Culiacán, Sin. A 12 días de haber sido nombrado titular de la Dirección Jurídica de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Enrique Ávila Castro fue encontrado muerto ayer debajo del puente Piaxtla de más de 20 metros de altura, que se localiza en la comunidad de El Cajón de Piaxtla, en el municipio de San Ignacio. Un día antes, el funcionario había desaparecido.

Jorge Murillo Espinoza, coordinador de Detenciones en Flagrancia de la Policía Ministerial, informó que, al parecer, Ávila Castro, de 43 años de edad, había sido levantado la tarde del martes en la capital del estado. Por las condiciones en que se produce el hallazgo, reconoció que el caso genera sospechas.

Como en el cuerpo del funcionario universitario no se encontraron rastros de golpes o tortura, menos impactos de bala, algunos suponen que pudo tratarse de un suicidio.

El hallazgo del cadáver ocurrió durante las primeras horas de la mañana de ayer, ya que algunas personas de la comunidad afirman que el automóvil Nissan tipo Sentra, modelo 2002 de color azul, con placas de circulación VGU 2817 que se localizó a 100 metros del puente, propiedad del occiso, fue visto desde las 6:30 horas, lo que ocasionó que varios curiosos acudieran al puente para ver el cuerpo.

De este hecho fue notificada alrededor de las 10:15 horas de este miércoles la Policía municipal, quien dio aviso al Ministerio Público. Éste acudió hasta el puente junto con el médico legista y elementos de la Policía Ministerial.

El cuerpo estaba tirado sobre unas grandes rocas, por lo que el impacto provocó que de inmediato esta persona falleciera, por traumatismo craneoencefálico y la salida de masa encefálica.

El martes pasado, cuando originalmente se habló de la extraña desaparición del directivo jurídico, quien por la mañana ya no llegó a sus oficinas universitarias procedente de su hogar, sus familiares temieron que se trataba de un secuestro.

Hasta el cierre de la edición, el cuerpo del funcionario universitario permanecía aún en la cabecera municipal de San Ignacio, de donde sería llevado a Culiacán.

Enrique Ávila Castro realizaba una revisión legal de plazas, así como de 300 nombramientos docentes de tiempo completo y de asignatura expedidos durante los últimos 15 días de la administración del rector Gomer Monarrez González. Varios de estas designaciones fueron validadas sólo con la firma facsimilar del entonces director general de Recursos Humanos, Jesús Manuel Martínez Peñuelas.

Entre los nuevos movimientos de nómina autorizados el 2 de junio pasado, seis días antes de que Monarrez González dejara la rectoría, se encuentran los nombramientos de Nicodemo y Willebando Monarrez González, hermanos del rector saliente, así como los de Noé Alberto Martínez Peñuelas y Carla Patricia Martínez Pérez, hermano e hija del director de Recursos Humanos saliente.

En varios oficios que se le remitieron al director de Personal de la UAS, Jesús Rosario Leyva Rosas, se le instruyó que los nuevos nombramientos se deberían hacer efectivos en nómina con fecha retroactiva al pasado 1 de mayo.

Sobre todo esto, hace cuatro días, el ex rector Monarrez González sólo admitió que durante su administración se expidieron 125 nombramientos académicos, contra mil jubilaciones de trabajadores docentes y administrativos.

En el caso de sus hermanos Willebando y Nicodemo, quienes aparecen con nuevos nombramientos en el organigrama, aseguró que alcanzaron dichos beneficios por méritos propios, ya que desde hace más de 20 años laboran como catedráticos en la UAS.

El último día

Ayer, el rector de la UAS, Héctor Melesio Cuen Ojeda, había declarado que era prematuro especular sobre la extraña desaparición del director jurídico de la institución, Enrique Ávila Castro, desde el martes pasado.

Ese día dijo el rector, al filo de las 7:00 de la mañana, el director jurídico se presentó en sus oficinas en el edificio central de la máxima casa de estudios. Después de una hora, regresó a su hogar para desayunar a bordo de su auto; luego, salió de su casa para volver de nuevo a su oficina, a la que nunca llegó.

Cuen Ojeda informó que la auditoría financiera y de nóminas que se practica a la anterior administración es un proceso normal para conocer la situación real de la UAS, y que los resultados serán confrontados por una revisión que realizará un despacho contable externo.