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Gustavo de la Rosa Hickerson, visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chihuahua, hoy en el exilio en El Paso, Texas, no descartó que fueran sicarios al servicio del narcotráfico los responsables del asesinato de la luchadora social del Valle de Juárez, Josefina Reyes, por lo que rechazó, en principio, que haya sido el Ejército.

Calificó el crimen como un acto de “terrorismo” contra la población, en el marco de la lucha de grupos antagónicos que se disputan el control de Valle de Juárez, por ser una de las rutas más valiosas y estratégicas para el trasiego de drogas hacia Estados Unidos, pero el más peligroso del mundo.

¿Qué piensa de este crimen contra Josefina Reyes?

Pienso que es un acto de terrorismo familiar y ciudadano, visto dentro del marco de la lucha de los cárteles, cuyas estrategias han rebasado las maneras clásicas de conducirse. Antes aplicaban sus sanciones sólo a las personas involucradas en el negocio del narcotráfico, pero de julio a la fecha hemos advertido que han extendido su guerra a la destrucción de las familias de aquellos que tuvieron un negocio lícito o ilícito con el cártel de enfrente. En el caso de Josefina, un hijo (Miguel Ángel) se empleó como mecánico de La Línea.

¿Tiene la convicción de que el asesinato es atribuible al narco?

Los datos nos dicen que en el Valle de Juárez actúa un comando de limpieza y erradicación del cártel de La Línea, y de todo aquél que tuvo o tiene que ver con esta organización. Han asesinado a niños, mujeres y a familias completas.

¿Es una venganza porque el hijo colaboró con La Línea?

Más que una respuesta es como una advertencia a todos de que el cártel (de Joaquín El Chapo Guzmán) puede matar a todo mundo.

¿Y las voces que atribuyen el asesinato al Ejército?

Yo no me atrevería a afirmar que el Ejército específicamente mandó matar a Josefina, y los elementos que tengo es que es una agresión por parte de un comando de asesinos que ha estado circulando en el Valle de Juárez, y que básicamente pertenece a la organización de El Chapo Guzmán, aunque también hay comandos de La Línea que están actuando.

¿Cómo es la situación en el Valle de Juárez?

Esta zona del Valle que va desde El Sauzal hasta El Porvenir, de unos 60 kilómetros, que corre a lo largo del río Bravo, está exclusivamente bajo la vigilancia del Ejército, y de julio para acá en esta zona se han cometido más de 50 homicidios muy sanguinarios. Esto nos ha llevado a afirmar que hay cierta pasividad del Ejército para detener a estos sicarios, y pudiera obedecer a la impericia o a la infiltración del narcotráfico en la institución, por ello hemos pedido que se investiguen las dos hipótesis.

¿Pero cuál fue el motivo que llevó a la ejecución de Josefina Reyes?

La hipótesis que he venido manejando es que a Josefina la mataron para aterrorizar a los poblados del Valle de Juárez y enviándoles este mensaje: Si pudimos matar a Josefina, podemos matar a cualquier gente.

¿Pero quiénes la mataron?

Un hijo de Josefina fue detenido porque era mecánico al servicio de La Línea, y seguramente los que la mataron son del cártel contrario para aterrorizar a los del Valle.

¿Qué hay que hacer para resolver este caso?

La exigencia es muy sencilla, que la PGR se haga cargo del asunto, que encuentre a los culpables, no nos interesa que al final digan: es que el hijo de ella pertenecía a La Línea, pues eso ya lo sabemos, ese no es el problema, sino por qué chingados mataron a Josefina y quién la mató. Es todo.