GUANAJUATO, Gto.— Cientos de vacas han muerto por la mordedura de vampiros migratorios que se ocultan en las cuevas de la serranía del norte del estado, en los límites con Querétaro, lo que ha generado pérdidas cuantiosas a ganaderos y campesinos de las rancherías del municipio de Xichú.

En la oscuridad, la plaga de murciélagos chupa la sangre de los animales y les transmite el virus de la rabia paralítica, informó el director general de Ganadería de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario del gobierno estatal, Marcelino Balboa Guerra.

Por su parte, el alcalde de Xichú, Perfecto González Carbajal, explicó que hay alarma entre los ganaderos, ya que las vacas “amanecen con mordeduras y escurrimientos de sangre en el pescuezo. A los pocos días se derrengan, se ponen bravas y en una semana se mueren”.

Los decesos masivos se registraron en diciembre y enero, sobre todo en los corrales de las comunidades La Laja, Calabazas, Palomares y el Platanal, de Xichú, aunque hay versiones de que antes murieron algunas vacas en el poblado de Arroyo Seco, en Querétaro, señaló el alcalde.

Los murciélagos hematófagos además atacan a caballos, borregos y cabras; pero no hay evidencias de que hayan agredido a seres humanos, detalló el funcionario Marcelino Balboa.

Apuntó que en junio pasado recibió los primeros avisos de animales muertos por “rabia paralítica”, como consecuencia de mordeduras de murciélagos, por lo que se desplegaron brigadas de vacunación de los bovinos.

Balboa Guerra dijo que se analizan dos cerebros y una canal de vacas en laboratorios de Guanajuato y Querétaro para clarificar la situación. De acuerdo con los afectados, han muerto cerca de 300 reses, y cada animal tiene un valor de entre 3 y 4 mil pesos.