MORELIA, Mich. Al cumplirse seis años de la muerte del empresario Enrique Ramírez Miguel, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) informó que destruirá las pruebas, mediante lo cual declara cerrado el caso.

El ahora finado era dueño de la Organización Ramírez, que tiene más de 700 salas cinematográficas distribuidas en América Latina; Ramírez Miguel fue hallado muerto en el interior de su residencia en esta ciudad el 6 de junio de 1996.

La familia Ramírez informó aquel día que Enrique Ramírez se disparó un balazo; sin embargo, por la noche, la PGJE desmintió tal versión al asegurar que el cadáver presentaba cinco impactos de arma de fuego.

Incluso, la dependencia acusó a la viuda María Villalón Verduzco y a su hijo Eduardo Florentino Ramírez Villalón de asesinar a Enrique Ramírez, quienes posteriormente lograron obtener un amparo.

Después, debido a presuntas violaciones, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) envió dos recomendaciones a la PGJE.

Y ayer, a seis años de ocurrido el hecho, el gobierno de extracción perredista, encabezado por Lázaro Cárdenas Batel, determinó dar por cerrado dicho caso.

La PGJE subrayó que para efectos ministeriales el caso de referencia se encuentra concluido, en virtud de que se han agotado todas las líneas de investigación posibles y al no existir elementos de prueba que impliquen determinada probable responsabilidad.