Arturo Velasco vive en el fraccionamiento La Herradura, en una casa de estilo mexicano contemporáneo en cuyos muros se ven pinturas de grandes dimensiones de Roberto Amor y del oaxaqueño que se cotiza muy alto internacionalmente, Sergio Hernández.

Con 42 años de buena vida, Arturo tiene una figura juvenil, viste jeans oscuros y camisa de fino algodón y se ve relajado.

Creció en la época en que su padre, Raúl Velasco, era el amo de la televisión mexicana con su programa Siempre en Domingo . "Yo tenía 11 o 12 años cuando veía a mi papá en la pantalla y por eso viví con el tema de la tele y los artistas; mi inquietud por pertenecer al medio se despertó a esa edad".

Luego de interrumpir la carrera de televisión en la UCLA de Los Ángeles, California, se dedicó de lleno a trabajar. "Comencé desde abajo, en el área de escenografía de Televisa San Ángel", cuenta. "Después pasé a producción. Mi jefe, Víctor Hugo O`Farril, me mandaba a diferentes secciones de la empresa, de tal forma que adquirí el conocimiento pleno de lo que es el mundo de la televisión".

Agrega que su escuela fue la práctica en Promovisión Mexicana, dentro de la que presentaba shows. "Realizamos giras con cualquier cantidad de artistas. A mí me tocó operar toda la parte de promoción y fue ¡una experiencia religiosa!, como diría el español Enrique Iglesias".

En la actualidad, su empresa se llama 360 Media.

Los productores también lloran

"Tuve un papá que no estuvo mucho en casa porque viajaba todo el tiempo (mi familia me dice que de niño fui tremendo) y eso me permitió vivir solo desde los 16 años", platica Arturo Velasco.

Vivió muchas experiencias extraordinarias a corta edad. Por ejemplo, la de los centros nocturnos. "Operé el Marrakesh en la calle de Florencia, en la Zona Rosa, y estuve en contacto directo con las desveladas, los artistas, el alcohol... fue un manejo muy difícil (por supuesto, me mantuve lejos de los riesgos). Implicaba acostarse a diario a las tres o cuatro de la mañana. Fue realmente difícil esa época de la vida nocturna, pero así es la escuela de la vida".

Peripecias más adelante, y casi sin darse cuenta, Arturo fue entrando "en una dinámica de proyectos". Fue el primer empresario que trajo a México a Ricky Martin, con lo que le fue bien. Después, él y su socio Alejandro Soberón (mandamás de CIE (Centro Internacional de Entretenimiento), convirtieron en sala de espectáculos el antiguo Teatro Metropólitan.

De pronto, en la cadena de éxitos, un fracaso: "Durante dos años consecutivos, el cantante Franco de Vita había sido el número uno con el tema "Te Amo". Alejandro y yo dijimos, vamos a llevarlo al Premier (el lugar de moda por entonces) y solamente logramos reunir 30 gentes. Tronamos de lo lindo. Cada vez que comentamos la anécdota, Alejandro y yo nos morimos de risa".

Un Luis Miguel ?aburrido?

"Una vez fui al Premier a ver por primera vez el show de Luis Miguel. Sentado en el escenario, cantaba una canción tras otra y pensé: `Este cuate tiene un gran potencial y debería meterle un poco más de producción a su show`. Y Hugo López, el manager que verdaderamente le dio la proyección más grande a la carrera de Luis Miguel, nos dio la responsabilidad de producir el espectáculo del cantante.

" Fue el primer artista para el que hice producción. En él me inspiré para poner mi compañía", cuenta hoy Arturo.

También trabajó dos años con Julio Iglesias en la oficina del cantante español en México. "Me impactó ser testigo del profesionalismo de mi amigo. Es una persona muy entregada, superprofesional, cuidadosa y minuciosa".

Actualmente, entre los negocios del empresario se cuentan el proyecto editorial Estilo México, junto con Marcela Rivero Lake y Fernando Botero; "a pesar de la crisis", está desarrollando a un par de cantantes que grabarán un disco con un sello independiente, Patsy. El disco está programado para salir en julio próximo.

Arturo también trabaja mucho en Acapulco. Junto con Roberto Jaen instaló el Cinemark Paraíso en la playa del Hotel Mayan Palace, con capacidad para mil 500 personas y el concepto de sushy movies & drinks . "Es un exitazo y se presenta por temporadas de 10 días en diciembre" Asimismo, trabaja en un proyecto para Univisión (la cadena latina más importante de Estados Unidos) en Acapulco.

Vida personal

Con su esposa, Karen, y sus tres hijos (Daniel, de 16 años; Ivana, quinceañera, y Franco, de 10, Velasco forma una familia feliz.

Karen, egresada del Colegio Regina, es experta en arte. Arturo es aficionado a los deportes. Ha corrido dos maratones, el de Nueva York y el de Chicago, para lo cual se preparó todo un año. Le gusta el kite surf ("un papalote que te jala sobre una tabla de surf en el mar") y el esquí en nieve. "Normalmente vamos a Vail, Colorado, sobre todo a fin de año, aunque también somos muy de playa".

Igualmente pasea por México. "Cada año nos reunimos cinco familias de amigos, rentamos un autobús y nos lanzamos a la aventura; la pasamos en verdad increíble", concluye Arturo.