Personalidad polifacética: A. Barrios Gómez

Agustín Barrios Gómez. (Foto: ARCHIVO/El Universal )
"Dentro del mundo frívolo de la opinión pública hay pocos que han logrado mantener el cariño de tanta gente por tanto tiempo", acentúa Agustín Barrios-Gómez Segués, hijo de uno de los periodista más discutidos y talentosos de México. Nuestro amigo y embajador Barrios Gómez dictó cánones de cómo realizar programas de televisión y documentales históricos. Su suma en el periodismo escrito, radiofónico y televisivo "es de ligas mayores". Felipe Ruiz de Velasco, uno de los íntimos de Barrios Gómez presume ?y con razón?: "Disfruté infinidad de viajes con Agustín en los que se transformaba en Cicerón, bebiendo con él los clásicos martinis muy secos que sólo saben preparar los verdaderos barman". A Barrios Gómez lo he visto volverse bailarín de samba, ser banca en un juego de bacarat, ser intérprete de sus propias canciones o plasmar un estilo particular cuando canta las composiciones de los grandes autores. Agustín siempre se volvía niño en segundos y gustaba de charlar con ellos animadamente. Este periodista de postín supo siempre ?con su ingenio y su acervo cultural? compartir todo con los amigos: discotecas, bares, barcos, carretas, carruajes, aviones, y, sobre todo, sus misiones diplomáticas en Canadá, Bahamas y Suiza. Conoce el mundo, conoció a todo mundo y sabe dominarse ante las circunstancias difíciles. Muchos de los inolvidables amigos de Agustín, así como sus más acérrimos críticos, concuerdan en que sus entrevistas y anécdotas con personajes de la talla de Perón, Mao, Fidel Castro, Nguyen van Thieu, etcétera, son de antología. Otro de sus cuates del alma es Joel Rocha (imitador excepcional de Sinatra y reconocido públicamente por éste cuando vivía), que también sabe hablar al punto de Barrios Gómez: "Él defiende a México como nadie (a pesar de que no entienden sus bromas de lo de ?Afriquita?) y sabe mostrar la espada de la ironía con los solemnes que le aburren en demasía. Es amigo del alma. Ama la amistad por encima de todo. Quienes lo conocemos, lo admiramos y lo queremos por su amabilidad, inteligencia y su inagotable conversación. Ahora no puede hablar como antes por su diabetes, pero en sus ojos y en su mente pasan constantemente los capítulos de la vida que él mismo se construyó..." Agustín Barrios Gómez siempre defendió las secciones de sociales donde nació como periodista y, por lo tanto, cuando existían los ataques de los mediocres ante las apariciones de Sánchez-Osorio y el que esto escribe, nuestro amigo ?y su aguda inteligencia? ratificaba lo que dice Monsiváis: "Detrás de cada cronista de sociales existe un novelista lo quiera ser o no". En su piso de Reforma, donde Patricia y él organizaban festejos de una gran originalidad, me dijo en una cena: "Yo entiendo la amistad como el único camino de consolidar la paz en el globo terráqueo." Barrios-Gómez Segués, hijo de esta extraordinaria pareja que forman Barrios Gómez padre y una mujer de su tiempo, como lo es Patricia Segués de Barrios Gómez, opina que su padre es una persona compleja. "Respecto a la vida mía con el personaje, la gente se imagina interminables sesiones de debate intelectual entre padre y primogénito, como cualquier Sócrates y Platón. La verdad es mucho más sencilla y, obviamente, mucho más profunda". Barrios Gómez Segués me miraba ?en reciente comida en su casa? para sumar en comentarios: "Mi papá siempre me ha enseñado con su ejemplo y, por lo mismo, lo más importante que me ha dejado ha sido, nada más ni nada menos, parte del secreto de la felicidad. Este maravilloso aprendizaje lo obtuve a través de varios años como hijo de un personaje de televisión, embajador, periodista y miembro activo de todas las sociedades que lo han rodeado en cuatro países donde hemos vivido." Agustín padre también sabe escuchar cuando su hijo le dedica palabras de emoción absoluta: "Puesto de manera muy sencilla siempre se ha dedicado a lo que más quería hacer en ese momento, dentro de un marco de responsabilidad y cumplimiento con México. Y, otra gran lección de él, mi padre nunca se tomó en serio, lo cual se ve reflejado en su amor por las anécdotas". Y tiene razón Agustín hijo al apuntar que este estupendo comunicador