Campeche, Camp.- La baraja electoral de Campeche está marcada por la indiferencia de una ciudadanía que deberá escoger entre siete candidatos, pero sólo con tres cartas fuertes: Jorge Carlos Hurtado Valdez, del PRI; Juan Carlos del Río González, del PAN; y Layda Sansores, de Convergencia por la Democracia.

Las fracturas priístas, derivadas del enfrentamiento que sostienen desde hace años el actual gobernador, José Antonio González Curi, y el exmandatario, Salomón Azar, dejaron a un PRI con problemas internos como nunca, en tanto que el panismo, prácticamente inexistente hace seis años, ha ido consolidando una fuerte presencia, aprovechando el espacio que dejaron las pugnas internas en el PRD.

De lo que no hay duda es que el ganador será el que se lleve el tercio mayor de una votación que, a decir por la escasa participación de la ciudadanía en las campañas, presagia un triunfo del abstencionismo.

Los problemas en el PRI

Para nadie es un secreto aquí que la pugna entre los hombres fuertes del priísmo en la entidad, José Antonio González Curi y Jorge Salomón, han marcado la ruta y la suerte del priísmo local.

De esa pugna hay múltiples pasajes, pero uno de ellos muestra el grado de confrontación al que se llegó a finales del sexenio pasado.

En la Secretaría de Gobernación, el 11 de mayo de 1999, ambos priístas terminaban a gritos e insultos una discusión ante el subsecretario de la dependencia, Diódoro Carrasco.

Tú le ordenaste a Luis (Lavalle) que siguiera adelante con el juicio político en mi contra le reprochó el exgobernador Jorge Salomón Azar García al gobernador José Antonio González Curi.

No, muchacho, el líder del Congreso es amigo tuyo, tú lo llevaste a trabajar.

¡Tú le ordenaste! No, muchacho.

¡No me muchachees! Salomón, según cuenta, pidió de réferi al entonces secretario de Gobernación, Francisco Labastida, pero éste en esa fecha ya estaba pensando más en su precandidatura presidencial que en atender pleitos ajenos y le dejó la tarea al subsecretario Diódoro Carrasco Altamirano.

Hay la versión de que estuvieron a punto de darse de golpes en la oficina del subsecretario.

"Eso no es cierto, no somos del mismo peso", dice Salomón.

Antonio González Curi prefiere no entrar en detalles y sólo sembrar la esperanza de volver a recuperar a su amigo de la infancia una vez que termine su mandato.

"Creo que me he equivocado al tratar de restablecer la amistad en esta etapa", reconoce en el comedor de su casa, al aceptar que la confrontación ha estado ahí.

Es la historia de estos dos personajes. De niños se disputaban las canicas; hoy son las posiciones políticas.

La batalla política ha seguido y continúa ganándola el gobernador José Antonio González Curi.

Con el argumento de que estaba acatando el resultado de las encuestas de su partido sobre el grado de aceptación de los priístas en la sociedad campechana, González Curi guió a uno de sus cuadros y amigos, Jorge Carlos Hurtado Valdez, a la candidatura del PRI para el gobierno estatal. Salomón perdió con la senadora Aracely Escalante Jasso. La quiso llevar a una consulta abierta. Su intento se frustró al resolver su partido que la elección sería por convención.

Así, el gobernador González Curi se ha convertido en el cerebro de la estrategia de su partido y con su mando impulsa a su delfín y marca el rumbo de las campañas priístas.

"Trato de ayudar, hago lo mismo que haría cualquier gobernador, en cualquier estado, por su partido", acepta González Curi, al hablar de su intervención en el proceso. Es tal su influencia que hay voces que consideran al candidato Jorge Carlos Hurtado como la prolongación de su gobierno.

"Yo, terminando mi sexenio el 15 de septiembre, me voy de vacaciones", anticipa González Curi.

"A partir del 16 de septiembre gobernaré yo", asegura el candidato a gobernador del PRI Hurtado Valdez, pero cuando se le pregunta si auditará a la administración del gobernador saliente, en caso de ganar los comicios, es cauto y no marca un compromiso claro.

¿Si usted ganara el 6 de julio, haría auditorías a la administración saliente?

Actuaré apegado a la ley, institucionalmente.

Dicen que le debe la candidatura al gobernador.

Las amistades no se pueden negar, todo mundo las conoce, pero los puestos que he ocupado en la política han sido en función de capacidades, experiencia y honestidad.

En el proceso interno priísta, fueron 13 los militantes que aspiraron a la candidatura. Y algunos de ellos, ante la injerencia del gobernador, recurrieron incluso al dirigente nacional del PRI, Roberto Madrazo, para pedir que interviniera y propiciara una elección abierta. No fue así, el mandatario local logró que en convención saliera su candidato, pero ello dejó, al mismo tiempo, una fractura interna que aquí dicen muchos priístas podría terminar en un voto de castigo para el tricolor.

