Nonoalka, fusiona música y tradición desde la Zongolica
TRAYECTORIA. El grupo fue fundado en noviembre de 2004 y se ha presentado en fiestas patronales, galerías, ferias del libro, hasta en conciertos masivos; este año irán a Chile para presentar su propuesta musical. (Foto: Asunción Méndez )
Zongolica.— La melodía que surge en lo más recóndito de la sierra de Zongolica, acompañada por los sonidos de la guitarra, requinto, jarana, violín y la batería, es inconfundible. La memoria evoca de inmediato la letra de la canción mexicana “La bruja”.
“Ay, qué bonito es volar / A las dos de la mañana...”, pero cuando surge una voz femenina melodiosa, con palabras traducidas al náhuatl, la canción es otra y llega al corazón.
Siete jóvenes indígenas no mayores a los 30 años se encuentran detrás de los instrumentos musicales para promover la conservación y valorización de la lengua náhuatl y lo hacen interpretando temas del dominio público, como “La malagueña”, “Flor de mayo”, “Pensando en ti”, “La llorona”, “La bruja”, “Duerme negrito” y “El altar”.
Las canciones con palabras traducidas al náhuatl, que logran una estupenda métrica y sin que la canción pierda su estructura original, son la esencia del conjunto musical Nonoalka, que tomó su nombre del grupo nahua que en el siglo X generó una migración que pobló varias comunidades en la sierra de Zongolica, asentada en la zona montañosa central de Veracruz.
El término “nonoalka” se deriva de la palabra “nanalka”, que significa ladrar”. El proyecto vincula a artesanos y artistas de que con sus saberes enriquecen el concepto de adulto mayor, de la festividad de la muerte, del sentido del hombre, la vida y de la naturaleza.
En el grupo abunda una gran diversidad de gustos musicales, que van desde el rock clásico, gótico, metal, ska, cumbia, balada, trova y música clásica. Todos los géneros son interpretados por Nonoalka.
“En las comunidades no se tienen acceso a la música formal, sin embargo se ha creado música de manera empírica, que es muy importante ya que es en ella en donde se plasma la cosmovisión artística y rituales de nuestras comunidades”, explica el director general del conjunto, Carlos Soriano López, quien toca los teclados y la jarana y tiene una carrera técnica de Ingeniería en Desarrollo Comunitario.
El conjunto lo integran Dulce Gálvez Martínez, de 26 años, quien lleva la voz y es la única estudiante de la carrera de Educación Musical; David Méndez Urbano, de 25, director musical, toca la guitarra y es egresado del Tecnológico de Zongolica como ingeniero Forestal.
Carlos Tepole Tzoyohua, de 16 años, toca percusiones y es estudiante de bachillerato; Abel David Luis Garcés, de 22, toca el bajo y cursa su último año de la carrera de Agronomía; Fernando Temoxtle Mayahua, de 19 años, toca percusión y estudia bachillerato; y Luz del Carmen Rodríguez, de 21, toca el violín y estudia Artes Plásticas.
Además de las canciones mexicanas, tocan covers de Anabantha, Kansas, Mago de Oz, Silvio Rodríguez, Atahualpa Yupanqui, Otilio Galindez y Ray Pérez I Soto, entre otros.
El grupo, fundado en noviembre de 2004, ha enfrentado la falta de espacios y apoyo: “se paga música y espectáculos populares, pero no a proyectos musicales culturales”, dice Soriano.
Se han presentado en fiestas patronales, galerías, ferias del libro y en conciertos masivos, en 2010 hicieron una pequeña gira en Cuba; y para este año (abril) fueron invitados a escenarios de Chile para presentar el proyecto “El camino Nonoalka: presencia de Zongolica Veracruz México en Chile”.