Mucho cuidado con decidir irse de "pinta"
Echar relajo con los cuates, burlar a la autoridad o simplemente el hecho de vivir una aventura es lo que motiva a algunos jóvenes a "irse de pinta". "Los adolescentes son como los niños, les dices no lo hagas y lo hacen, aunque quizá las verdaderas razones que los motiva a no asistir a clases son el el hecho de fugarse de los problemas o de expresar que no les gusta la escuela", considera Leopoldo Sánchez, profesor de artes plásticas. Todo surge de momento; deciden "violar" la autoridad y vivir el compañerismo, expresa el profesor de secundaria y preparatoria, quien lleva más de 30 años impartiendo clases. "Lo acuerdan a la entrada de la escuela. Ya todos de acuerdo, emprenden su escapada. En el grupito siempre hay uno o dos líderes que organizan, y deciden faltar a la escuela". "Muchas veces es el impulso de la imitación y de saber qué se siente, lo que hace que estos jóvenes se decidan a irse de `farra` y olvidar la responsabilidad". Sin embargo, el maestro enfatiza que hacerlo constantemente puede acarrear problemas. "Es notorio cuando una persona se ausenta muy seguido, además siempre hay alguien que los ve a fuera de la escuela. Los problemas vienen cuando debido a sus faltas su rendimiento escolar es bajo y se manda llamar a sus padres". "Tengo alumnos que a pesar de ir muy bien en la escuela se van de pinta, para "cotorrear" y vivir aventuras con sus amigos. "Me han contado historias muy `chuscas` pero otras `peligrosas`; no creo que sea malo faltar a la escuela de vez en cuando, pero no es la salida de ningún problema".
Quieren experimentar
De acuerdo al maestro, los que deciden "volarse las clases", también lo hacen para experimentar y descubrir nuevas fronteras.
Los lugares de su preferencia
Para muchos irse de pinta es ir a vacacionar por la ciudad. Y lo cierto es que disfrutan el refugiarse en algunos centros comerciales, cines, parques, y otros sitios de la enorme ciudad, dice Sánchez.





