Nutrición instintiva, como el hombre de la Edad de Piedra
Tal y como sucede con prácticamente todas las dietas extremas, el origen de la instintívora se remite a un fundador y a su recuperación de una grave enfermedad. Hace más de 20 años, al francés Guy-Claude Burger le fue diagnosticado un cáncer de laringe terminal. Convencido de que "la civilización" era la causante de su enfermedad, decidió aislarse del mundo. En busca de la salud perdida, compró una granja en Suiza y vivió sin las comodidades propias de la vida moderna, como el teléfono, calefacción, electricidad, televisión o comida procesada. Cambió radicalmente su alimentación y en menos de un año su cáncer "milagrosamente" había desaparecido. A partir de entonces, pasó muchos años experimentando con alimentos crudos, e incluso crió a sus hijos bajo este régimen. Luego de residir durante algún tiempo en México, la familia Burger fundó en 1984 el Centro de Montrame en un viejo chateau al sureste de París, al que acuden seguidores de ésta filosofía alimentaria para tomar parte en seminarios, aclarar dudas y experimentar con alimentos "originales". Pero como la mayoría de las dietas alternativas, ésta probó ser entre otras cosas, excesivamente idealista en sus reclamos acerca de la salud perfecta y virtual inmunidad a las enfermedades. Nicole Burger, esposa del fundador, murió en 1994 de cáncer, y el mismo GuyClaude ha padecido algunos tumores en la piel. Pese a que un buen número de sus seguidores abandonaron Montrame luego de que Burger se viera envuelto en un escándalo de pedofilia en 1997, lo cierto es que el número de instintívoros en lugares como Estados Unidos parecen ir en aumento, sobre todo a raíz de la reedición, en 1990, del libro Nutrición instintiva , del doctor Severen Schaeffer. Con el fin de aclarar algunas de las dudas que suscita esta controversial dieta, acudimos a la licenciada en Nutrición Rocío Sánchez-Aedo Liñero, que respondió así a nuestras preguntas. 1. ¿Esta dieta aporta todos los nutrientes para estar sanos? En términos generales lo considero difícil, aunque no imposible, si una persona aprende a conocer muy bien las necesidades de su cuerpo y las características de cada uno de los alimentos en lo que a su aporte se refiere. 2. ¿Qué tanto se expone un instintívoro a contraer enfermedades por comer alimentos crudos? El riesgo de contraer enfermedades al consumir estos alimentos es alto, pero las personas que siguen este tipo de dietas suelen ser muy cuidadosas al escoger lo que consumen, e incluso muchos de ellos, o su comunidad, producen sus propios alimentos. 3. ¿Los instintos alimenticios del hombre de la Edad de Piedra son los mismos que los del ser humano actual? Esta pregunta es de suma importancia, y es la que de alguna manera nos lleva a establecer los pro y los contra de esta corriente alimenticia. Los instintos alimenticios del ser humano actual definitivamente no son los mismos que los del hombre de la Edad de Piedra. A través de la evolución se han presentado una serie de cambios en la naturaleza del hombre: físicos (como la estatura), intelectuales y emocionales. No sería muy aventurado establecer que muchos de nuestros instintos se han visto "dañados" por el tipo de vida actual que conlleva una serie de influencias que van desde los alimentos chatarras, contaminantes, publicidad, estrés, etcétera. 4. ¿A qué atribuye la proliferación de dietas alternativas en el mundo? Los excesos en la alimentación han generado una serie de enfermedades o deterioro en la salud de las personas, de ahí que se busque encontrar dietas más sanas. 5. ¿Los alimentos pierden sus propiedades al ser cocinados? No es una regla. Hay incluso alimentos que al ser procesados aumentan la disponibilidad de algunos de sus nutrimentos. Hoy en día existen muchas maneras de reducir las pérdidas de nutrimentos, con métodos de cocción muy controlados. Licenciada en Nutrición Rocío SánchezAedo Liñero. Tel. 5520-5451





