La conjunción del arte y la moda

MUESTRA. Visitantes recorren una instalación, durante la muestra "Obsesión Infinita" de la artista japonesa Yayoi Kusama, en el Museo de Arte Latinoamericano en Buenos Aires (MALBA). (Foto: Xinhua )
Yayoi Kusama recuperó el protagonismo cuando, en 1993, se instaló motu proprio en la Bienal de Venecia llamando la atención de prensa y público con una obra audaz. Pero su gran salto al estrellato mediático llegó con el contrato de Louis Vuitton para intervenir sus carteras de clásico monograma monocromático.
El paso de los lunares a los bolsos provocó una estampida de precios para la marca y de popularidad para la artista nipona cuya muestra en Malba fue visitada ya por 35 mil personas, promedio de 2500 personas por día. Un récord.¿Es una buena noticia decir que el arte está de moda? Si se piensa que la naturaleza de la moda es justamente su condición efímera, esta alianza tira por la borda la idea acuñada durante siglos de considerar a la obra de arte un valor eterno, caso La ronda nocturna, de Rembrandt, ayer celebrado por Google a 407 años de su nacimiento.
Pero lo efímero parece un signo de los tiempos del que no escapa el arte, basta pensar en los tiburones del inglés Hirst. En cuanto a la moda argentina, hoy ingresa en los dominios del arte con la inauguración de los mejores diseños de Gino Bogani en el CCR. Bogani proyectó su carrera de modisto desde la trinchera del arte. Gran colorista, arriesgó combinaciones inéditas y creó un estilo, que es la meta de cualquier artista.
No está de más recordar que la alianza moda y arte es una deuda con Diana Vreeland, legendaria editora de Harpers Bazar, directora de Vogue y creadora del departamento de moda del Met neoyorquino.
rad