A pesar de todo, el PRI marcha, según diversas encuestas, como puntero en las tendencias electorales, pero ya no como en esos años en que fue la aplanadora electoral del estado.

PAN, con un contratista de Pemex

En este proceso electoral donde el 6 de julio se renovarán la gubernatura, 11 alcaldías, 35 diputaciones locales y dos diputaciones federales, el PAN también tiene su historia. Un grupo de contratistas de Petróleos Mexicanos que opera en Ciudad del Carmen, el único municipio en manos de la oposición y del PAN, de donde salió el candidato a gobernador panista Juan Carlos del Río González, juega un papel decisivo en Acción Nacional.

Del Río niega que ese grupo, del que forma parte, sea la principal fuente de financiamiento de su campaña.

"El principal financiamiento viene del partido. El siguiente es parte de un patrimonio personal y la aportación de mis amigos que trabajan en Petróleos Mexicanos", precisa.

¿Se gana mucho dinero siendo proveedor de Pemex?

Se gana lo que se ganaría siendo proveedor del gobierno del estado. Es un negocio como cualquier otro.

¿De cuánto ha sido su mejor contrato?

Sobre 150 millones de pesos.

El candidato panista no se considera rico, por lo menos no más que Carlos Slim ni el hermano del gobernador (Jorge Luis), al que acusa de haber hecho negocios de la política.

Sin embargo, sobre Juan Carlos, de apenas 40 años de edad, pesa la sombra de un manejo irregular en los procesos de licitación de Pemex.

Es investigado por la Secretaría de la Función Pública, antes Secodam, para saber si es cierto que está involucrado en un presunto fraude contra la paraestatal.

La delegación de la PGR en Campeche recibió instrucciones del subprocurador de procedimientos penales, Gilberto Herrera Bernal, "para que provea lo que conforme a derecho corresponda con la inmediatez que el caso requiera" sobre hechos presuntamente delictuosos.

"Nosotros hemos dado vista (avisado) a la contraloría interna de Pemex para que si considera que existe agravio presente la denuncia correspondiente", informó del delegado de la Procuraduría Guillermo Luna Méndez.

En el oficio No. SPP-A/2309/2003 del 28 de febrero de la PGR también se hace constar que se ha dado aviso a la Secodam (todavía se llamaba así) "para que realice lo conducente en el ámbito de su competencia".

Hasta la fecha, ni Pemex ni la Secretaría de Función Pública han presentado denuncia alguna contra el candidato panista, pero es un asunto que no se ha cerrado.

Es un caso que fue denunciado en primer lugar en la residencia oficial de Los Pinos, en una carta del ingeniero Mauricio Ruiz Trejo, experto en control de sistemas de seguridad. De ahí se turnó a la PGR.

Del Río jura que su empresa no está involucrada en ningún ilícito y que el denunciante ya se echó para atrás, porque no tiene pruebas.

Las licitaciones con Pemex están apegadas a la ley?

Imagínate, son licitaciones internacionales, públicas, que están publicadas en internet, en donde se inscribe uno.

Juan Carlos del Río González ha demostrado ser un empresario exitoso y un político con suerte.

La mejor carta del PAN para Campeche era el senador Jorge Nordhausen, pero quedó fuera de la competencia porque no nació en el estado ni tenía la residencia exigida por la ley.

Además, para ser candidato a gobernador, Del Río salió de la coordinación de directores del gobierno municipal de Ciudad del Carmen. O sea que resultó más hábil que el mismo alcalde Sebastián Calderón Centeno, quien tuvo que conformarse con ser candidato a diputado.

En la recta final, lo que le inquieta a Juan Carlos es quedarse sin el apoyo adicional y económico de la directiva nacional.

Si no prueba que tiene verdaderas posibilidades de ganar, no le van a dar dinero extra.

"Son muy pragmáticos, muy empresarios, le van a echar dinero al que vaya bien", comenta de sus líderes que, según él, han lanzado esta advertencia a todos sus candidatos a gobernador.

Con todo, Acción Nacional tiene en este proceso la mejor oportunidad que haya tenido en toda su historia en el estado para llegar a la gubernatura. Las encuestas que los panistas muestran públicamente le dan a su candidato tres o cuatro puntos de ventaja. Y aunque el PRI las descalifica, es un hecho que hoy el PAN, un partido sin estructura ni mayor presencia en el estado hace seis años, está en la competencia.

Layda de nuevo; PRD, en caos

Tercera en discordia, aunque con menores oportunidades que PAN y PRI es la candidata de Convergencia por la Democracia, Layda Sansores, quien escenificó la lucha que hace seis años tuvo al PRD con la gubernatura al alcance de la mano. Hoy, la candidatura de Layda ha hecho crecer a Convergencia y es la que marcha en tercer sitio de las encuestas.

El PRD, en tanto, que ha postulado a Álvaro Arceo Corcuera, es la imagen de sus pugnas internas. Un partido que en seis años no pudo capitalizar la simpatía que tuvo en la contienda electoral de hace seis años.