es una combinación formidable, una mezcla de cualidades que forman parte de un atractivo que ha trascendido generaciones, géneros y nacionalidades. Lo mejor de Barrios Gómez ?acota Patricia Segués? es que "durante todo ese tiempo de periodista y de vida familiar, no le ha sido necesario ni actuar un papel, ni crear una máscara, ya que siempre ha actuado como es él. Por eso entiendo que para mi hijo Agustín esto sea otra lección del Sócrates de su vida". También Patricia Segués expresó lo suyo: "Barrios Gómez es el enfant terrible que sabe sobrellevar con señorío sus padecimientos. No he querido referirme a los éxitos, que me obligarían a un repaso existencial mostrando su genio, inteligencia, creatividad, audacia y hasta temeridad. Yo siempre daré fe por escrito de la generosidad, desprendimiento, esplendidez, etcétera, que por décadas regaló a sus amigos dentro de una sencillez personal, sin jactancia ni soberbia..." Barrios Gómez siempre quiso responder a la necesidad de un amigo. Supo también percibir ventajas para el prójimo y ofrecer ayuda. En un mundo de difícil competencia donde sobresale al envidia y el resabio, Barrios Gómez extendía su mano para resolver problemas con sentido humano. Emilio Azcárraga Milmo y Miguel Alemán Velasco gozaban de sus juicios mordaces y de los sarcasmos que dirigía sólo a una sociedad que consideraba desigual y mal desarrollada. O sea, Agustín Barrios Gómez no contaminó las relaciones afectivas con su visión desencantada. Claudio Landucci Dell Unto con su agudeza muy italiana apuntala: "El sentido del humor de Barrios Gómez es único. Es ocurrente, espontáneo, nada solemne. Es un ser que ha sabido vivir como pocos. Y claro: todos los que conocemos a los Barrios Gómez somos personas privilegiadas porque contamos con su amor desinteresado. Me uno a Castro y Castro en el sentido de que debemos seguir caminando con Agustín en vida y en la mente, como verdaderos vencedores y, sobre todo, como hermanos." Él es auténtica leyenda del periodismo mexicano. ¿Quiénes podrán olvidar sus leidísimas columnas "Ensalada Popoff" y sus certeros "Cincomentarios"? Agustín rebasó ?en otras áreas? a periodistas de la calidad de Carlos Denegri, Carlos León, Duque de Otranto. Él es un personaje periodístico que brilla con luz propia y el mundo empresarial internacional y de México lo respetó por su audacia y por querer sumar. El homenaje para Barrios Gómez se ha ido retardando pero Landucci prepara un bello libro, el cual aparecerá pronto en el mercado de los libros de cabecera porque es importante reconocer en este hombre a una de las figuras más célebres que hayan surgido en México. Agustín Barrios Gómez ha trascendido dentro de los cánones de su profesión y más allá. Como amigo de él le dedico este espacio en el libro La mitad de nada, y digo orgullosamente: "Hay que saber dedicar pensamientos a quien siempre nos brindó su mano. Barrios Gómez forma parte contundente de la historia del país que más ha amado ?su México querido? y por el cual ocupa un lugar preponderante entre las celebridades más sobresalientes con absoluto mérito propio." Y despido esta semblanza o perfil de Barrios Gómez con sus propias palabras: "Deseo un país bien estructurado, fuerte, que sea la suma de los esfuerzos de todos sus hijos y éstos serán más fieles y útiles al conglomerado social en la medida en que cada hombre se empeñe personalmente en cumplir con su misión. Cuando rememoro algunas de mis producciones periodísticas o televisuales, como la columna Ensalada Popoff o los programas Duelo de Dibujantes o Mesa de Celebridades, siento, al lado de la natural nostalgia, la alegría que entonces sentía y que renace en mí, porque lo que hemos hecho con dedicación, con integridad, despierta siempre buenos recuerdos, que compensan con creces, el pertenecer al pasado".* Agustín Barrios Gómez se despidió del periodismo y de sus actividades el sábado 26 de agosto de 1995 con un extraordinario resumen que publicó en El Universal, plasmando brevemente su apasionante vida de comunicador y amigo de la amistad del corazón. Sí, 47 años de periodismo de una personalidad polifacética. ¿Tiene usted su "Cincomentario"? ¡Escríbalo! * Entrevista publicada en El Universal, el día 16 de marzo de 1999.





