Queman a políticos en ritual religioso

FESTEJO. Varios políticos fueron quemados en Puebla simbólicamente en la tradición que tiene varias décadas. (Foto: CARLOS PACHECO NOTIMEX )
PUEBLA. Vecinos que celebraron la fiesta popular de la “quema de los judas” en colonias de Puebla y Monterrey, Nuevo León, escogieron a varios políticos para ser los “diablos” incinerados, principalmente a los candidatos presidenciables rumbo a las elecciones.
Como hace más de 70 años, cientos de poblanos se congregaron en la plazuela del Barrio del Artista y se organizaron para que simbólicamente “ardieran” algunos personajes.
Fueron 10 figurillas quemadas, las cuales estaban elaboradas con carrizo y papel china.
El Comité Directivo del Barrio del Artista, que asocia a pintores y diversos artistas plásticos de Puebla, invirtió alrededor de cinco mil pesos para la preparación de las figuras a escala, las cuales fueron acondicionadas con artefactos pirotécnicos.
Queman a “traidores”
El humor de esta costumbre trata de quemar a “traidores y amigos”, y en esta ocasión incluyó a personajes como el actual mandatario poblano Rafael Moreno Valle; el secretario de Seguridad Pública, Ardelio Vargas; y los candidatos a la Presidencia: Josefina Vázquez Mota, Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri de la Torre.
También lanzaron a las llamas al ex gobernador priísta Mario Marín Torres, y a algunos miembros de su ex administración. Esta tradición nació durante la Conquista, ya que los franciscanos prendían fuego a Judas Iscariote representado por muñecos hechizos cada Sábado de Gloria.
“Arde” Larrazabal
En Monterrey, Nuevo León, en la zona La Obrerista, en el centro, se “quemaron” los diablos que representaban a Felipe Calderón, Fernando Larrazabal, Josefina Vázquez Mota y de Raúl Rocha.
Los diablos, rellenos de cohetes, no sólo representaban a políticos y empresarios de la entidad, también se incluyeron a jugadores del club de futbol Rayados, a unas horas de realizarse el clásico norteño 92.
De acuerdo con Eleazar García, uno de los organizadores, esta tradición inició en Monterrey en la década de los años 40.





