Xalapa , Ver. A la distancia sólo se ven chimeneas humeantes, brazos mecánicos que extraen del suelo o del mar el oro negro, faros que siempre permanecen encendidos y contenedores con millones y millones de litros de gas, petróleo y demás sustancias tóxicas necesarias para el país.

Ya sea en Minatitlán, Coatzacoalcos o Poza Rica, los casi 50 mil trabajadores de Petróleos Mexicanos que operan esos enormes complejos también son necesarios para el trabajo político. Ya sean empleados de base, de confianza o eventuales, tienen otra tarea y por eso son buscados por los políticos, y esta vez los tres aspirantes a la gubernatura los han convocado para obtener su respaldo.

Fidel Herrera Beltrán, de la alianza Fidelidad por Veracruz (PRI,PVEM y Partido Revolucionario Veracruzano), buscó el apoyo del sindicato oficial; después, pero con la disidencia, Gerardo Buganza Salmerón, del PAN, y de la misma manera Dante Delgado Rannauro, de Unidos por Veracruz (PRD, PT y Convergencia).

Hace apenas unos años, los estatutos del sindicato obligaban a sus integrantes a ser fieles al PRI, por obligación tenían que afiliarse; actualmente ya se modificó el texto, pero sigue apareciendo la palabra "revolucionario".

El poder de los trabajadores petroleros jarochos es reconocido, pero según algunas percepciones, las cosas han cambiado en los últimos 15 años. Los casi 50 mil trabajadores la mitad de los que existen en el país en esta rama pueden inclinar la balanza electoral hacia donde quieran.

"Ya no son los tiempos de antes, ya no pueden coaccionar a los trabajadores como antaño", sostiene Rómulo Cárdenas Vélez, diputado federal panista, originario de Poza Rica; mas admite que las presiones se siguen dando.

En Minatitlán, el regidor Rafael Pimentel Ramírez, coincide, pero insiste en que el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), a cargo de Carlos Romero Deschamps, inició desde hace meses su estrategia política que implica la colocación de líderes petroleros seccionales en candidaturas a puestos de elección, hasta el financiamiento de las mismas campañas.

El diputado Cárdenas asegura: "El papel de los petroleros no es determinante, los líderes sindicales apoyan a los candidatos del PRI, pero esos líderes ya no tienen la unidad dentro de los trabajadores, ya no los siguen. En Minatitlán y Coatzacoalcos la gente es proclive al PAN".

De la imposición que el sindicato consigue al interior del PRI, ejemplificó: "En Poza Rica va el propio líder de la sección 30 a candidato a diputado local, Sergio Lorenzo Quiroz".

Ejemplos hay más. Están los casos de Roque Gracia Sánchez, quien tras ser denunciado se le quitó la comisión sindical, pues cobraba doble; o Donaciano González Hidalgo, de Minatitlán, también con comisión sindical y es presidente municipal.

El senador Ricardo Aldana Prieto (PRI) rechaza que su partido o sindicato actúen de esa manera, "es falso, se elige a los mejores candidatos y si ellos son elegidos, no hay más qué decir".

El mapa petrolero

Veracruz es rico productor de petróleo. Es aquí en donde se extiende lo que Rafael Pimentel llama "el brazo derecho del sindicato".

En el país existen 36 secciones sindicales que aglutinan a los casi 100 mil trabajadores petroleros de México. En Veracruz hay 12 de esas secciones, pero sus filas agrupan a casi 50 mil trabajadores del petróleo, la mitad del poderoso sindicato, de ahí que sea la entidad que mayores candidaturas a cargos populares aporta al PRI.

En este proceso electoral en el que se elegirán gobernador, presidentes municipales de 212 ayuntamientos y 50 diputados locales, el sindicato va en marcha. Uno de los líderes disidentes del sindicalismo oficial en el rubro petrolero, Víctor Jacobo Domínguez, conoce las entrañas del gremio, sabe de compras de credenciales entre 500 y mil pesos, de la coacción en contra de los empleados sindicalizados y de las presiones a que enfrentan si no respaldan al PRI.

El mejor ejemplo, acusa, es el diputado federal Pablo Pavón Vinales, secretario de la sección 10 del STPRM, en Minatitlán, quien también es diputado federal priísta. "Él es quien lleva la campaña de Fidel Herrera Beltrán, es quien le mueve a la gente, por eso Fidel casi no viene para acá... él hace el trabajo", dice.

Ese poder que ejerce el sindicato petrolero y sus líderes "no tiene límites, violan la ley, no les importa; por ejemplo, Pavón es diputado, fue presidente municipal de Minatitlán y es miembro del Consejo de Administración de Pemex".

Por ello presentaron una solicitud de juicio político en su contra, con base en el artículo 19 de la Ley Federal de las Entidades Paraestatales, que señala: "En ningún caso podrán ser miembros del Órgano de Gobierno: V. Los diputados y senadores al H. Congreso de la Unión en los términos del artículo 62 constitucional". La demanda no avanza.

El senador priísta Ricardo Aldana refuta a Domínguez: "Es una interpretación de la ley, sí somos legisladores y formamos parte del Consejo de Administración de Pemex, pero fuimos elegidos consejeros antes de ser funcionarios, no recibimos doble sueldo ni nos paga la paraestatal", explica.

El diputado Pavón Vinales no respondió durante tres días las llamadas de EL UNIVERSAL.

Cuenta el líder disidente Víctor Domínguez asegura tener presencia en la mayoría de las secciones con unos 3 mil trabajadores en el país que ya operan unos 300 trabajadores sindicalizados de Pemex en la capital del país y en la entidad a favor del PRI.

El ingeniero y trabajador reinstalado en el complejo petroquímico de Minatitlán, agrega que otros líderes petroleros que están activos en la política son Raúl Morales Cadena, secretario del interior de la sección 10 y candidato a presidente municipal en Minatitlán; en Coatzacoalcos, en la sección 11, está Ramón Hernández Toledo, que coordina la campaña del PRI en esa zona y es secretario general; y otro caso más es Jorge Wade González, secretario de la sección 10 y a la vez coordinador de la campaña de Morales Cadena.

Por eso, concluye Rafael Pimentel Ramírez, regidor panista de Minatitlán, "el viejo PRI vive en las entrañas del sindicalismo, aquí al menos así es, vive y reactiva su poder en las viejas prácticas de coacción y corporativismo".