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`Coyotas`, dulce negocio en beneficio de sonorenses

Marcelo Beyliss/Corresponsal| El Universal
Jueves 05 de septiembre de 2002
Doña María Ochoa es la pionera en la elaboración de este postre de trigo y piloncillo

hermosillo, Son. La enfermedad de su esposo obligó a doña María Ochoa González a buscar una forma de sacar adelante a sus ocho hijos y seis nietos; mientras encontraba trabajo comenzó a elaborar coyotas para vender en el barrio. Lo que era una actividad temporal tuvo tal éxito que ahora es el postre tradicional de Sonora y su fabricación se ha convertido en una industria que genera más de 500 empleos directos e indirectos.

Hace 35 años doña María, como la conocen todos en esta capital, atravesó un momento sumamente difícil en el aspecto económico. Acostumbrada a vivir sin carencias, su esposo, Armando Moreno, ganadero, sufrió una extraña enfermedad que lo envió a la cama.

Con ocho hijos (seis mujeres y dos hombres) y seis nietos que mantener, doña María empezó a elaborar este producto. Desde cargar la leña de mezquite hasta el tortilleo de la masa, pasando por la atizada y la preparación del piloncillo. Esto, todos los días, desde las cuatro de la mañana, sin descansar, pues no faltaba el turista desbalagado que quisiera coyotas en la madrugada.

Hoy ha dejado de trabajar. Una embolia la orilló a hacerse a un lado. Desde su silla observa todos los movimientos de sus trabajadores y pareciera que con los ojos emite las instrucciones.

Una de las hijas mayores, Catalina Ochoa Moreno, coordina ahora el trabajo de la fábrica de coyotas Doña María, empresa familiar que ahora cuenta con un esquema tipo franquicias, lo que ha permitido su expansión en toda la ciudad. Catalina narró la vida de su madre y orgullosa mostró dos reconocimientos que le brindó el ayuntamiento hermosillense por el Mérito Ciudadano por su ayuda a los demás.

Luego, explicó lo que es una coyota "para que se den cuenta que no es cosa fácil, tiene su ciencia". Se prepara con harina de trigo, manteca, sal, azúcar y piloncillo. Para su fabricación, primero se amasa la tortilla, luego se extiende, se le agrega el piloncillo, posteriormente se coloca otra tortilla encima y queda lista para el horno, mismo que ha de calentarse con leña de mezquite, si no, no saben igual.

Catalina relató que su madre fue la pionera en la elaboración del producto. Luego, en la pintoresca colonia donde habitan, otras familias imitaron la actividad, con recetas similares pero no iguales, pero de igual manera hicieron negocio.

Hoy en el vecindario Villa de Seris, ubicado en el sur de esta capital, al otro lado del vado del Río Sonora, existen más de 20 negocios de este tipo.

Mencionó que su mamá obtuvo la receta de una amiga que vivía en Chihuahua. Motivada por su concuño Alfonso Durazo, propietario del restaurante Xochimilco de esta capital, empezó a hacer de la coyota un negocio, pues en ese establecimiento se repartía como postre.



Buen comercio

Los comensales empezaron a preguntar dónde la podían comprar y dieron con la casa de doña María, agregó Catalina Ochoa. La situación económica dio un giro y permitió mantener en tratamiento a don Armando.

A los 13 años de haber puesto en marcha la fábrica, don Armando falleció, un suceso que "nuevamente puso a prueba el valor de mi madre, pues fue ella quien nos dio fuerzas a todos los hijos a salir adelante, fue muy doloroso".

El negocio siguió caminado, dijo, ahora los hijos de mis hermanas han instalado expendios con el nombre Doña María, con producto que ellos mismos elaboran en sus respectivas fábricas.

Comenta que cuando la venta está bien, hasta 300 paquetes con 10 coyotas venden a diario. "Cuando las cosas no andan bien, como ahorita que hace mucho calor, se vende la mitad, unos 150 paquetes", señaló Catalina.

Aquí, a la casa de doña María, una construcción tipo colonial, llegan turistas de todas partes del país para llevar a sus casas (la mayoría) entre dos y 10 paquetes. Debido a la burocracia, Catalina ve con desinterés la exportación de este producto.

De los ocho hermanos, únicamente Catalina se "enamoró" de esta actividad y por ello se metió de lleno al negocio. "Todos mis hermanos tienen carreras profesionales y a ello se dedican. Yo también estudié pero me gusta este negocio", afirmó.



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