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Cero y van dos restaurantes

El Universal
Viernes 14 de enero de 2005
Además de El abuelo Agustín, en la Ciudad de México, Margarita Gralia abrió hace apenas unos meses un feudo en San Miguel de Allende

Sobre su relación con Ariel Bianco, la argentina Margarita Gralia agrega: "La inteligencia, el respeto mutuo, el interés por el otro y el sentido del humor son lo que ha sostenido nuestra unión".

Es como si tocaran ambos un permanente concierto a cuatro manos. De hecho, Ariel se hizo cargo de la decoración del restaurante en la que, de cualquier modo, Margarita "metió su cuchara": Sugirió los cestos, las espigas de trigo y el color amarillo de los muros.



Anfitriona de lujo

Para la actriz, su restaurante es un sueño cumplido: "Lo deseé desde hace siete años, cuando me vino la idea. Es algo muy propio, donde expreso mi gusto particular por ser anfitriona".

Para hacerlo bien tomó un curso especial de administración de restaurantes y se asesoró con expertos como Óscar Cremosco y Carlos Pablovich, dirgentes de los Cambalache.

En el menú del lugar, las especialidades mexicanas desempeñan un buen papel, lo mismo que las ensaladas. En el segundo piso está "la verdulería", con infinidad de verduras y aderezos para confeccionar la mezcla que se desee.

Para quienes prefieren sólo "tapear", se ofrece una variedad de embutidos como butifarra, chistorra, croquetas de jamón serrano, salchichón Pirineos y la clásica tortilla española; todo ello con un buen vino.



Ahora en San Miguel

Hace unos ocho meses, Margarita Gralia caminaba por San Miguel de Allende cuando vio que se rentaba una casona del siglo XVI, que en tiempos recientes había ocupado un banco. Todo fue como atrapar la oportunidad.

"En ese instante decidí abrir allí un lugar para los que habitan San Miguel. Sabía que allí la oferta de restaurantes es muy grande, pero faltaba un espacio informal y donde siempre hubiera churros calientes".

Pronto sus comensales pidieron más y Margarita amplió su oferta a desayunos, comidas, meriendas y cenas. Con el apoyo de su gerente, Juan Ramírez , y con la chef, Graciela Yáñez, ese primer restaurante es también un éxito. Allí se han creado platillos como la omelette Paulina, de claras de huevo con espinacas, sin grasa y acompañado de rodajas de jitomate, para el desayuno.

La intérprete teatral de El Graduado acaba su taza de té y nos hace un comentario, "acá entre nos": "Yo también como churros y chocolate y todo lo que aquí se ofrece; el secreto de mantenerse en línea radica en no exagerar con la comida y estar siempre atareada".



Algunas especialidades del lugar

Espaguetti al curry con filete de pollo o de res con chipotle y jugo de carne; fettuccini Margarita con tocino y aceitunas picadas; pechuga rellena con cuitlacoche, espinaca, flor de calabaza y queso, cubierta de salsa dorada.



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