Con paso lento, apoyada en un bastón, Margarita White nos recibe en la biblioteca del departamento al que se mudó para facilitar sus movimientos y el libre tránsito de su silla de ruedas. Nuestra entrevistada habla con optimismo, pese al trance por el que atraviesa: -El mundo no se acaba por una experiencia así -comenta con esfuerzo, pero con claridad esta empresaria incansable.

Entre el infortunio y la solidaridad

El día que tuvo el derrame cerebral, parecía como cualquier otro: -De pronto me sobrevino un fortísimo dolor de cabeza seguido de una parálisis del lado derecho del cuerpo-. Conservando el temple llamó a su querida sirvienta y le dio instrucciones. Margarita fue trasladada al Hospital Inglés, donde estuvo inconsciente. Al volver en sí, la insensibilidad en la mitad del cuerpo le indicó que aquello era el inicio de un largo camino hacia la salud. Semanas más tarde ingresó en el Hospital Jackson Memorial, de Miami, donde durante tres meses recibió terapia de rehabilitación.

Para ella fue un gran día cuando recuperó la conciencia del tiempo. Margarita White perseveró y pudo abandonar la silla de ruedas para a dar algunos pasos ayudándose de un bastón. Regresó a México entusiasmada, mas al poco tiempo tropezó y se fracturó la cadera. Sin lamentarse, volvió a la terapia de rehabilitación. Hoy se mueve con más soltura, camina y lee, así sea con dificultad: -Aprender a utilizar la mano izquierda en vez de la derecha fue un logro. Han sido meses enteros de llorar, pero siento que voy de salida -expresa. Actualmente Margarita se somete a tres extenuantes terapias diarias (dos físicas y una de lenguaje): -No me alegra lo ocurrido, aunque lo volvería a vivir por lo bueno que me ha aportado. Jamás podré agradecer a mi familia, sobre todo a mi marido, lo que he recibido de ellos.

-Lo más duro de sobrellevar -revela- es la falta de autonomía. Tras un breve silencio, prosigue: -En una situación semejante te reconcilias con la gente, aprendes a reflexionar, eres más cuidadosa al juzgar... Casada con el economista Francisco Gil Díaz (director general de Avantel desde hace tres años), Margarita se inició en el modelaje en Chicago, después de su matrimonio. Reinstalada en México, luego del nacimiento de sus cuatro hijos, colaboró en una revista femenina e impartió cursos de personalidad en "El Palacio de Hierro" por invitación de Charles Kovec: -Estaba tan atareada que me sentía como en un circo de tres pistas.

Hace 10 años, los directivos de los almacenes le propusieron que abriera su primera clínica de belleza. Hoy Margarita tiene varias sucursales. De unos meses a la fecha ha comenzado a visitar sus clínicas tratando de no dejarse engullir por el trabajo. Ahora que su existencia empieza a adquirir visos de normalidad y que sus hijos siguen sus propios caminos, la señora White retoma, paulatinamente, su vida social junto a su esposo.

Ha pensado escribir un libro: -No soy filósofa ni poetisa, pero creo con firmeza que en algunos aspectos el dolor se toca con la felicidad -remata.