OAXACA, Oax.— Dicen que su “táctica en el presente periodo será evadir el golpe principal” porque quieren “seguir profundizando el proceso de reorganización y de acumulación de fuerzas en Oaxaca”. Todo con un sentido “altamente creativo y pacífico”.

Las frases aparecen en un llamado que hizo dos días antes del enfrentamiento del lunes pasado el Frente Popular Revolucionario (FPR), organización que se presenta como marxista leninista dentro de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), publicado en un blog abierto aquel día.

El sitio se llama “Oaxaca en pie de lucha”, contiene fotos, videos con el registro de la embestida que protagonizaron en ese momento los antimotines y decenas de manifestantes; los textos son notas periodísticas a algunas de las cuales se les cambió el cabezal con el que fueron publicadas pero se respetó el crédito.

Este factor, el utilizar internet como herramienta de “propaganda y manipulación” está considerado como uno de las primeros elementos cuando se habla de la “influencia de la guerrilla o grupos subversivos infiltrados en el movimiento”.

Sergio Segreste, desde hace dos meses secretario de Protección Ciudadana en el estado, acepta que la APPO no es guerrilla pero, asegura, está infiltrada. “Existe influencia y presencia de agitadores, son activistas que no negocian, actúan; azuzan a los más jóvenes para actos vandálicos y utilizan como escudo a las organizaciones no gubernamentales de derechos humanos”.

Tácticas policiacas

Cita como ejemplo un par de fotos subidas al blog tituladas Prisioneros de guerra. Son imágenes de algunos detenidos a los que la policía tiene de rodillas, “vendados de los ojos, se les cortó el cabello y después fueron trasladados a diferentes penales”. El funcionario rechaza que estén vendados de los ojos: están “cubiertos” porque tenían “heridas en la cabeza”. Reconoce que fue un exceso lo del cabello pero al hincarlos fue porque se les aplicó “una técnica de inmovilización, no de sometimiento”.

Segreste se queda callado cuando se le pregunta de la actitud de la policía con los detenidos que no opusieron resistencia como Emeterio Merino Cruz o José Luis Martínez, quienes fueron hospitalizados; el primero resultó con traumatismo craneoencefálico que ameritó cirugía y el segundo con fracturas de consideración. No da argumentos.

“Estamos investigando esos excesos”, dice y corta su respuesta para añadir que “andan diciendo que Emeterio ya se murió, les urge que se muera porque quieren tener un mártir, pero no se va a morir”.

Los “ultras” a escena

En el llamado difundido por internet, el FPR explica a lo que se refiere con “el golpe principal” cuando habla de que se avecina una embestida del “fascismo” que busca la “provocación con infiltrados en los disturbios; uso de grupos de choque priístas; intervención de las policías y detención de militantes; eliminación física de dirigentes y un cerco informativo en el país para ocultar la embestida”.

Ante ello, delinean su estrategia cuando realicen la “megamarcha”, programada para los lunes 23 y 30 de este mes en boicot a la Guelaguetza.

Según Segreste, otro de los factores que dejan traslucir un sesgo de lo que la guerrilla llama “milicias populares” es el discurso de algunos dirigentes, como Florentino López Martínez, cabeza del movimiento appista, y Erangelio Mendoza, líder magisterial.

A su vez, Florentino López, integrante del Frente Popular Revolucionario (FPR), dice que Oaxaca ha sido escenario de luchas sociales. Y que la coyuntura ha empujado para que las acciones de la APPO se desarrollen de esa manera. Se deslinda de todo grupo armado y dice que los simpatizantes tendrán un cambio de actitud cuando Ulises Ruiz renuncie.

Quien se alebresta cuando se le pregunta sobre los dichos de los órganos de inteligencia militar y civil que lo vinculan con grupos armados es el profesor Mendoza. Viejo dirigente magisterial, ala dura según sus colegas, dice ser objeto de los “industriales del chisme y la calumnia”. Ante la incapacidad de la investigación, “han señalado al movimiento magisterial y sus dirigentes a los que han ligado con movimientos guerrilleros”.