aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Arquitectura que es enorme legado artístico e intemporal del siglo XX

Alma Yáñez Villanueva| El Universal
Viernes 28 de enero de 2000
Remodelado desde 1993, este lugar albergará la biblioteca, la obra particular y el archivo ?Manuel Álvarez Bravo?

En 1939, Elena Martínez viuda de Lamm vendió en 100 mil pesos una casa ubicada en Alvaro Obregón 99, colonia Roma.

Los compradores fueron los integrantes de la familia García Collantes, quienes la habitaron hasta 1990.

Seguramente, ninguna de las dos familias imaginó el resurgimiento que, años después, tendría el inmueble que fue remodelado a partir de 1993.



Al rescate del centro

De la reconstrucción de la casa nos habló Claudia Gómez Haro, directora académica.

?Somos un grupo de cinco historiadoras que teníamos la inquietud de establecer un centro de cultura, con el propósito de crear un espacio plural para el estudio y difusión de las artes, el intercambio de ideas y expresiones artísticas a partir de diferentes actividades.

Su propietario anterior quería hacer un restaurante, pero luego Alejandro Burillo la compró y la cedió para este proyecto no lucrativo?.

A pesar de que en la restauración, a cargo del arquitecto José Luis Espinosa, la casa perdió algunos elementos, no alteró la construcción original.

Relata Claudia que ?se rehicieron los baños, los vitrales del comedor -que se cayeron en el temblor del 85, son nuevos; las cocheras ahora son las galerías. En esa parte se añadió el segundo piso. En el lobby actual estaba la sala de música; en el restaurante estaba el comedor, el salón Dostoievski era la recámara principal y el resto de los salones eran los cuartos de los hijos de la familia?.

Comentó además que esta reconstrucción ayudó a resurgir las librerías, cafés y edificios de la Roma, así como el interés del sector privado por remodelar más edificios.

En la actualidad, y después de recorrer los salones y el amplio jardín de la bella casa -por cierto, en un frío día-, descubrimos que son más de 60 reconocidos profesores quienes imparten cursos libres, diplomados, seminarios y talleres. Se dan disciplinas como literatura, historia del arte y de México, arqueología, taller de pintura y escultura, filosofía, música y cine.

Por otro lado, y como un espacio abierto a la presencia de las artes plásticas en todas sus manifestaciones, este lugar cuenta con galerías donde hemos tenido oportunidad de acudir a múltiples exposiciones.

Podemos decir que también propicia el intercambio continuo y fructífero de ideas con los autores de la cultura con mayor relieve en el país y el extranjero, a través de coloquios, simposios, mesas redondas, homenajes y presentaciones de libros.

Agrega Cecilia Gómez Haro que ?como emprender el camino del conocimiento, independientemente de técnicas y métodos, conlleva la práctica de la lectura, a través de la librería Pegaso -ubicada en la planta inferior el estudioso amplía su visión y se abisma en la ficción de la literatura, en la evidencia de la historia y en el embrujo de la poesía?.

Mención aparte merece el restaurante Las Flores del Mal, que semeja un bistro del Sena parisino.

Inspirado en el título con que Charles Pierre Baudelaire revolucionara la poesía moderna, es un agradable espacio con muros de caoba y papel tapiz de época, mesas de granito y un gran candelabro central que, esa mañana, nublada, invitaba tanto a la reunión y el intercambio de ideas y emociones, como al placer de la ensoñadora intimidad.

Por último, comentó que -a partir de mayo- este lugar albergará la biblioteca, la obra particular y el archivo ?Manuel Álvarez Bravo?, pertenecientes a la Fundación Cultural Televisa.

Asimismo, y entre los últimos proyectos, pronto empezará a funcionar el Centro de Escritores ?Juan José Arreola?.



Su origen

Casa Lamm se remonta a 1903, cuando el gobierno federal otorgó a la compañía de terrenos de la Calzada de Chapultepec, SA, el permiso de fraccionar los predios del Potrero de la Romita, ahora conocidos como colonia Roma, que pertenecían a la familia Lascuráin.

Esta sociedad inmobiliaria estaba representada por Pedro Lascuráin, Gabriel Morton, Cassius Lamm, Edward N. Brown y Edward Orrin.

Más tarde, Orrin y Lascuráin, junto con Porfirio Díaz junior; además de Cassius, Oscar y Lewis Lamm, constituyeron la Compañía de la Colonia Roma, SA.

La ausencia ocasionada por las actividades políticas de los socios, delegó en los Lamm el negocio inmobiliario, de acuerdo a un poder otorgado a Lewis Lamm el 13 de agosto de 1914.

En esa época, la sociedad capitalina abandonó las casonas coloniales ubicadas en el centro de la ciudad y se instalaron a lo largo del Paseo de la Reforma, y las colonias Cuauhtémoc, Juárez, Roma y Condesa; éstas últimas, recién creadas.

El arquitecto Lewis Lamm, de origen irlandés, terminó la construcción de la casa de Alvaro Obregón 99, en 1911. El inmueble resultó elegante, grande en proporciones y recursos ornamentales, como un afán de resaltar lo aristocrático y cosmopolita de las ciudades europeas.

No obstante, este inmueble no fue habitado por la familia Lamm, como se había contemplado en un principio; sino que fue rentado a los maristas del Colegio Francés Jalisco para varones, quienes la devolvieron a su dueño después de la persecución religiosa.

Años después inició el trabajo de restauración para devolverle su antiguo ropaje, a partir de lo cual Casa Lamm cobró nueva vida, despojándose de su carácter residencial para convertirse en un gran centro de cultura.

Las cinco historiadoras, ?creadoras? del concepto y actual consejo directivo del centro de cultural Elena Lamm, dirección de Servicios Generales Cecilia Gómez Haro, dirección administrativa Claudia Gómez Haro, dirección académica Germaine Gómez Haro, dirección de Promoción, Difusión Cultural y Relaciones Públicas Elin Luque, dirección de Artes Plásticas Alvaro Obregón 99, colonia Roma, México DF. Teléfonos: 4414-4899 y 5525-3938



Ver más @Univ_Estilos
comentarios
0