ZACATECAS

Las redes sociales utilizadas por la población civil en 15 entidades del país han servido como plataformas de alerta y escudo ante la ola de violencia registrada en los últimos meses, situación que ha rebasado y obligado a las autoridades gubernamentales a modificar sus estrategias de comunicación con la sociedad e incursionar en la misma red.

Sergio Octavio Contreras Padilla, profesor de comunicación en la Universidad de La Salle-Bajío, fundador del Grupo de Investigación en Comunicación (GIC) y analista de este fenómeno, considera que en el último año las redes sociales (Facebook y Twitter), incluso el canal de videos YouTube, superaron a la comunicación social oficial, por ello, gobiernos, gobernantes y procuradores mediante cuentas institucionales o personales dan sus versiones sobre hechos delictivos.

Reconoce que la estrategia utilizada “es buena”, pero señala que ha sido “ineficiente” porque no han logrado un verdadero impacto en las redes sociales, “mucho menos en la población”, debido a que los usuarios civiles no forman parte de sus contactos y la gente sigue creyendo más en lo que sus “conocidos” informan en internet.

María Elena Meneses, coordinadora de la cátedra “Sociedad de la Información” del Tecnológico de Monterrey, expresa que el poder de las redes sociales para alertar a la población sobre enfrentamientos, bloqueos y situaciones de riesgo “se sobredimensiona”, porque sin desvirtuar las bondades informativas de estas plataformas, se deben ponderar los desiguales niveles de acceso a estas fuentes electrónicas de información en el país.

De 112 millones de mexicanos, 30 millones tienen acceso a internet. “Es una penetración de la cuarta parte de los habitantes. Ahora, de esa cuarta parte de usuarios de internet, ¿cuántos realmente utilizan las redes sociales con un sentido constructivo y ciudadano? Yo creo que muy pocos”, afirma la investigadora Meneses.

A eso, menciona, debe agregarse que la mayoría de los mexicanos que usan, por ejemplo, Twitter se distribuye en las ciudades de Guadalajara, Monterrey y el Distrito Federal; “los medios tradicionales (radio, prensa, televisión) siguen siendo los principales diseminadores de información, mientras que los sitios web adquieren carácter de ‘fenómenos urbanos netamente’”.

En una revisión, el especialista Contreras Padilla detectó que en febrero de 2010, las primeras alertas de balaceras ocurrieron en Torreón a través de Twitter, herramienta que junto con Facebook, en los siguientes dos meses también se emplearon en Morelos, Estado de México y Tamaulipas.

Menciona que al clasificar la intensión de uso de las redes se percató que en Jalisco, Zacatecas y Durango eran empleadas para alertar sobre balaceras; en Veracruz, Nayarit y San Luis Potosí se emplearon para advertir sobre secuestros y extorsiones.

Estas tres plataformas en Chihuahua, Tamaulipas, Sinaloa, Guerrero, Morelos, Coahuila y Nuevo León advertían sobre hechos violentos, igual que en el Distrito Federal, aunque en este ultimo lugar también se empleó para la prevención, ya que los usuarios exhibían números telefónicos de secuestradores y extorsionadores.

Comenta que algunas de estas redes ciudadanas “desestabilizaron, incomodaron y rebasaron” en la información a varios gobiernos estatales que sólo utilizaban los medios convencionales para informar “de manera limitada” algún un hecho delictivo.

Grupos como Retomando La Seguridad (Monterrey), Contra la Inseguridad en Torreón (Coahuila), Ciudadanos Vigilando (Zacatecas), Sin delincuencia (Morelos), Basta Inseguridad (Veracruz) y México vs Narcotráfico (Colima) han ganado espacios.

A través de Twitter, por su parte, la Secretaría de Educación de Coahuila alerta a maestros sobre la inseguridad, mientras que Durango recientemente habilitó @sspdgo para informar sobre la seguridad en esa entidad.

La Secretaría de Seguridad Pública de San Luis Potosí designó una página web y, a su vez, por medio de Facebook otorga información en forma inmediata sobre reportes de seguridad.

Al analizar este fenómeno, Sergio Octavio Contreras refiere que a nivel nacional, las redes sociales se han convertido “en una plataforma de comunicación civil, independiente y sin censura”. El especialista señala que el mayor impacto se tiene en las zonas urbanas, pues se estima que una quinta parte de la población de las ciudades tiene acceso a internet, a diferencia de la población rural (limitado en 66%) al no tener este servicio.