En lo que va del año y al iniciarse la última semana del sexenio del presidente Vicente Fox, sumaron 2 mil 12 los asesinatos del crimen organizado en el país, 17 de ellos en las últimas horas, incluidos tres en Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde luego de varias semanas de una importante disminución en la cifra de ejecuciones se teme un resurgimiento de la violencia.

Del 1 de enero al 27 de noviembre de este año, en promedio, se registraron en el país al menos seis muertes violentas diarias por "ajuste de cuentas" entre bandas del crimen organizado y su lucha por el control de zonas de influencia, principalmente en entidades serranas, fronterizas y costeras, para la producción, distribución, transporte y venta de drogas.

En 2005, en igual periodo se reportaron mil 395 de esos asesinatos, lo que dio un promedio de 4.21 al día.

En paralelo con el incremento de los índices de criminalidad, las fuerzas de seguridad federales, estatales y municipales, establecieron operativos para contenerla, en algunos casos positivos, como sucedió en Nuevo Laredo, donde hasta el año pasado había al menos una ejecución al día y este año lleva 171, con cuatro en lo que va del mes.

El hallazgo ayer lunes de dos cadáveres calcinados en un baldío de la colonia Villa de San Miguel de esa frontera tamaulipeca, dos días después de que fuera ejecutado un hombre de 19 años, alertó a las autoridades sobre el posible retorno de la violencia, ya que desde marzo pasado, cuando encontraron tres calcinados, no se producían ese tipo de asesinatos en Nuevo Laredo. Además, en Reynosa, este lunes frente a su casa, en la colonia La Cañada, fue baleada la abogada Cinthia Indira Castro González.

Más asesinatos

En Guerrero fueron asesinadas siete personas, cuatro de ellas con impactos de bala, atadas de pies y manos y los ojos vendados, se encontraron enterradas en una tabiquera del poblado El Conchero, municipio de Coyuca de Benítez, en la Costa Grande. Vecinos del lugar informaron de la llegada, en horas de la madrugada del lunes, de varias camionetas de modelo reciente. Dos de las víctimas fueron identificadas como el comerciante de Acapulco Miguel Ángel Cruz Abarca y el taxista Jesús Sánchez Alarcón.

En Tecpan, fueron asesinados a balazos dentro de una cantina por tres pistoleros que huyeron en una camioneta de lujo, el policía municipal Jesús Méndez Méndez y su acompañante Jaime Sánchez Chávez, y en Xochipala, municipio de Zumpango de Neri, varios hombres mataron al jornalero Emiliano Simón Diego.

En Tijuana se elevó a 110 la cifra de ejecutados este año con el asesinato de Martín Barbosa Jiménez, de 43 años, así como el de Víctor Benítez, cuyo cuerpo fue encontrado en la colonia El Niño.

En Guasave, al noroeste de Sinaloa, el piloto aviador José Chávez Marín, de 52 años, fue atacado y muerto de siete tiros, frente a su casa, por dos jóvenes que se trasladaban en un vehículo blanco que fue abandonado a dos cuadras del lugar, y en Durango falleció en un hospital del municipio de El Mezquital, Ramiro Pinto Román, herido durante un enfrentamiento el miércoles pasado.

En Michoacán continúan las ejecuciones reivindicadas por pistoleros del cártel del Golfo, y ayer lunes fue encontrado el cadáver de un desconocido con un letrero que decía: "Por La Familia", en un paraje carretero conocido como Platanillo, en el municipio de Aguililla.

También en Aguililla, fue ejecutado Ismael López Cortés, y en Ario de Rosales fue encontrado un hombre, con dos impactos de bala en la cabeza, dentro de una camioneta del gobierno estatal. En el vehículo estaba un recibo de la Secretaría de Educación Pública de Michoacán a nombre de Lorenzo Cervantes Acosta.

La Procuraduría de Michoacán informó que en Apatzingán, en acciones separadas, unos 15 pistoleros con uniformes de la Agencia Federal de Investigación (AFI) secuestraron en sus respectivas casas a Santiago Álvarez Ávalos en la colonia Priísta, y a Arturo Cambrón Peña en la colonia Senovio Moreno. (Con información de Gastón Monge, Roberto Aguilar, Laura Reyes Maciel, Juan Cervantes, Julieta Martínez, Javier Cabrera. Mónica P. Hernández y Jaime Márquez)