TIJUANA, BC.- En menos de 72 horas, los pacientes de la clínica privada donde falleció la viuda del líder social Martin Luther King tendrán que ser desalojados, luego de que el gobierno de Baja California ordenó una clausura temporal, al detectar una serie de anomalías en su funcionamiento.

Veinte de los enfermos, algunos con padecimientos degenerativos como cáncer, son de origen estadounidense que no tienen permiso para permanecer más de 72 horas en el país, por lo que deberán ser repatriados en un proceso que supervisa el consulado general norteamericano en Tijuana, confirmó la directora de Relaciones Públicas de la representación, Liza Davis.

El fallecimiento de Coretta Scott King puso al descubierto que el Instituto de Salud Santa Mónica no estaba registrado oficialmente, ya que originalmente operaba con otra razón social y ofrecía tratamientos de medicina alternativos no reconocidos por las normas sanitarias, además de que no contaba con los protocolos de investigación en el manejo de pacientes terminales.

Asimismo, se detectaron sustancias "desconocidas" para tratamiento, bajo el nombre de "Donsbach", había expedientes clínicos incompletos y en inglés, no en español, informó el secretario de Salud del estado, Francisco Vera González.

Sin embargo, el auxiliar de administración de la clínica, César Castillejo, calificó como "exagerada y apresurada" la decisión de las autoridades, al considerar que las anomalías no eran de gravedad y apenas la semana anterior la Secretaría de Salud hizo una revisión de sus instalaciones sin encontrar ninguna irregularidad.

El empleado explicó que el lugar está inscrito en un programa de autorregulación reconocido por las autoridades estatales y precisamente en el marco de éste se realizó la visita de la semana anterior.

El secretario de Salud, sin embargo, explicó que la clínica operaba bajo la denominación de "Santo Tomás" y se había registrado a nombre de una persona de apellido Cedeño, ofrecía servicio de hotel y spa y no de hospital con todas sus funciones.

Dijo desconocer si el estadounidense Kurt Donsbach, a quien se le adjudica la propiedad extraoficialmente, tenía la posesión oficial, ya que el responsable sanitario del lugar, una persona de apellido Cedeño, es quien hace gestiones ante las autoridades.

No obstante, afirmó que la presencia de este estadounidense, quien aparece en el directorio de la clínica como quiropráctico, no cuenta con permiso para ofrecer sus servicios en México.

De acuerdo con Vera González, la clínica se registró hace ocho años bajo la denominación de Santo Tomás, pero se desconoce cuándo cambió a Santa Mónica. El funcionario reconoció que la cercanía con Estados Unidos favorece la proliferación de clínicas clandestinas que ofrecen tratamientos de medicina alternativa, en las que se atiende principalmente a estadounidenses.

Instalaciones

Shar Weinrauch, estadounidense de 55 años, una de las pacientes de la clínica, asegura que hace ocho años se le diagnosticó cáncer de mama y se sometió a un tratamiento de medicina alternativa, pero el gobierno de su país ordenó que se clausurara por falta de reconocimiento científico a los tratamientos que aplican.

Por recomendación de 15 personas que habían acudido hasta Playas de Rosarito fue que conoció la clínica, a la que asegura volverá en cuanto sea reabierta.