Karl Lagerfeld recoge sus frases más polémicas en un libro
El polémico diseñador Karl Lagerfeld es famoso por su colaboración con la firma Chanel y pasará a los anales de la moda por algo más que por sus geniales diseños, también debido a su peculiar forma de concebir la vida y el sector. Sus mejores aforismos se reúnen en un nuevo libro, "El mundo según Karl" .
Este alemán de edad incierta (dice "no recordar" cuando su madre, Elisabeth, le trajo al mundo) deja frases peculiares en cada una de sus entrevistas y es que a Lagerfeld no le gusta pasar desapercibido, pese a que asegura en el libro que es un "amnésico" del pasado reticente a escribir sus propias memorias.
"Mi vida consiste en olvidar lo que hago" , explica el artista en "El mundo según Karl" (Lunwerg) , una especie de biblia propia en la que se recogen frases de Lagerfeld sobre el lujo, el estilo, la fama, el diseño y la moda, entre otros. Si la posteridad es algo vacuo para este alemán "ultramoderno" , como se le define en el libro, el trabajo y el esfuerzo sí son importantes.
Sin embargo, su concepción de la vida laboral se aleja de la normalidad, como en realidad lo hacen todas sus aseveraciones, y es que a Lagerfeld no le interesa "ser normal" , puesto que su marca no la construyen solo la calidad de sus diseños, sino también esa personalidad arrulladora e incierta que no se sabe si pertenece al propio diseñador o es solo una falsa construcción para hacer "cash" .
Detrás de sus gafas, que son su "burka" , se esconde la verdadera persona, esa a la que le obsesionan los libros, la fotografía y la moda. "Actúo las 24 horas del día, toda mi vida es una pantomima" , asegura el alemán en el libro, que ha recopilado las sentencias vitales de Lagerfeld a partir de documentales, periódicos y libros.
La obra, escrita por Jean-Christophe y Sandrine Destournelles, refleja la "ambigüedad y la insatisfacción permanente" del diseñador de una manera "mucho más íntima" que otros libros sobre el artista, explica el director editorial de Lunwerg, Javier Ortega.
Lagerfeld solo bebe Coca-cola y es un perfeccionista, aunque otras manías completan el retrato de este diseñador hijo de todos los tiempos, estiloso en su forma de llevar guantes, broches, corbatas y trajes de cuadros, mordaz y controvertido. Por ejemplo, siempre compra tres libros: uno para leer, otro para recortar y un tercero para guardar en su enorme biblioteca, su reducto de paz.
La soledad no le asusta, al contrario, le gratifica: "nunca me siento solo, la soledad es un lujo" , dice este ser tan especial que arroja opiniones férreas sobre casi todo. Lo políticamente incorrecto es su debilidad y la provocación la ley con la que rige su vida y su marca: "siempre hago lo que se supone que no debería hacerse" , sentencia Lagerfeld en una de las frases del libro.
La moda que confecciona para Chanel, con quien comparte la idea de que lo único que permanece es "el estilo" , nace de lo más recóndito de sus sueños (siempre tiene un cuaderno de dibujo en la mesilla de noche") y huye de trasfondos intelectuales.
La cháchara erudita le provoca rechazo y sus diseños también defienden el arte por el arte y la belleza de lo efímero. "El objetivo de la moda es que la gente se sienta bien, no se trata de expresar el sufrimiento y la desdicha con tafetanes" .
París, Milán y Nueva York suelen ser testigos del trabajo de Lagerfeld, un hombre que ronda los 80 años y que, sin embargo, mantiene la ingratitud y el fervor más adolescentes. Desafía la máxima de que cualquier tiempo pasado fue mejor y su única ancla es el presente, "no tengo archivos" , dice en el libro.
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