TIJUANA, BC.- Más que debilitarla, la falta de alimentos por la huelga de hambre que inició hace cuatro días, ha fortalecido la resolución de Sara Ruiz Meza, para exigir que se esclarezca el asesinato de su hija adolescente Benazir Sara Chavolla, cuya investigación, aseguró, ha estado plagada de anomalías.

Aseguró que además de ello, las autoridades han mostrado un "desprecio" a su familia, ya que no sólo no han detenido al principal sospechoso señalado por ellos mismos, sino que mancharon la memoria de su hija con señalamientos de conductas "desordenadas" como consumo de drogas y sexo.

Instalada frente al centro de gobierno de esta frontera, este viernes recibió las cenizas de la jovencita, quien el 6 de diciembre pasado fue lanzada de un vehículo en movimiento. Tenía las manos esposadas y fue arrollada por un taxi que no pudo esquivarla por lo sorpresivo de la caída. Murió una semana después.

Ruiz Meza decidió ponerse en ayuno el 30 de mayo, para denunciar una serie de anomalías que, asegura, han marcado la investigación, ya que aparentemente la Procuraduría de Justicia protege al principal sospechoso, Manuel Valencia Pérez, debido a su parentesco con un consejero de la Judicatura del estado y ex juez de lo Civil, Adrián Humberto Murillo González.

Y es que había pasado una semana, cuando el entonces director de Homicidios Dolosos, Francisco Castro Trenti, aseguró que llevaban 80% de avance porque el presunto homicida estaba identificado, sin embargo, luego de su declaración, simplemente se le dejó en libertad.

Ahora Valencia Pérez se encuentra en Estados Unidos y solicitó un amparo federal para evitar ser detenido.

Débil por la falta de alimentos "pero con el espíritu fuerte", este viernes cumplió las primeras 72 horas en huelga, y reiteró la demanda de que se detenga al sospechoso, de cuyo automóvil, una camioneta Pathfinder, Sara fue lanzada, en la cual se localizaron cabellos y un trozo de la falda de la víctima.

El abogado de la familia, Rafael Flores Esquerro, aclaró que no acusan de homicidio a nadie, pero exigió que se investigue a Valencia Pérez, quien de acuerdo con una "investigación paralela", realizada por la familia de la jovencita, se descubrió que la noche de los hechos se mostró nervioso y aceptó que había estado con Sara.

El lunes viajará a la ciudad de México para solicitar a la Procuraduría General de la República que atraiga el caso, y que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos tome cartas en el asunto.

A Benazir Sara, quien el 13 de junio cumpliría 16 años, la sometieron a una serie de estudios toxicológicos y ginecológicos, que demostraron que no había consumido drogas ni tuvo relaciones sexuales, y con ello se demuestra la falsedad de las declaraciones oficiales, afirmó el abogado. Ayer el gobernador del estado, Eugenio Elorduy Walther, visitó la casa de campaña donde Sara Ruiz realiza su movimiento de protesta y le aseguró que continuará la investigación pero que no han podido consignar porque todavía no cuentan con las pruebas suficientes.

Manuel Chavolla, padre de Benazir, reiteró que mantendrán su protesta hasta que tengan resultados contundentes.

Este viernes Sara presentaba debilidad, pero no dejó de atender a la gente que acude constantemente a manifestarle su solidaridad.

A las 72 horas de su movimiento, había recibido la visita de unas 5 mil personas que le llevan un mensaje de aliento, una firma de solidaridad y alguno que otro presente para que lo instale en el "campamento".

Además del altar con flores y fotografías que enmarca la urna donde yacen las cenizas de su hija Benazir -que significa "la elegida"-, se observan decenas de hojas con las firmas y algunos poemas de los asistentes, incluso uno que otro oficio de familiares de personas que sufrieron la muerte de seres queridos en condiciones que no se han esclarecido.