Caen en NL 11 miembros de dinastía Pedraza
Elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) detuvieron a 11 presuntos narcomenudistas de la banda La dinastía Pedraza, entre los que se encuentran dos agentes municipales de Santa Catarina, Nuevo León, que presuntamente trabajan al servicio del cártel del Golfo, y que podrían estar relacionados con el asesinato de cuatro agentes federales, ejecutados en los últimos 20 días en la entidad. El operativo forma parte de los tres realizados, la madrugada de ayer, por agentes federales en los municipios de Monterrey, Santa Catarina y Guadalupe, en busca de los pistoleros que el martes pasado atacaron a balazos a cuatro policías federales, con un saldo de dos muertos y dos heridos. En torno a este doble crimen, autoridades de la Procuraduría General de la República (PGR) detallaron que una de las principales líneas de investigación apunta a la delación de policías locales, quienes habrían puesto al descubierto las operaciones encubiertas de los elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI) comisionados para desmantelar a esta banda, una de las más importantes de narcomenudeo en la región. Los detenidos fueron trasladados anoche a la ciudad de México, donde serán interrogados en la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO). En la lista destaca Andrés Ortega Caballero, jefe de la plaza de Linares para el cártel del Golfo y reclutador de sicarios. También fueron capturados Marta y Martín Pedraza Torres, María del Carmen Mendoza García (madre de otros integrantes de la organización), Adolfo Oliva Montenegro, Javier Isidro Escalera Castillo y Jesús Escalera Torres. Así como Joel García González alias El Estuart, y María de Lourdes Gámez Martínez, elementos de la Policía Municipal de Santa Catarina, quienes presuntamente colaboraban con la banda; además de Lorenzo Cuéllar Botello alias Metro 1 y Fidel Encinas Flores, encargados de recibir y entregar la nómina criminal a elementos de la Policía Municipal. Propiedades cateadas Patricio Patiño, subsecretario de Estrategia e Inteligencia Policial de la Secretaría Pública Federal, informó que fueron cateadas una casa en la colonia Linda Vista, del municipio de Guadalupe; una pensión de tráileres en Santa Catarina, y un depósito en la colonia Fabriles, en el municipio de Monterrey. Señaló que según las primeras investigaciones, el crimen de los agentes Juan Carlos Morales Ruiz y Víctor Manuel Rodríguez Martínez alias El Tigre apuntan a la banda de los Pedraza que opera en el municipio de Santa Catarina desde hace 50 años. Tras los acontecimientos, el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, ordenó el envío de refuerzos a la entidad, y en coordinación con autoridades del estado, la PFP realizó una serie de operativos que derivaron en la detención de otros integrantes de la familia Pedraza y su estructura criminal, comentó el funcionario. Decomisos Durante el operativo fueron decomisadas una camioneta Ford Explorer en la que se encontraron dos armas cortas, varias dosis de cocaína y cristal, y teléfonos celulares. Una camioneta Pick up roja con placas de Texas, donde había armas largas calibre 7.62, una arma corta calibre .380, cinco celulares, un radio, dos candados de mano (esposas), un juego de candados de pie, cartuchos varios calibres 2.23, .45, .357, 12, 38 súper y tres navajas. Patricio Patiño aseguró que con la llegada de más elementos federales a la entidad los cateos y las detenciones de personas vinculadas al crimen organizado continuarán. ¿Quiénes son los Pedraza? La dinastía Pedraza, según la Secretaría de Seguridad Pública del estado, es una familia dedicada históricamente al narcomenudeo desde hace 50 años cuando se asentaron en el municipio de Santa Catarina, Nuevo León. Esta gente originalmente trabajó con el cártel de Sinaloa; sin embargo, cuando el cártel del Golfo comenzó a tener presencia en Santa Catarina, la familia se asoció con aquél. El poder y el control que tenían los Pedraza en dicho municipio era tal que el cártel del Golfo evitó confrontarse con ellos y pactó una alianza para convertirlos en sus principales distribuidores. Esto provocó el enojo del cártel de Sinaloa, que en marzo de este año mando a ejecutar a José Francisco Pedraza Torres alias El Panda. La muerte de este sujeto originó una escalada de violencia en Santa Catarina y municipios conurbados por el control de la plaza entre los dos cárteles, situación que se mantuvo por tres meses.