Ideólogo seductor: Juan Sánchez Navarro
Uno de los empresarios non de México . (Foto: ARCHIVO/El Universal )
Juan Sánchez Navarro Peón es uno de los empresarios non de México. Yo señalaría que es hombre, empresario e ideólogo seductor, así no más. Don Juan, conocido extraordinariamente comentado, es un ser que presume su mexicanidad y que de haber vivido en el mundo de la estrechez, rápidamente se convirtió en una brújula que acaparó fortunas. Este amigo mío, consejero unas veces, otras no, nacido en 1913 en la capital mexicana, hijo de Carlos Sánchez Navarro y Martínez de la Torre (general que combatió al lado de Zapata, durante la Revolución de 1910) y de Guadalupe Peón y Laporte (integrante de una adinerada familia yucateca de filiación porfirista), es hombre seductor a más no poder. Y no sólo me refiero a la seducción que ustedes suponen, sino también al saber ser seductor en la política y los negocios. En problemas y triunfos, estuve cerca de don Juan. No sólo en sus comentados desayunos con el apoyo de Scherer, Hinojosa, Chertorivsky, Raquel Bessudo, Mauricio de la Cruz y toda la troupé que gozaba de oírlo a él o a sus invitados de honor. Este singular empresario mexicano supo repartir su tiempo en actividades empresariales y gozar como pudo su rancho de San Juan Tlacatelpan, situado frente a las Pirámides de Teothinuacán. Hablo de un rancho en el que el rey Juan Carlos, la reina Sofía, Ronald y Nancy Reagan, y todos los que ustedes suponen, dejaron parte de su química terrenal para gozar un espacio del México nuestro. "Don Juan, don Juan", escuchamos constantemente. Ya sea en desayunos, conferencias, comidas, cenas, viajes por doquier. Sí, hombre seductor. Es y era impresionante el número de mujeres que lo querían escuchar o que simplemente deseaban estrechar su mano. Hombre apasionado de la charrería, vestido siempre impecablemente. Cuando leí su libro La doma mexicana. El arte de arrendar un caballo criollo comprendí su amor por México y su preocupación por las clases necesitadas. A mi compañera Rebeca Lizárraga, colega en El Universal, le relató algo significativo: "Para mí fue vital cuando me casé con mi primera esposa a la edad de 18 años. Recuerdo que fui a una capilla en el centro; llegué y hablé con un cura, pues estaba preocupadísimo de haberme casado por el civil cuando no existía una relación profunda con la que ya era mi esposa, y mi suegra me exigía que me casara por la iglesia". El sacerdote le preguntó: "¿Estás muy enamorado?" Juan le contestó: "sí, pero no es una situación de locura desenfrenada". Y le hizo preguntas intensas para luego apuntar: "Entonces no contraigas matrimonio por la iglesia; mejor espera. Si en el futuro consideras que vas a integrar un verdadero hogar, si estás convencido de que integrarás una buena familia, entonces decide casarte por la iglesia. Es importante estar consciente de que mejore la situación". No contrajo matrimonio y esto cambió su vida definitivamente. Sí, totalmente. Sé que la hija que nació de ese enlace falleció a los 18 años en un accidente. Hoy lleva 59 años de casado con Teresa Redo y Martínez del Río. Para todos, podría ser un récord Guiness, ¿o no? A lo largo de 84 años, una característica ha ido al lado de Juan Sánchez Navarro: vacas flacas y algunas no muy gordas. Hablo de cambios de una cancha a otra. Siempre estuvo contento de ser descendiente de la familia dueña del latifundio más grande de Iberoamérica y de ser un joven que vivía al día. Sufrió momentos amargos cuando se trataba de alimentar a su familia allá por los treinta. Hijo de general revolucionario supo enamorarse de hermosa dama de familia porfirista, Teresa Redo. Pero cuando se casó no contaba con la aprobación de la familia. También, cuando vivía en España simpatizó con las fuerzas derechistas pero militaba ?para no arriesgar su vida? en las filas republicanas. Sí, el mundo del constraste. "Enrique", me dijo una noche en la Embajada de España (don Eduardo Peña Abizanda ofrecía cena privada), para después continuar: "muy poca gente sabe que viví una infancia llena de problemas. Tuve privaciones contínuas..." Otros seres no saben que el actual accionista de una de las cervecerías más importantes, también trabajó para la competencia: Cervecería Cuauhtémoc. El tiempo siguió su curso y el destino lo convirtió en uno de los ideólogos y grandes defensores de los intereses del mundo empresarial. Una vez le oí ?estaba sentado junto a don Antonio Ariza Cañadilla? en uno de los salones del Club de Industriales unas palabras: "Cuando me nombraron ?Hombre del año? en enero de 1996 (revista Expansión) expliqué que la riqueza familiar había desaparecido