Cuernavaca, Mor.- Cansados de pagar derecho al extranjero, floricultores y autoridades municipales buscan producir una variante de la flor de nochebuena y que el gobierno de México anule una patente mediante la cual se otorgó a productores estadounidenses la exclusividad para explotar esa planta que se asegura es originaria del estado de Morelos.

Los floricultores iniciaron ya estudios genéticos para romper el monopolio que mantienen productores de Estados Unidos de comercializar los brotes esquejes de la flor, desde que en 1828 el primer embajador estadounidense en México, Joel Roberts Poinsett, se adjudicó los derechos sobre la planta, informó José Antonio García, presidente de la Asociación de Productores de Ornamentales de Tetela del Monte (Protem).

A ello se sumaron los integrantes del Colegio de Cronistas del Estado de Morelos (CCEM), cuyo representante, Víctor Manuel Cinta Flores, pidió a la Secretaría de Gobernación iniciar un juicio y revisar los tratados diplomáticos correspondientes para anular esa patente.

La propuesta fue apoyada por el alcalde de Cuernavaca, Adrián Rivera Pérez, y por el secretario estatal de Desarrollo Agropecuario, Víctor Sánchez Trujillo, quienes se comprometieron a gestionar ante la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) la investigación genética para encontrar una variedad de flor de nochebuena que podría llevar el nombre de Morelos o Cuernavaca.

Los funcionarios aportarán recursos para ayudar a dueños de viveros a producir su propia planta y con ello dejar de pagar derechos por reproducir los esquejes importados de Estados Unidos.

?Ahora resulta que nosotros creamos el mole, pero como lo patentaron en Japón tenemos que hacerlo con otro tipo de chile para recuperar el nombre?, dijo el cronista Cinta Flores tras considerar injusto que los morelenses tengan que recurrir a esas medidas para regresar a México el reconocimiento de la flor de nochebuena.

La patente Considerada como una de las flores exóticas más elegantes y hermosas del mundo, la flor de nochebuena sorprendió al diplomático Poinsett cuando la vio, el 25 de diciembre de 1825, en la iglesia de Santa Prisca de Taxco, Guerrero, como adorno de un "nacimiento" montado por los padres franciscanos.

Cautivado por la belleza de la planta, el embajador Poinsett la envió en macetas como regalo a sus amigos de Charleston, Carolina del Sur, de donde era originario y en donde, tras concluir su labor diplomática en México, inició una plantación, registró la flor con su nombre y luego vendió la patente a la empresa Paul Ecker Ranch de Encinitas, California.

Pronto, la flor de nochebuena se esparció a Europa y Sudamérica, en donde también se le conoce como poinsettia.

Un biógrafo de Poinsett, el historiador mexicano José Fuentes Mares, cita que en un diario de la época, El Sol, se comentó que al concluir su representación en México regresó a su país "acompañado de millones de maldiciones".

La variedad morelense

Según el Colegio de Cronistas de Morelos, un híbrido de la flor de nochebuena se comenzó a cultivar en Morelos para su comercialización a partir de 1965, y desde entonces los productores locales tienen que comprar el brote a empresas de Estados Unidos a través de viveros autorizados.

José Antonio García, presidente de la Asociación de Productores de Ornamentales de Tetela del Monte, dice que a pesar de que Morelos es líder nacional en la producción de la planta de maceta no pueden exportar su producción, debido a normas internacionales que impiden a México transportar tierra a otros países.

Sin embargo, el dirigente de los productores adelantó que también se busca una alternativa de sustratos que permitan la exportación de la planta, aunque primero buscarán crear una nueva variedad para dejar de pagar el impuesto por patente.

Para ello, un biólogo de Tetela avanzó en el estudio genético; sin embargo, falleció el año pasado y el trabajo quedó inconcluso. No obstante su esfuerzo será retomado por investigadores de la UAEM, según se comprometió el secretario de Desarrollo Agropecuario, añadió García.

"Creo que esto debe irse a un juicio. Si la patente de Poinsett va a seguir vigente, que sea con un producto propio, ya que el embajador se robó la flor, el esqueje, y la patentó con el conocimiento de que pertenecía a México", agregó Cinta Flores.