Restaurar aumenta el valor de una obra
Reparar un objeto decorativo, una obra de arte, es el objetivo de la restauración, que también tiene como fin que éste no pierda su esencia, que sea capaz de transportar al observador a la época en la que fue hecho. María Antonieta Lloréns conversó con EL UNIVERSAL sobre esta disciplina, actividad de la que se desconoce el origen, pero que se inicia seguramente en la plástica, que es lo que más se restaura; después se incursionó en las porcelanas, que se pegaban con clara de huevo, algunos de esos trabajos se conservan hasta la fecha. Nuestra entrevistada posee una pieza restaurada hace 70 años con esta técnica. Mucha gente tiene en casa alguna obra de arte, pero muy pocos son conocedores. "Saber cuándo dar mantenimiento es difícil, nos dice la restauradora Lloréns, porque la gente puede ver su obra muy bien, incluso yo he sugerido a algunas amigas que de perdida les den una limpiadita, y no porque quiera yo hacerlo." La mayoría de las personas que adquieren obras de arte, pinturas que es lo que más se restaura, las compran en los bazares. "Tengo amigas que han adquirido pinturas fabulosas en La Lagunilla. Los vendedores no conocen la firma del autor, hay obras que no están firmadas en el frente, sino atrás. Ya tienen su obra, dejan pasar el tiempo y la pintura se va deteriorando, entonces ya va requerir de más trabajo y sale más cara la reparación, pues los materiales son costosos. Las pinturas son lo que más se restaura o porcelanas antiguas y de valor estimativo". El valor de una obra no se pierde con una restauración, "al contrario, sube de precio o de valor si la restauración está bien hecha. La mayoría de la gente piensa que este trabajo tiene que ocultarse, no es así, las restauraciones pueden ser visibles. El valor de una obra es por la firma del pintor y los años que tiene. El trabajo de reparación debe poder quitarse fácilmente también, para corregirse en caso de que esté mal hecho, si es así, al retirar la obra no se dañará. Es importante puntualizar que una obra restaurada no pierde su valor, al contrario, luce más". Este tipo de "salvamento" no se requiere nada más en el caso de las antigüedades, lo mismo se puede restaurar una obra nueva porque se haya roto, rajado... en este caso, su arreglo no es muy caro. "Restaurar es tomar algo que está maltratado y tiene que ser rescatado, una pirámide es restaurada y no por eso pierde su valor", puntualizó Lloréns. "Si se rompe un lladró, por ejemplo, que es una porcelana fina y se trata de un pequeño desperfecto que se pueda restaurar, vale la pena arreglarla, pero si se rompe en ocho pedazos, no tiene caso porque ya no vale nada, no se trata de una antigüedad, es una pieza moderna, es mejor comprar otra", señaló la restauradora. Las porcelanas que valdría la pena restaurar serían las porcelanas antiguas como podrían ser piezas del XVII, XVIII o XIX, o un plato prehispánico, una pieza de las dinastías chinas, pero las porcelanas modernas que abundan, no valen el gasto según nos dijo. En su opinión, lo más bello de las cosas antiguas es una pintura, "si en tu sala colocas un cuadro valioso, elevas la importancia de todo lo que tengas en ella, contemplas algo bonito. Hay cuadros preciosos que te relajan, un tibor que adquiriste y del que quieres sacar historias, tener algo antiguo en tu casa te ayuda a sentirte bien, la casa es para el reposo, los problemas se dejan en la puerta". Finalizó: "Ahora hay más interés por conocer museos, piezas antiguas, pinturas, es lo que más hay, ojalá que esto provoque una mejoría en los trabajos de restauración".
Difícil trabajar porcelanas, bronces y tallas
"Es necesario ver la pieza para determinar la dificultad de la restauración. Hay porcelanas que son muy difíciles porque están rotas en muchos pedazos o porque le falta una parte a la pieza o por el tipo de pintura que tiene. Según la pieza es la dificultad. A los bronces en realidad se les limpia; la platería antigua hay que limpiarla y si está abollada, con mucho cuidado se le saca el golpe, si le falta un pedacito, eso ya no se repone, se queda la pieza como está."
El costo
María Antonieta Lloréns explica que el costo de la restauración es a criterio del restaurador, porque no existe una tarifa regulada. "Si es un cuadro de tales dimensiones se cobra tanto, en la porcelana del siglo XVII es tanto y si es china tienes que cobrar X. No, esto es distinto, se puede ser un restaurador muy bueno y no cobrar nada a un amigo, aunque se trate de una obra antiquísima, no es algo que tenga un precio fijo, solamente viendo la pieza es cuando se sabe si se puede restaurar y cómo.
Combinación de piezas modernas con antiguas
"Si en un comedor se coloca una sopera del siglo XIX ese solo objeto antiguo levanta la decoración de la casa. Un jarrón, una lámpara de mesa, una pieza de plata antigua dan un toque especial a una decoración moderna. Por otra parte hay casas llenas de antigüedades, en ese caso debería colocarse una pieza moderna para romper con la monotonía."
Experiencia y conocimientos
Según nos comenta, sucede lo mismo que con un médico, "un médico recién egresado se descontrolaría ante una operación delicada, para ello requiere experiencia, conocimientos y mucha sangre fría; es lo mismo con la restauración, con el tiempo se adquiere experiencia y nada más de ver la obra se sabe lo que necesita y cómo hay que trabajarla", nos dijo.
CÓMO LIMPIAR UN CUADRO
Sacudir con una franela suavecita para quitar el polvo Si tiene marco antiguo dorado también se sacude con la franelita, si es un marco de madera se le puede poner aceite ¡Nunca agua y jabón! Existe el mito de que las pinturas se pueden limpiar con una rebanada de papa que "limpia" enseguida, pero al poco tiempo empieza a producir hongos, lo que deteriora la pintura No olvide que la restauración de una obra de arte la tiene que hacer un experto, porque tiene los conocimientos y la paciencia necesarios para hacer el trabajo





