aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Francisco Iglesias: creador de imágenes

Beatriz Guevara| El Universal
Martes 11 de mayo de 2004
Comenzó como ayudante de peluquero en España y hoy en México es un reconocido diseñador de imagen. Trabaja para la televisión, el teatro y la dirección artística de Joss Claude; además, es un apasionado de la jardinería y los acuarios

Cuando María Teresa Anaya iba a la peluquería en los años 60 algunas veces llevaba consigo al pequeño Francisco, quien se sorprendía de todos los productos que veía en la cabeza de su madre cuando, al teñirse el cabello, la convertían en una bella rubia.

"Era como cosa de brujería y magia", recuerda Francisco Iglesias, hoy convertido quizá en el más destacado diseñador de imagen en México.

"Desde que era un niño me gustaba todo aquello que se relacionara con crear; me encantaban los juegos que tuvieran que armarse, como el famoso mecano y los rompecabezas. Detestaba todo lo que fueran juguetes violentos; además, mi padre, Claudio Iglesias, a quien le toco vivir dos guerras, la Civil Española y una mundial, trataba de que sus cinco hijos no tuvieran ningún contacto con juguetes bélicos".

Así, de manera tranquila transcurrió la infancia y parte de la adolescencia de Francisco, quien nació en Bilbao el 4 de julio de 1961 y, como él señala, por ser el hijo menor creció como si fuera el único, pues con su hermano más cercano se lleva diez años.

"Mi familia era súper conservadora. Yo era la oveja negra de la casa y aunque fui un `niño bueno` era rebelde de corazón. Cuando le dije a mi papá que no iba a estudiar lo que él quería, ingeniería naval, le di un disgusto terrible".

Sin el apoyo de él, pero con el de su mamá, quien fue su gran cómplice, estudio dibujo y pintura en el Museo de Reproducciones Históricas de Bilbao, donde tuvo excelentes maestros con una gran sensibilidad.

Tiempo después, y aún antes de terminar su carrera, comenzó con lo que fueron los cimientos de lo que hoy tiene. Con tan sólo 17 años se inscribió en la escuela de peluquería de Bilbao, donde obtuvo el título de peluquero. Con los años se fue a Londres, para tomar cursos en la escuela de Vidal Sasson, ahí aprendió la metodología del padre de la peluquería moderna.

"Entré a trabajar como ayudante en una estética. Con lo que me pagaban ahorraba para costearme mis cursos. Poco después quise entrar a la escuela de esteticistas en España, pero me rechazaron por ser hombre. Entonces tuve que aprender de manera autodidacta, veía los consejos de belleza en la revista 10 minutos . Con el tiempo y la práctica me fui perfeccionando".



Su primer salón

Con la idea de independizarse, el hermano mayor de Francisco financió su primer salón de belleza en Bilbao. "Había sólo cuatro sillas en un espacio de 25 metros cuadrados.

"Ahí fue donde me di a conocer en el mundo de los estilistas como Francisco Anaya", nombre con el que hasta la fecha es conocido en España, debido a que hay muchas personas de apellido Iglesias.

Después de muchos esfuerzos logró establecerse en Madrid, donde abrió un salón más grande, a la par que colaboraba con la Televisión Española y en cuanto desfile de moda podía. Había pasado ya la época en que sus colaboraciones eran gratuitas; ahora su trabajo comenzaba a cotizarse.

"Para ese tiempo ya estaba totalmente inmerso en el diseño de imagen, ya no sólo era importante el cabello y el maquillaje, sino también el vestuario, los colores, como te desenvuelves. Y, en el ámbito actoral, donde también trabajaba, las luces, la escenografía, los ambientes, en fin había encontrado mi verdadera vocación".

Su nombre comenzó a ser reconocido y en 1993 la empresa Televisa lo trajo a México para crear el Departamento de Diseño de Imagen, donde de manera conjunta con productores, iluminadores y actores consiguió producciones que fueron un verdadero éxito.

"Entre los logros que alcancé junto con Mike Salas fue hacer que todos los departamentos trabajaran en conjunto creando un trabajo de mucha calidad. Además, quitamos los vicios de maquillar a las actrices con un arco iris en los ojos, o que las moribundas estuvieran perfectamente maquilladas", recuerda con satisfacción Francisco.

"Por esa época estaba la telenovela Marimar con Thalía y me atreví a sacarla de cara lavada y sin un pelucón, como el de María Mercedes. Logramos una imagen de niña tierna, salvaje y muy sensual, sin necesidad de recurrir a pelucas.

Después de dos años en este proyecto, decidió comenzar otra etapa, ahora en comerciales de televisión.

"Mi ciclo en Televisa concluyó cuando me di cuenta que había logrado que entendieran todo el concepto que implica un diseño de imagen de manera profesional".



Medio comercial

En el plano de los comerciales hay uno que Francisco Iglesias recuerda de manera muy especial por el trabajo que implicó, al igual que uno que obtuvo el segundo lugar a nivel mundial.

"Era un comercial de carnes frías donde estaban representados los pecados capitales, y el espectador, sólo con la imagen descubría a qué nos referíamos, quién representaba la lujuria, la envidia, etcétera, y todos se peleaban por las carnes", dice.

Ahora Francisco tiene un centro de diseño de imagen localizado en las Lomas de Chapultepec. Es director artístico de Joss Claude desde hace cinco años; colabora en la imagen de Canal 11 y da la cátedra magistral de imagen en la escuela de Víctor Gordoa. Además, sigue colaborando en el diseño de imagen de varias obras de teatro.

En medio de su ajetreada vida, Francisco disfruta su vida en México, país que lo conquistó; por eso decidió quedarse a radicar en él.

"En el tiempo libre que me queda disfruto de la jardinería; soy un `acuarófilo`, me encantan los acuarios, y participo en un grupo de yoga y meditación desde hace nueve años".



Cuestión de imagen

Francisco asegura que la imagen es parte fundamental de nosotros. "Me da gusto que ahora exista tanta preocupación por el diseño de imagen, que es el conjunto de varios factores como ropa, cabello, maquillaje, modales; un todo".

El experto asegura que cada vez son más las personas a las que les interesa un diseño de imagen, pero para aquellos que aún no llegan a esa conclusión, tiene un consejo muy sencillo: "Nunca hay que olvidar que un pequeño detalle, así como una mala elección de zapatos, puede echar a perder todo un trabajo, porque lo negativo es un gran distractor, dejando fuera una buena elección de ropa o corte de cabello", concluye Iglesias Anaya.



Ver más @Univ_Estilos
comentarios
0