Gabriel Hamparzumian, empresario exitoso
El hijo menor del empresario restaurantero Simón Hamparzumian y de su esposa, Jazmín Hatzacorsian, llega puntual a nuestra cita, aunque un poco agitado. La gente que trabaja en el Fisher`s de Polanco lo reconoce de inmediato y rápidamente se acerca alguien a su mesa para preguntarle qué se le ofrece. "Nada. Sólo un café express", responde amigable Gabriel Hamparzumian, uno de los socios de esta exitosa cadena de mariscos ciento por ciento mexicana, que hace 14 años sólo contaba con un local. Añade: "Antes los chavos sólo comían mariscos por invitación de sus padres, y ahora lo hacen por iniciativa propia. "Y aunque es raro que uno de ellos pida una mojarra, sí nos ordenan, de manera muy familiar, unos tacos de camarón o una tostada de cebiche. A mí eso me da mucho gusto", agrega. A sus 30 años de edad, este licenciado en Diseño Gráfico, que también cursó tres semestres de Administración de Empresas, afirma que su mayor satisfacción es "haber puesto un granito de arena en este proyecto familiar, en el cual me inicié como cajero". Recuerda que cuando sus padres iniciaron un negocio de comida rápida en Naucalpan, con sólo cuatro mesitas y 15 platillos de pescados y mariscos en el menú, salía de la escuela directo al restaurante. "Todo lo servíamos en platos desechables; a mí me tocaba cobrar, pero a veces, también servir", recuerda alegre y emocionado El segundo establecimiento familiar se ubicó en Lomas Verdes. "Para ampliar el espacio, mi padre decidió cerrar parte del estacionamiento y construir una pirámide de cristal. Le gustó tanto el resultado, que hasta el momento, con excepción del de Santa Fe, todos los restaurantes Fisher`s tienen el mismo concepto". En la actualidad, Gabriel es director de imagen y proyectos del grupo restaurantero y director operativo de Opemar, lugar donde se centraliza todo el marisco. Además, funge como director de arte de la revista Glup. Agrega que su padre les enseñó a tener pensamientos positivos para lograr cuanto quisieran en la vida." "Y creo que todo depende de las ganas que le pongas y de que no te desesperes para llevarlo a cabo". Dice que si tuviera tiempo tomaría un curso de gastronomía. "Mis papás siempre nos enseñaron a comer bien y la comida es muy importante para nosotros; a mi familia le encanta mezclar platillos y crear nuevos sabores", expresa Gabriel, quien se autodefine como un hombre alegre, y creativo, aunque "a veces un poco enojón". De sus múltiples viajes recuerda el que hizo a Egipto. "Sentí desmayarme. Ver las tumbas de los faraones, de hace más de 4 mil años sobre la arena del desierto, fue impresionante". Pero él está orgulloso de ser mexicano, aunque por sus venas corre sangre extranjera; sus abuelos eran armenios.
Con ideas frescas
Aunque no ha disfrutado mucho del "reventón", como dice, Gabriel está muy realizado con su vida. Cuenta que de niño no imaginaba lo que llegaría a ser. "Pero sí estaba seguro de que sería exitoso".





