Opacidad y corrupción en magisterio: expertos
El desfase en la nómina magistarial en Oaxaca es considerado por expertos como parte del control que ejerce la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) para conservar lo que llaman logros sindicales.
El presidente de la organización Mexicanos Primero, Claudio X. González, dijo que se trata de un tema de opacidad la diferencia entre las cifras sobre el número de maestros y trabajadores en el sector educativo de Oaxaca, al tener una plantilla con 13 mil docentes más que la reportada a la Secretaría de Educación Pública (SEP).
En el caso de la Sección 22, también perteneciente a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la cúpula sindical se ha organizado para “corromper, robar y quedarse con el presupuesto educativo”, aseguró.
Explicó que hasta ahora no se ha tenido información confiable por parte del estado ni de la federación respecto al número de personas a las que se les paga.
El titular de esa organización ha insistido en la necesidad de transparentar los nombres y montos de la nómina magisterial en el país para acabar con el pago a aviadores y comisionados sindicales.
Señaló que el propósito de la dirigencia de la CNTE en Oaxaca —pero también en Guerrero y Michoacán— es boicotear la reforma educativa, pues “existe un gran nivel de corrupción en esa nómina. No sabemos de qué tamaño, por ejemplo, burlaron el censo educativo que se practicó en todo el país. No pudimos completar una fotografía. Siempre estamos trabajando en la oscuridad”.
Advirtió que la reforma educativa está en riesgo si se permite que la Sección 22 concrete sus propósitos. “Se corre el riesgo, el peligro de contagio de no aplicación de la reforma en otros estados, pero también pone a prueba la voluntad de la administración federal”.
Censo a modo
Para Carlos Ornelas, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, es “probable” que la nómina en Oaxaca esté inflada, debido a que el censo lo realizaron bajo acuerdo de la sección 22 y el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), fuera del trabajo que realizó la SEP.
Para Manuel Gil Antón, profesor del Colegio de México, la disparidad entre las cifras de plazas que presentan el estado junto a la Sección 22 frente a los datos de la SEP muestran “la magnitud del entuerto”.
Además de revelar que “existe una Secretaría que atiende a todos los estados excepto a algunos y una ‘SEP-2’, situada en la Secretaría de Gobernación, que coordina la relación desde la lógica de la gobernabilidad”.
Ornelas consideró que por acuerdo entre el gobierno federal, a través de la Secretaría de Gobernación con los dirigente de la CNTE, en 2014 el magisterio en Oaxaca “aprovechó para asignar puestos a la gente que solicitaba una doble plaza o para compactar las plazas administrativas”.
Estimó que esas plazas pueden ser para “proteger a los leales, a los que obtienen más puntos en la constancia de participación sindical (marchas) y con base en eso tienen oportunidad de obtener préstamos, entrar a carrera magisterial, de moverse a un área rural o más cercana a lo urbano”.
Negociación inconclusa
La doble negociación que hasta 2014 se daba entre el estado de Oaxaca y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) provocó el desfase con el recurso considerado por el gobierno federal, explicó el especialista Samael Hernández Ruiz.
Experto en el tema magisterial y conocedor de los entresijos de la Sección 22, mencionó que la última conciliación se hizo en 2012, pero quedó incompleta hasta la fecha.
En Oaxaca, durante mayo se realiza la negociación con la Sección 22, pero además de los incrementos otorgados a nivel nacional a los trabajadores de la educación de esta entidad se le concedían otras prestaciones.
“Los incrementos salariales que se hacen año con año agravaron las diferencias en los costos de las nóminas, debido a que los estados presentaban excesos en sus nóminas; a esto se agrega que la mayoría de los estados no hacían la retención de impuestos de acuerdo a las políticas fiscales”, explicó.
Lo grave de Oaxaca es que la presión de la Sección 22 provocó excesos en la contratación, que ya no respondían a las necesidades del servicio sino al control de clientelas por parte del sindicato, opinó.