Mazatlán , Sin. Fuentes militares y de corporaciones policiacas revelaron que en la sierra de Sinaloa los grupos armados vinculados al narcotráfico que mantienen el control son los denominados Los Pintos , Los Olague y Los Chávez , este último bajo el mando de Ramón Gallardo, y que tiene su jurisdicción en la zona de Cosalá, en los límites con San Ignacio y el estado de Durango.

Los Pintos se conformaron en el municipio de San Ignacio hace más de cinco años y en el 2003 extendieron sus redes de operación hasta los municipios de Rosario y Concordia, en el sur de Sinaloa.

En Badiraguato, municipio que colinda con la sierra de Chihuahua, el grupo que mantenía el control era el de Los Arellano ; hoy en día, según las fuentes policiacas, el que ostenta el dominio es el grupo de El Chapo Guzmán.

El grupo de El Mayo Zambada, a través de Javier Torres, quien se hace llamar JT , es el que controla la sierra de San Ignacio, Cosalá, hasta llegar a Elota.

Este líder se dedica a bajar la droga que se siembra en la sierra de estos municipios y hacerla llegar a la playa de Ceuta, en el municipio de Elota, para luego transportarla por vía marítima a diferentes puntos de Baja California Sur, para ello utilizan lanchas rápidas, informaron fuentes cercanas a las investigaciones.

En Ajoya, municipio de San Ignacio, opera además un grupo de reciente creación denominado El Gato , apodo éste de su cabecilla.

Los pueblos más conflictivos en San Ignacio ubicado a 65 kilómetros al norte de Mazatlán son: San Juan, de donde era originario Manuel Salcido Uzeta, alias El Cochiloco ; Ajoya, donde dieron muerte a 13 personas en el 2002 durante un festejo del Día de la Madres; Casas Viejas, Vado Hondo y Duranguito.

Mazatlán, en pugna

La plaza de Mazatlán se la disputan Los Arellano y El Mayo Zambada; el primer grupo está representado por familiares del ya muerto Joaquín Zataráin Ontiveros, apodado El Indio ejecutado en octubre del 2000 en Monterrey, Nuevo León, y el segundo por familiares del también muerto ex líder petrolero de Mazatlán, Felipe Gurrola, asesinado presuntamente por Lino Portillo Cabanillas, sicario de los hermanos Arellano Félix, quien se suicidó en la cárcel de Culiacán.

De estas organizaciones criminales se han desprendido otras más pequeñas que buscan ampliar sus células, lo que ha dado origen a una serie de ejecuciones en esa zona y a que el Ejército tenga contabilizados a más de 80 grupos armados en el área.

El propio comandante de la tercera región militar, general Juan Heriberto Salinas Altés, asegura que Sinaloa sigue siendo uno de los principales estados donde se cultiva mariguana y amapola.

Salinas Altés informó que diciembre y enero, al igual que junio y julio, son los meses en que se levantan las cosechas de mariguana y amapola, por lo que ya es común que se presenten asesinatos.

Estrategias de combate

La Secretaría de la Defensa Nacional (SDN) diseña una nueva estrategia para combatir a las bandas de narcotráfico que se disputan las zonas de producción y distribución de enervantes en Sinaloa, toda vez que las Bases de Operaciones Mixtas (BOM) que operaban militares y policías estatales fueron rebasadas por los cárteles de la droga, reconoció el general Antelmo Jiménez Jiménez, comandante de la Novena Zona Militar.

El mando castrense señaló que la estrategia se enfocará sobre todo en el municipio de San Ignacio, en los límites con Durango, donde en los últimos 30 días, 14 personas han sido victimadas.

El general Jiménez reconoció el desgaste de la estrategia militar en la zona, y adelantó que la desaparición de las BOM dará pie a nuevos mecanismos de operación que se aplicarán en las áreas de mayores conflictos.

El comandante de la Novena Zona Militar explicó que las Bases de Operaciones Mixtas dejaron de funcionar a inicios de este año, puesto que su estrategia "se agotó, dado que los delincuentes conocían perfectamente las rutas, horarios y forma de operar", por lo que ahora se diseña un nuevo modelo de acción con autoridades locales y la Procuraduría General de la República (PGR).

Antelmo Jiménez adelantó que una parte de la nueva estrategia contempla un mayor desplazamiento de tropas en las zonas conflictivas, previo análisis de inteligencia sobre la situación del narcotráfico en la entidad.

Hace tres años, el escándalo desatado por la investigación de la Secretaría de la Defensa Nacional en contra del 65 batallón de Infantería de Guamúchil, Sinaloa, derivó no sólo en la desintegración de dicha unidad y en poco más de 300 bajas voluntarias solicitadas por sus integrantes (en total eran 525 elementos).

Documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional dan cuenta de la investigación militar que involucró, entre muchos otros, al general brigadier Héctor Porfirio Petronio Guadarrama (ex comandante del batallón), al teniente de infantería Marco Antonio Vázquez Herra, quien estaba a cargo de la BOM del municipio de Mocorito, Sinaloa, así como al capitán segundo de infantería Édgar Samuel Campos Hernández y al también capitán segundo Raúl Vicencio Mora, todos en supuestos tratos con al menos cuatro grupos de narcotraficantes locales.