Conjugan esfuerzos contra los huracanes
La trágica y costosa experiencia de enfrentar por años la fuerza de los huracanes, generó distintos grados de conciencia entre autoridades y habitantes de los tres estados que conforman la península de Yucatán, donde los gobiernos buscan generalizar una cultura de protección civil que les ayude a disminuir los daños a la población. En Yucatán, gobierno y población asimilaron la necesidad de establecer mecanismos de prevención para disminuir los embates de la naturaleza, mientras que en Campeche apenas inician prácticas de protección civil, y en Quintana Roo, cuya economía depende del turismo, no existen los elementos necesarios para enfrentar una emergencia. Para esta temporada de huracanes, que se inició en junio y concluye en noviembre, se prevén 13 tormentas tropicales, cinco con amplias posibilidades de convertirse en ciclones, entre ellos tres de intensidad similar a Gilbert e Isidore, que en 1988 y 2002 causaron grandes daños en la península. Esa cultura se afirmó con el prolongado y destructivo paso de Isidore, que permaneció más de 72 horas en territorio yucateco y devastó el sector agrícola y pecuario, además de destruir viviendas, infraestructura urbana y carretera, y de acabar con la flota pesquera. "Todos los yucatecos hemos aprendido a estar alertas por los huracanes", dijo el gobernador Patricio Patrón Laviada al asegurar que la red de prevención en caso de desastres por este tipo de meteoros es cada vez mas sólida. Tras las amargas experiencias, el gobierno de Yucatán cuenta con una estructura para habilitar mil 980 albergues o refugios en los 105 municipios del estado, principalmente en la zona costera. De 1964 a 1970, Campeche recibió los embates de seis huracanes, que causaron daños menores, y de 1971 a 1975 fue afectado de manera sucesiva por otros cinco, y tras un receso, fue azotado por otro más hasta 1980. El siguiente fue en 1988, Gilberto, que dejó a Campeche bajo metros de agua, con grandes pérdidas materiales y decenas de personas perdieron la vida por falta de medidas preventivas. Lo mismo sucedió en 1995, cuando tocaron su territorio los huracanes Opal y Roxana causando muerte y destrucción o cuando, en 2002 Isidore alcanzó su territorio. Según el gobernador de Campeche, Jorge Carlos Hurtado Valdez, actualmente, para tener una mejor visión del estado, se actualizó el Atlas Estatal de Riesgos, además de que en junio pasado se instaló el Consejo Estatal de Protección Civil. Dicho consejo ya ha tomado previsiones para almacenar comestibles, agua, combustible, recursos materiales y herramientas, además de que cuenta con maquinaria proporcionada por la Comisión Nacional del Agua, y existe un fondo de contingencia de 25 millones de pesos. Según el funcionario, los lugares de mayor riesgo por la presencia de huracanes son Puerto Juárez, Puerto Morelos, Isla Mujeres, Chetumal, la Ribera del Río Hondo, la Costa Maya y Holbox, regiones de elevado atractivo turístico. Medina Robledo dice que Quintana Roo carece de personal especializado, infraestructura y equipamiento en materia de prevención contra huracanes, pero que, aún así, se han tenido avances en la materia en los últimos 10 años. Desde 2004, la UNAM y la universidad estatal estudian los efectos de la mareas, tormenta y oleaje para elaborar un Atlas Oceanográfico de Riesgo del Estado que estaría concluido a fines de este año y se tiene previsto construir en 2006 un Centro Estatal de Prevención de Desastres dotado de tecnología de punta, radar y helipuerto.
Yucatán: mejor prevenir
En los últimos 25 años, en el estado de Yucatán autoridades y población asimilaron una avanzada cultura en materia de protección civil, concientes de que es "mejor prevenir que lamentar", dice el director de Protección Civil, Enrique Alcocer Basto.
Campeche: inundaciones y desalojos
Por su localización geográfica en el golfo de México, Campeche es blanco constante de los huracanes, pero sus autoridades, que comenzaron a aplicar medidas preventivas, aún no han logrado evitar que muchas zonas queden bajo el agua y cientos de pobladores sean desplazados de sus casas inundadas con grandes pérdidas económicas.
Quintana Roo: faltan programas
Un total de 88 mil 500 quintanarroenses de la zona costera está expuesto cada año a grandes peligros, incluso de muerte, debido al impacto de los huracanes durante la temporada ciclónica. Un número mayor de visitantes se encuentra en idéntica situación, reconoce el director estatal de Protección Civil, José Nemesio Medina Robledo.





