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Multa y prisión a mujeres que humillaron a lideresa otomí

Juan José Arreola/Corresponsal| El Universal
Sábado 28 de febrero de 2004
En Querétaro fue agredida públicamente por un supuesto adulterio el año pasado

Querétaro , Qro. Un año de prisión y pago de una multa por dos mil pesos fue la sentencia dictada a dos mujeres indígenas madre e hija quienes fueron encontradas culpables de los delitos de lesiones y difamación causados a otra mujer otomí, a la que golpearon y humillaron públicamente tras haberle untado una pasta de chile en la vagina.

El procurador general de Justicia local, Juan Martín Granados Torres, confirmó que el juez único municipal de Amealco de Bonfil, Gabriel Gerson Perrusquía, encontró elementos suficientes para responsabilizar a las dos mujeres de haber agredido a la lideresa de la organización otomí Yax Kin, por lo que las sentenció al año de prisión, el pago de la multa, así como a la reparación del daño.

Granados Torres especificó que ambas mujeres aún se encuentran sujetas a proceso judicial, por una segunda denuncia por el delito de violación agravada.

La ofendida, Macedonia Blas, otomí de 40 años de edad, fue humillada públicamente por las dos mujeres quienes la acusaron de incurrir en adulterio con el marido de quien la "castigó". Le jalaron el cabello y le golpearon el rostro.

También le untaron en la vagina una pasta preparada con diversos chiles, que le causó daño ginecológico irreparable; por ello la víctima presentó una denuncia penal ante el Ministerio Público.

Las agresoras acumularon un segundo proceso, pues a fines de enero pasado la mujer afectada presentó otra denuncia penal por el delito de violación equiparada, según confirmó el Procurador General de Justicia, Juan Martín Granados Torres.

La ofendida es lideresa de la organización otomí Yax Kin, que participa en proyectos productivos para apoyar a mujeres de Amealco en la creación de viveros.

De acuerdo con versión de integrantes de la organización Yax Kin, el esposo de la agredida decidió emigrar a la ciudad de México para emplearse como obrero de la construcción, sin saber ninguno de los dos que ella estaba embarazada. Desde su partida el esposo no volvió a comunicarse, sin que hasta el momento se tenga claro qué sucedió y nada se sepa de su paradero.

El embarazo de la lideresa indígena y el posterior nacimiento del bebé , en la ausencia de su pareja, fomentó que su agresora supusiera que el niño no era producto de la relación de aquélla con su marido.

Bajo este supuesto es que decidió, en compañía de sus hijas, echar mano a la vieja tradición de denigrar en público.

Un día de agosto del 2003 la interceptó en la calle y con apoyo de sus hijas la sometió.

Por su parte, el procurador general de Justicia afirmó que esta es la primera ocasión que se denuncia ante dicha instancia un caso de este tipo.

El municipio de Amealco de Bonfil a 60 kilómetros al sur de la ciudad de Querétaro es poblado mayoritariamente por indígenas otomíes, dispersos en media centena de comunidades rurales.



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