¿Alguien mimó a M. Moreno ?Cantinflas??

\"Cantinflas\" supo desarrollar un estilo cómico propio y, por supuesto, un vocabulario confuso y lleno de gracia y magia . (Foto: ARCHIVO/El Universal )
¿Dimes y diretes en la relación Cantinflas-Pepe Guindi? La pregunta es porque conocí a don Mario Moreno ?le gustaba hacerse llamar así en los últimos años de su vida? a través de la picardía y contactos del discutido ?no tanto como Cantinflas? empresario de origen judío. A este "médico" que nunca llegó a serlo ("sí, estudiaba medicina en la Universidad Nacional y no presumo por ello"), le emocionaba hablar de su cantinflismo. En cenas, comidas o eventos en su casa de Vista Hermosa, Mario Moreno fue cándido y generoso conmigo. Acepto que mucha gente o sus críticos subrayen que "Don Mario era muy diferente como persona pública al ser humano en la intimidad". Muchos colegas publicaron cientos de notas en las que se decía que Cantinflas (personaje popular, querido por nuestro pueblo) era otra persona cuando se transformaba en Mario Moreno o viceversa. Y claro: un personaje de fama mundial como Cantinflas tenía matices como cualquier ser humano. Mis amigos de Enciclopedia de México me proporcionaron datos interesantes de un cómico-torero-empresario que supo trascender. El cantinflismo fue la forma de hablar de Mario Moreno. Guindi dijo ?en varios programas de TV? que el cantinflismo era una caricatura de la forma de hablar de los barrios pobres de la ciudad de México. Y Pepe tenía razón cuando le explicaba a Jacobo Zabludovsky: "El habla que utilizaba Cantinflas se refería a un verbalismo vacío, disparatado, incongruente, que mezclaba muy bien las muletillas coloquiales con términos cultos mal encaminados." El cantinflismo de este querido artista ?para unos, para otros no? contiene ecos de la oratoria política que eludía las formulaciones directas y de los estribillos de la propaganda comercial. Para don Alejo Peralta (q.e.p.d.) "el término y sus derivados, como cantinflesco y cantinflada, se usaron en un tono despectivo". Mario Moreno nunca ocultó la fecha de su nacimiento (12 de agosto de 1911, DF) y siempre presumió que en 1930 había iniciado sus actividades artísticas "en diversas carpas de la capital mexicana". Fue el envidiado cómico que abrió e inauguró el Follis Bergere en 1936 y siempre fue su artista exclusivo. Sergio Guzmán me comentó hace unos meses: "Nuestro amigo supo desarrollar ?con agudeza e ingenio? un estilo cómico propio que consistía en una vestimenta desgarbada y vieja y, por supuesto, un vocabulario confuso y lleno de gracia y magia. O sea, lo que todos sabemos: Cantinflas hablaba mucho pero no decía nada. Sin embargo, las carcajadas del público eran interminables..." Estoy de acuerdo con Guzmán en que ningún cómico de México subió los peldaños de Mario Moreno. Muchos han tratado de compararlo con Palillo, Borolas, Tin- Tan, Clavillazo, pero la verdad es que distan años luz de la claridad y simpatía de Cantinflas en su vereda artística. Di fe en mis crónicas o columnas de sociales de muchos actos que tuvieron lugar en el célebre Rioma de Insurgentes, cabaret y centro nocturno de antología donde los socios ?Cantinflas, Alejo Peralta y Pepe Guindi? sumaban aspectos positivos a la vida nocturna de lo que todavía era un México hospitalario y sin amarguras. También visité a Cantinflas en su casa de Vista Hermosa. Muchas fueron las veces en que el genial cómico mexicano nos preparó paellas de primerísimo nivel. Con él siempre a su lado Mario Moreno Ivanova, hijo al que amaba y disciplinaba. Mario Moreno Cantinflas era el arquetipo de muchos personajes de la vida real y recomiendo que lean su libro Su Excelencia en el que habla su verdad. El reconocimiento del público mexicano hacia la obra cómica de Mario Moreno fue total por lo que su entierro reflejó una demostración macro-masiva de duelo popular y nacional. En el extranjero también admiraban a Cantinflas y prueba de ello fueron las palabras que dirigió Charles Chaplin: "Cantinflas es irrepetible. Como actor cómico me quito el sombrero con este maravilloso cómico y mimo mexicano que, con dulzura e ingenuidad, sabe llevar al respetable a situaciones tranquilas y de goce pleno. Cantinflas me hizo reír mucho y considero que todavía no se le ha dado el sitio que merece." Sus primeras cintas fueron No te engañes corazón (1936) y Así es mi tierra (1937). Después actuó en Aguila o sol (1937) y en otras 40 películas hasta 1988, de las cuales tres se rodaron en el extranjero: La vuelta al mundo en 80 días, con David Niven (Hollywood, 1961); Pepe, (Hollywood, 1962) y Don Quijote cabalga de nuevo (España, 1969). Cantinflas intercalaba sus películas con sus presentaciones en plazas de toros donde demostró su amor por la fiesta brava y sus cualidades de torero-cómico. "Enrique, mis intervenciones en las plazas de toros no sólo me llenaban mucho, sino que también servían para fines benéficos. Me subyugaba la suerte cómica en el ruedo. Por ende, mi amistad con el Ciclón Carlos Arruza y con el monstruo Manolete", indicó a este periodista en una de las paellas que ofrecía dominicalmente. Su hijo Mario Moreno Ivanova es un mexicano orgulloso de la estirpe. Como con él frecuentemente y sigo con detalle mi amistad con él y con su esposa Sandra Bernat. En las anécdotas de Mario Moreno con los Geldman que fueron los socios-productores de algunas de las cintas del actor cómico. Estos personajes hicieron tanto dinero con Cantinflas que, posteriormente, fueron dueños de una de las mejores colecciones de pintura que promovieron ellos mismos y Televisa. El binomio GelmanCantinflas se reflejó en una gran economía. Volviendo a sus películas, señalaré algunas de las más famosas: Ahí está el detalle (1940), El gendarme desconocido (1941), El circo 1942), Romeo y Julieta (1943), El supersabio (1948), El bombero atómico (1950), El señor fotógrafo (1952), Abajo el telón (1954), El analfabeto (1960), El padrecito (1964), El profe (1970), Conserje en condominio (1973), El ministro y yo (1975), El patrullero 777 (1977) y El barrendero (1981). Tampoco hay que olvidar sus gustadas caricaturas televisivas y sus anuncios comerciales por televisión. Mario Moreno Ivanova me confesó también: "mi padre estaba muy orgulloso de que su fama internacional le sirvió para recibir varias distinciones: miembro honorario de la policía de Guatemala, jefe honorario de la policía de Colombia, doctor Honoris Causa de la Universidad de Michigan, maestro rural de Colombia y maestro honorario de México y Venezuela". Mario Moreno sólo se casó una vez, con la rusa Valentina Ovanoca Ivanoff Zukova. También tuvo romances con muchas bellas mujeres, principalmente con la actriz española Irán Eory, pero lo vital en él era su ironía a la mexicana y sus críticas cantinflescas de la política mexicana. Cantinflear se volvió verbo y aparece en el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. Y si alguien mimó a Mario Moreno Cantinflas, ese alguien es Pepe Guinde (como le llamaba), quien al último resumió dimes y diretes con el cómico mexicano.





