Gloria Pérez Jácome, una vida en la TV
¿Cuánto tiempo llevas en la televisión? Nueve años. En la actualidad estoy en Meridiano Hechos a las tres de la tarde. También tengo un programa de noticias en Radio Fórmula, de seis a 7:30 de la tarde todos los días. Para mí, llegar a la televisión no fue difícil, pero mantenerte claro que lo es. Esta profesión implica muchos sacrificios, hace casi nueve años que no salgo de viaje; sólo escapadas cortas de fin de semana. No tengo días libres; trabajo incluso el 25 de diciembre y el 1 de enero; no tengo tiempo para comer, como rapidísimo, y el año pasado me levantaba a las 4 de la mañana para dar las noticias a las 6. Pero valió la pena, porque de verdad soy muy feliz en TV Azteca. ¿Cómo es que vives en la que fuera casa de Salvador Novo? No precisamente. Vivo en lo que fuera parte de su jardín. La casa donde el escritor vivía era muy grande, pero mas aún el jardín, en el fondo del cual decidió construir su estudio. El heredero del maestro Novo, Antonio López Mancera, decidió dividir la casa del jardín y vender éste; fue entonces que mis padres lo compraron y con la ayuda del arquitecto Carlos Obregón comenzaron a construir la casa que actualmente habitamos. Se dejó la alberca como cisterna y sobre ella se hizo la edificación. El jardín y el estudio del maestro (que ahora ocupa mi mamá) se conservaron intactos. Tu padre, Dionisio Pérez Jácome, es un político de larga trayectoria. Además de diputado y senador fue, por ejemplo, subsecretario de Gobernación. ¿Cómo ha sido tu relación con él? Desde chica me llevaba a las cámaras de Diputados y de Senadores; siempre he estado a su lado, en contacto con mucha gente de la política. Tú fuiste educada como niña bien. Bueno, estudié en el colegio Miguel Ángel, aquí en la ciudad de México y luego en una escuela de monjas, en Washington. También realicé un finishing school en Suiza. Allí te enseñan cocina, costura, francés... en concreto, a ser lo que antes llamaban una verdadera mujercita. ¿Cómo fue tu niñez? De chiquita era muy tosca, porque crecí entre tres hermanos y jugaba con ellos futbol, americano, luchas, hasta que empezaron a lanzar balonazos muy duros y me dolían. Estudié ballet durante 15 años, me encantaba, comencé desde los cuatro años. "Fui estudiosa, un poco matada; lo que más recuerdo es que mi casa era el centro de reunión de todos mis amigos y de los de mis hermanos. Todos los días veíamos películas y deportes; era una casa llena de vida y de alegría. Mi familia ha sido muy unida".





