tijuana, bc. Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) encontraron un fósil marino que podría tener antigüedad de 2 a 3 millones de años y pertenece al holoceno, época del periodo cuaternario, que abarca desde el pleistoceno hasta nuestros días. Hasta el momento han rescatado siete metros de longitud del animal.

El arqueólogo César Manuel González Mendoza calificó el evento como extraordinario porque es poco frecuente encontrar especies marinas, a diferencia de las terrestres cuyo hallazgo es permanente.

Reiteró que el descubrimiento hecho en primera instancia por la señora Soledad Casas Hernández propietaria de un terreno es uno de los más importantes en todo el país, dado que se trata de una especie marina.

El arqueólogo confió en que el esqueleto, localizado mientras se preparaba la cimentación de lo que será el hogar de la señora Casas, podrá ser rescatado en 90 por ciento ya que el resto se encuentra sepultado bajo un cerro y la recuperación total sería muy difícil.

González Mendoza encomió la actitud de la señora Casas Hernández al reportar el hallazgo, así como su paciencia para permitir la recuperación del fósil.

Informó que los trabajos de preparación de los restos se prolongarán por cuatro días más para trasladarlos a las instalaciones del INAH en Ensenada, donde luego de los análisis para determinar su origen se exhibirán en el museo natural.

De entrada, el especialista calculó que de acuerdo con el grado de fosilización, los restos podrían tener una antigüedad de 2 a 3 millones de años y pertenecer al periodo holoceno, aunque los estudios finales determinarán a qué especie pertenecieron.

El rescate

Desde que se produjo el hallazgo, en un terreno de la popular colonia Nuevo Milenio, de la delegación San Antonio de los Buenos, el arqueólogo González Mendoza inició el rescate auxiliado por el museógrafo Eduardo Carrillo Ledesma, un vecino contratado especialmente para las labores y Mariza Sánchez Casas, hija de la propietaria del terreno.

Los trabajos de rescate consisten en bañar los restos con un líquido llamado paraloid, un tipo de silicón que da consistencia al material y evita desmoronamientos. Luego se recubren con plástico adherible y finalmente con una capa de venda enyesada.

Una vez que se concluya con esta primera parte, se procederá a levantar los restos con una grúa o maquinaria que permita mantener la estructura del esqueleto. Ya en el laboratorio del INAH, ubicado en el Museo de Ciencias de Ensenada, lo siguiente será hacer una limpieza total de los huesos y analizarlos hasta determinar su origen, explicó el arqueólogo.

Encuentran vestigios en lo que antes fue mar

César Manuel González Mendoza reveló que Baja California, y en particular Tijuana, es una zona rica en vestigios de la prehistoria; en el caso de la colonia Nuevo Milenio, ubicada al sur de la ciudad, en el pasado fue área marítima, de ahí que podría haber más restos de los que se han reportado.

Recordó que apenas el año pasado, la misma señora Soledad Casas notificó haber encontrado una mandíbula de ballena, la cual se encuentra en exhibición.

Personal del INAH advirtió que el desarrollo urbano podría estar acabando con innumerables vestigios de la prehistoria al ser sepultados por carreteras y edificios.

En tanto que el arqueólogo destacó la importancia de haber encontrado este fósil, cuyo origen se conocerá hasta realizar una serie de estudios, pues en la actualidad sólo se conoce 10 por ciento de las especies que existieron en la prehistoria.