En el cine practica yoga, busca la paz interior y lleva una dieta macrobiótica. En la realidad, practica yoga, busca la paz interior y sí come carne. Sonia, el personaje con el que debuta Mariana Gajá en la película Sin ton ni Sonia , se comunica por medio de la telepatía. Ella es más expresiva, se comunica a través de los escenarios.

Apenas se graduó de actuación en 2000 y en el último año ha participado en cine y en series de televisión como Mirada de mujer y Enamórate . Su pasión, no obstante, es el teatro. Actualmente ensaya para la obra Van Gogh , donde interpretará a la hermana del pintor y prepara el montaje de Collete , de Ximena Escalante.

"Me fumo un cigarrito de vez en cuado, pero como Sonia sigo buscando la tranquilidad interior", comenta desde una bucólica terraza. Mariana nos recibe en su hogar, una preciosa casita por el rumbo del Olivar de los Padres. Jugando con Maya, su pequeña cachorra de labrador, entre las hojas secas que alfombran el lugar, la joven actriz nos dice que es muy feliz viviendo en ese lugar.

"Siempre he vivido `en el cerro` porque para mí es muy importante el contacto con la naturaleza, poder tomar un puñado de tierra, tener animales (en casa tengo un perro y dos gatos), creo que es el espacio ideal para estar con uno mismo.

A pesar de que su profesión implica acudir a muchas fiestas, estar rodeada de gente y vivir en un constante ajetreo, para ella es importante tener un espacio donde disfrutar del silencio. "Cuando estudiaba actuación en el CUT (Centro Universitario de Teatro de la UNAM), un maestro, José Ramón Enríquez, nos decía que era muy importante que un actor se conociera muy bien a sí mismo y permaneciera muy en contacto con sus emociones, lo que se logra solamente en un ambiente de paz", explica.

Es ese aspecto, Mariana se parece mucho al personaje que interpretó en la película, una joven apasionada del yoga, la comida macrobiótica y la meditación. "Sonia me gusta porque me identifico con su personalidad en una época de mi vida en que fui como ella".

Al hablar de la película, la actriz Gajá nos platica que Sin ton ni Sonia (Carlos Sama, 2002) marcó su debut en el cine a pesar de que antes había trabajado en una cinta del director Marcel Sisniega que aún no se exhibe. "Sin ton... fue un proyecto muy divertido, con escenas muy raras. En una de ellas uno de los personajes sueña que yo voy volando. Para filmarla, tenía que estar suspendida de un arnés y moverme como si flotara, pero llevaba unos zapatos de plataforma tan pesados, que no podía subir los pies. El director me decía `ponte derecha`, pero no lograba nivelar mis piernas. En la película se nota mucho que me vence el peso", cuenta entre risas.

En la historia, Sonia ha desarrollado poderes psíquicos. "Durante toda la filmación me la pasé jugando con Donald Cortés, el actor que interpretaba al otro místico, y convencimos a los demás de que nos comunicábamos sólo con la mente".