Se derrumba poderío de COCEI en Oaxaca
Juchitán, Oax. Hace 30 años cautivó a la sociedad. Dispersa ahora, entre el descrédito y la corrupción, "la COCEI se juega su futuro en las elecciones municipales", admiten dirigentes de esa organización que gobernó este municipio oaxaqueño durante cuatro trienios seguidos. El propio obispo emérito de la diócesis de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes, uno de los más aguerridos partidarios de la Coalición Obrera, Campesina y Estudiantil del Istmo (COCEI), no duda en declarar su desilusión. "La COCEI me desencantó. Estoy triste y desilusionado porque por ellos, por seguir su movimiento popular, caí en desgracia y sufrí la persecución de Girolamo Prigione y de Manuel Bartlett", dijo refiriéndose al ex nuncio papal y al ex secretario de Gobernación, respectivamente. Para Lona Reyes "es inviable que la COCEI recupere la unidad que se perdió por la ambición de sus líderes por el poder y el dinero. Los dirigentes coceístas se distanciaron del pueblo y desencantaron a los juchitecos. Antes eran héroes, ahora son villanos". De igual manera opinaron algunos párrocos locales, como Francisco Herrera y Héctor Correo. Autocrítico, el actual regidor de Salud en el concejo municipal, Ulrico López Terán, de filiación coceísta, dice que "la participación de la COCEI en el desastroso gobierno municipal que concluye acrecentó la desconfianza de la sociedad hacia nuestros dirigentes. No fuimos capaces de luchar al lado de la gente", indicó. "Cometimos errores y caímos en vicios que antes le criticábamos al PRI", reconocen Rogelia González Luis y Alberto Reyna Figueroa, dos de los cuatro precandidatos coceístas a la alcaldía juchiteca. "Si no llegamos unidos a la elección, la COCEI se pulverizará y dejará de ser opción como gobierno", advirtieron. Sin abandonar su filiación coceísta, Gloria Sánchez fue elegida la semana pasada como precandidata del partido indígena estatal Unidad Popular (UP) para buscar la presidencia municipal. "Queremos la unidad de la COCEI, pero sin componendas ni cochupos", aclaró su hermano, Héctor Sánchez, quien abandonó al Partido de la Revolución Democrática (PRD). López Rosado, quien perdió la diputación local en las elecciones del pasado 1 de agosto por el distrito juchiteco, reconoció que los coceístas "vivimos momentos muy difíciles", y consideró que la COCEI "debe renovarse o morirá, pero no es momento de echarle más fuego a la lumbre". César Pineda, ex diputado federal y uno de los fundadores de esa organización que se calificó de izquierda, considera como "muy difícil recuperar la unidad porque predominan muchos intereses", y señaló como causas del divisionismo "el desapego a principios de honestidad, uso de prácticas ilícitas y la ambición por el poder y el dinero". Como resultado de esa alianza, otro de los fundadores de la COCEI, Mariano Santana López Nelio, alcanzó un escaño por la vía plurinominal en el Congreso local. Para las elecciones municipales del próximo 3 de octubre, la UCO ya designó a su propio precandidato, que iría con el registro del Partido del Trabajo (PT). La COCEI no logró unificar sus fuerzas en las elecciones de agosto pasado. Unos aceptaron la coalición con el PAN para respaldar a Gabino Cué a la gubernatura. Otros siguieron a Héctor Sánchez, con Unidad Popular, mientras que otras fracciones respaldaron al hoy gobernador electo, Ulises Ruiz Ortiz. Con motivo de la elección municipal, la desunión en las filas coceístas crece por la aparición de nuevas precandidaturas por la alcaldía juchiteca. Además de Alberto Reyna Figueroa y Rogelia González, se registraron ante el PRD estatal Manuel Villalobos y Emilio de Gyves Montero, hijo del ex edil coceísta y perredista Leopoldo de Gyves, quien gobernó durante el trienio 2000-2002. En la actualidad, el municipio es gobernado por un concejo municipal que preside el priísta Héctor Matus Martínez, luego de que el Congreso local decretó la desaparición de poderes en el 2002, tras la renuncia voluntaria de toda la planilla del PRI que obtuvo el triunfo y que justamente encabezaba el mismo Matus.
La división
La diputada perredista y dirigente de una de las muchas corrientes políticas en que se dividió la COCEI, Gloria Sánchez López, acusa al ex alcalde Roberto López Rosado de iniciar la división en las filas coceístas en 1985. "Ahí comenzaron a crearse las corrientes cuyos líderes cayeron en la corrupción", aseguró.
Crece la dispersión
En el proceso electoral del 1 de agosto en el que se disputó la gubernatura y diputaciones locales, la ruptura coceísta se ahondó con la incorporación de una de sus corrientes, la Unión Campesina Oaxaqueña (UCO) que fundó el recién fallecido senador perredista Daniel López Nelio, a la coalición que apoyó el triunfo del candidato priísta Ulises Ruiz Ortiz.





