TIJUANA, BC.— Por su posición geográfica, al encontrarse en la puerta del principal mercado de drogas, Tijuana es clave para la operación de grupos del crimen organizado, así que la disputa entre bandas rivales para lograr su control mantendrá latente el riesgo de violencia, admitió el alcalde local, Jorge Ramos Hernández.

Esta lucha y las reacciones contra los golpes asestados por la autoridad (detención de cabecillas y decomisos de drogas, principalmente) son la causa de los brotes violentos en la ciudad, los cuales obligan a mejorar las estrategias de respuesta. Para ello se ha solicitado apoyo especial al estado y a la Federación, explicó el edil panista.

Aunque mermado, el cártel creado por los hermanos Arellano Félix (CAF) a principios de los 90, mantiene aquí el mando, pero, conscientes de la importancia de la plaza por ser el trampolín que permite la entrada de drogas al estado más rico de la nación más poderosa del mundo, sus rivales saben que quien tenga a Tijuana tiene el poder. “Tan es así que hoy opera el cártel de Tijuana” en lugar del CAF.

Un analista que pidió el anonimato explicó lo anterior y detalló que el control actual del cártel está en manos de quienes fueron lugartenientes del CAF, lo que explica las disputas internas y el surgimiento de diferencias y hasta enfrentamientos entre ellos, incluso con importantes bajas.

“Las pugnas por las plazas siempre han existido, no es algo nuevo ni va a terminar aquí mañana porque es un poder que siempre van a querer otros. En este caso, el cártel de Sinaloa y el del Golfo van a querer ampliar sus dominios o espacios”, dijo.

“El que tiene Tijuana, tiene el poder y desde luego va a haber muchos grupos que van a querer quitarlo”, abundó.

Obligados a cambiar de delitos

Su principal estrategia es mantener el poder económico, para ello han diversificado sus actividades, y ante el freno de las autoridades al tráfico de drogas recurrieron al secuestro, incluso a delitos del fuero común como atracos bancarios, robos de vehículos y hasta asaltos a casas habitación.

Otra actividad controlada por estas bandas es la venta de drogas al menudeo. Aunque al principio no era muy tomada en cuenta, con el tiempo cobró importancia por los millones de dólares de ganancia que genera, señaló por su parte el antropólogo Víctor Clark Alfaro.

El cártel dominante no se dedica específicamente a esta actividad, pero sí controla a quienes lo hacen. Éstos tienen que pagar “derecho de piso” para poder operar.

Según Víctor Clark, estudioso del fenómeno criminal desde hace más de dos décadas, Tijuana y Playas de Rosarito son los municipios estratégicos para el tráfico de drogas y otras actividades criminales.

Tijuana es el trampolín al estado considerado más rico del mundo, y los litorales de Playas de Rosarito son la entrada clave para toneladas de mariguana y cocaína provenientes de Sudamérica. Aquí es donde termina la ruta antes de llegar a su destino final, explicó.

Esta ciudad no sólo es importante por tener la garita más transitada del mundo, la de San Ysidro, California, que cada día registra el paso de más de 50 mil vehículos particulares y cerca de 30 mil peatones.

Conocedor de las más secretas estrategias policiacas, el analista anónimo reveló que la capacidad de respuesta de la autoridad a las expresiones de las bandas criminales es muy limitada, así que pensar en abatirlas es una utopía.

“Sólo puede evitar que hagan sus cosas con cinismo, a la vista de todos, obligar a los criminales a permanecer en la clandestinidad. La policía no se mete entre las patas de los caballos”, afirmó.

Consideró que entre 2003 y 2004, la operación del CAF creció de manera exorbitante, aunque entonces la estructura original estaba muy mermada y quienes fueron lugartenientes de los fundadores habían tomado el poder, así que dejó de ser “cártel Arellano Félix” para convertirse en el “cártel de Tijuana”.