LEÓN

El gobierno municipal puso en manos de la empresa privada Limpieza y Reciclados del Bajío (Lyrba) SA de CV el negocio de la basura, desplazando del mercado a cientos de pepenadores y a los propietarios de centros de acopio que se pusieron en pie de lucha “en contra del monopolio”.

Durante 20 meses, sin competencia, Lyrba operará el acopio único para la separación, clasificación y comercialización de los residuos sólidos urbanos y de manejo especial, que le redituará ganancias millonarias.

La empresa se quedará con la mitad de ganancias y el otro 50% lo entregará al municipio, informó el regidor del Partido Verde Ecologista en el ayuntamiento, Daniel Olaf Gómez Muñoz.

El 23 de agosto, el ayuntamiento, de mayoría panista, autorizó al edil Ricardo Sheffield Padilla firmar el contrato con Lyrba a través de su representante legal, José Gabriel Orozco Montes de Oca, por un año ocho meses, debiéndose ratificar por la administración municipal subsecuente (que inicia en octubre de 2012), establece la cláusula séptima del contrato.

En León operan entre 250 y 300 bodegas de reciclaje que compran productos como plástico, cartón, papel, aluminio, chatarra, señaló José Ángel Mora García, delegado del Instituto Nacional de Recicladores (Inare).

El líder percibe a Lyrba como gigante en la cadena de reciclado, compra y comercialización que ha sido favorecida por el gobierno que cerró las puertas a los demás recicladores y pepenadores propiciando un conflicto social.

Así, hombres y mujeres, sobre todo adultos mayores dedicados a la pepena y reciclaje, han salido a las calles en plantones y marchas a exigir justicia, respeto a su derecho al trabajo, libertad para recoger basura en las calles y que se dé marcha atrás al contrato de exclusividad. A la disputa se sumó el repudio del clero en apoyo a los que han perdido su trabajo.

“Los explotadores se dieron cuenta que la basura es fuente de riqueza ... Ni siquiera de lo que se desecha se permite sobrevivir al más necesitado”, estableció la Arquidiócesis de León en su editorial de su semanario Gaudium.

Millonarias ganancias

La basura que se recoge en León, mil toneladas diarias, reciclada en su totalidad podría dejar beneficios por 285 millones de pesos anuales, estimó el regidor del Verde, Daniel Gómez.

La permisionaria, dijo el edil, recibirá 200 toneladas de basura al día porque ahora en sus bodegas no tiene capacidad para más y estimó que entregará 12 millones de pesos al año a la tesorería municipal.

El Inare estimó que Lyrba ganará unos dos millones a la semana de inicio. El material reciclado lo vende a los chinos, señaló.

El regidor consideró que el contrato con Lyrba puede propiciar una práctica monopólica con sueldos menores. “Ahí es donde los pepenadores no están de acuerdo porque están ganando menos y ellos trabajan más”.

Consideró ante el cabildo que debe darse el permiso al menos a tres empresas más.

Amparos

La Unión de Recicladores de León (URL) prepara la defensa legal con la promoción de un amparo contra el ayuntamiento para la protección de más de 130 recicladores por la violación a su derecho al trabajo lícito y en contra del monopolio inconstitucional derivado de un acuerdo de gobierno, informó el líder de la organización, Salvador Muñoz Acosta.

En defensa, el alcalde Ricardo Sheffield fustigó las protestas porque “atrás de los pepenadores están sus seudopatrones. Son cuatro o cinco leoneses, muchos de ellos jugando gol en el Campestre o en el Club del Bosque, cosa que me consta. Haciéndose ricos a costillas de los recursos públicos y explotando a esos pepenadores”, dijo sin dar nombres.

José Álvarez Ruiz, propietario de un centro de acopio, comentó que los pepenadores se quejan de que en las bodegas de varias zonas de la ciudad “no les quieren comprar el PEP o cartón… porque los dueños temen que inspectores del Sistema Integral de Aseo Municipal o de Desarrollo Urbano los multen o clausuren”.

El dirigente del Inare señaló que la organización no está en contra de Lyrba, sino del monopolio porque “eso está mal, el contrato único afecta a miles de familias de recicladores, pepenadores, de pequeños bodegueros y de grandes bodegueros, que desde hace dos semanas no han comprado nada, ni un kilo de plástico, en casos por temor y otros porque los pepenadores ya no les llevaron”.

La secretaria del ayuntamiento, Mayra Enríquez, dijo que no es posible revocar el contrato por las implicaciones jurídicas para la autoridad y porque no debe permitirse que sigan en operación los tiraderos irregulares.

“Lo que sí se tiene que hacer es meter a otras empresas para que se quite la duda de que existe en términos de favorecer a una empresa”.

El director del Sistema de Aseo Municipal ofreció en forma verbal un plazo de seis meses a los centros de acopio para que se regularicen.