer nupcias.

Reyes con vida ordinaria

Actualmente, el rey Mohamed VI y Lalla Salma viven en una de sus tantas residencias en Rabat al lado de su hijo, de apenas dos años de edad. Durante una entrevista concedida a la revista francesa Paris Match , ambos insisten en que se trata sencillamente de una casa y no de un palacio y que tanto M6 como su esposa conducen su propio coche por las calles de la ciudad para ir al trabajo, nuevamente ante la sorpresa y beneplácito del pueblo. (OV)