porque mi bisabuelo Carlos tuvo la graciosa proyección de adentrarse en el área política, ?en favor de Maximiliano?, el cual lo designó ministro de la corte imperial..." Continuó en forma pausada: "Al triunfo de Juárez, el latifundio de la familia fue expropiado en 1866. Mi bisabuelo Carlos fue a la cárcel, donde permaneció dos años, y dos años después viajaba al exilio en París. Dos años más tarde, Benito Juárez otorga amnistía a los imperialistas y don Carlos regresa a México para intentar ?sin éxito? reconstruir una fortuna. Don Carlos muere en la pobreza". Se entiende aquí que Juan Sánchez Navarro heredó un nombre pero no riquezas. Don Juan Sánchez Navarro no habla el idioma de Shakespeare. Y esto tiene una historia: "Mi padre y mi familia eran antiyanquis, ya que los estadounidenses, durante la guerra de 1847, idearon lo que llamaron la Matanza de Palos. Mataron a muchos; sí, a muchos inocentes y causaron graves daños al latifundio de la familia. Fue una situación penosa para México que sólo se conoció hace poco tiempo cuando abrieron los archivos en Washington. Los hombres de Coahuila, ante la amenaza yanqui, salieron de las haciendas para integrar grupos guerrilleros y defenderse de los invasores. Se generó ?en el seno de mi familia? un odio profundo contra los yanquis y desde ese tiempo mi familia se negó a hablar inglés". Guardo una excelente amistad con sus hijos Juan, Miguel, Eduardo, Beatriz y Mercedes; con Miguel he colaborado en su editorial y en sus ediciones de México Desconocido. Juan y Tere Sánchez Navarro tuvieron siete hijos, veintiún nietos y cuatro bisnietos. Mi amigo es licenciado en Derecho y Filosofía, con largos estudios en España y Francia. A lo largo de varias entrevistas para El Universal, Televisa, Radio Fórmula y otros medios, he leído y constatado su presencia en el nacimiento de importantes libertades y organizaciones, sumando para el bien de México: libertad de cátedra en la UNAM; el PAN, el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios; la Canacintra; el Consejo Coordinador Empresarial; la conversión de la Cervecería Modelo en fortísima exportadora, además de que es orgulloso vicepresidente del Grupo Modelo y presidente del grupo financiero Bital. El grupo de la familia Polanco ?dueños del diario El País de España? dedica amplios artículos a sus libros Los orígenes de la idea de justicia, El concepto cristiano de la propiedad y Pensamiento empresarial mexicano. También gustó mucho su biografía escrita por Alicia Ortiz Rivera: Juan Sánchez Navarro: Biografía de un testigo del México del siglo XX (Grijalbo, 1997). Considero que a mí me entendió bien porque al leer el libro Una historia, muchas vidas (Concamin, 1995), Contreras Montiel relata que Gómez Morín le propuso crear una agencia de publicidad para "realizar campañas de carácter social con trasfondo político". Sí, también soy publicista. Don Rómulo O Farrill, otro de sus grandes e íntimos amigos (jugaban golf siempre con Francisco Corcuera, doctor Echeverría, Quique Corcuera, Mauricio de la Cruz, entre otros), me contó cuando don Juan y Enrique Contreras fundaron la empresa "Publicistas Mexicanos", que subió como la espuma porque Sánchez Navarro supo crear campañas comerciales que sustituyeron a las de tipo político que deseaba don Manuel Gómez Morín. Para los colegas periodistas que no están enterados, Juan Sánchez Navarro dirigió un año y medio Voz Nacional y luego redactó artículos para el diario Novedades. Luego fue invitado por don Pablo Díez, fundador de la Cervecería Modelo, para ser gerente de la firma. Hoy, esta empresa con ventas millonarias en dólares, es una de las más admiradas en el mundo. ¡Hasta Jacques Chirac se da el lujo de beber Corona en su casa y famosos restaurantes, acompañando la bebida de tequila Don Julio! La nostalgia se apodera de vez en vez de don Juan. "Con mucho esfuerzo, los Sánchez Navarro levantaron el más importante imperio ganadero y comercial del norte del entonces virreinato. Vean la suma de hectáreas: 7,500,000", indica Charles H. Harris III, autor de la obra El imperio de la familia Sánchez Navarro (1765-1867). Su latifundio familiar constituía una extensión que se comparaba a algunos países europeos, ya que duplicaba el territorio de Bélgica y se acercaba al de Portugal. Para finalizar mi comentario personal sobre algunos sucesos de la vida de Juan Sánchez Navarro, diré que este célebre mexicano recibió en España cátedras de maestros como Ortega y Gasset, Fernando de los Ríos, Luis Recaséns, Rafael de Altamira y otros. No creo que en México abunden en el futuro empresarios como don Juan, don Antonio Ariza o Alejo Peralta. México es otro.