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Chilapa.— A seis días de que un grupo de hombres armados, que se asumen como policías comunitarios, tomaron el control de este municipio, aceptaron retirarse, luego de lograr un acuerdo con mandos del Ejército, fuerza estatales y la Gendarmería.

Pero pusieron una condición: si no detienen a tres líderes del grupo criminal Los Rojos —que aseguran han asesinado a gente de las 16 comunidades al sur de Chilapa, de donde provienen— regresarán para quedarse y tomar el control de la seguridad hasta que ellos los encuentren y les hagan pagar por el daño.

Han pasado 13 días del asesinato de Ulises Fabián Quiroz, candidato del PRI-PVEM a la alcaldía de Chilapa, un municipio que da entrada a la región de la Montaña, en ese lapso los ocho candidatos a la alcaldía de ese lugar y otros a cargos públicos, suspendieron sus campañas; no hay clases en las 661 escuelas de la región y hay un toque de queda tácito.

La gente no se acostumbra a ver tanto hombre armado en las calles, según se lee en los mensajes de desesperación que colocan en páginas de Facebook como Chilapa Sufre 2, Chilapa Noticias al Día y Chilapa Antenas del Sur, donde desde la mañana de ayer entre la población corrió el rumor de que policías y militares comenzaron con el desarme del grupo.

Ocurrió sólo por unas horas, en lo que negociaban su retiro policías estatales y militares desarmaron a un grupo de civiles. El teniente coronel del Ejército, Ulises Flores, informó sobre el acuerdo y en qué términos se dio: en una semana las corporaciones policiacas deberán detener a esos tres líderes, si no regresan.

La policía estatal asumió el control de la seguridad de Chilapa, en coordinación con elementos del Ejército y la Gendarmería.

Desde la muerte de Quiroz, el alcalde priísta Francisco Javier García no puede entrar a Chilapa, porque el control del municipio está en manos de personas provenientes de 16 comunidades, quienes lo amenazaron para que no fuera para allá.

El territorio de esas comunidades como El Jaguey, Calhuaxtitlán, Tlamixtlahuacán, San Pedro, Zizicazapa, Atenxoxola, Zelocotitlán y Xiloxucuchican colinda con Quechultenango, bastión del grupo delictivo Los Ardillos, que mantiene una pugna con Los Rojos cuyo centro de operaciones es Chilapa.

Días antes de que el grupo tomara el control de la policía municipal, con la exigencia de la renuncia del titular de la corporación, Job Encarnación Cuenca, lo que ocurrió un día después, tres hombres fueron calcinados en un vehículo compacto que fue quemado antes de las 7:00 horas del 7 de mayo, ha habido balaceras y ante este panorama ningún político ha hecho campaña.

Cuauhtémoc Salgado Romero, dirigente del PRI, aseguró que la violencia en Chilapa es un grave problema para realizar las elecciones el próximo 7 de junio.

Dijo que su candidato, Jesús Parra, quien remplazó a Ulises Fabián tras su muerte, sí ha hecho campaña pero de manera discreta, sin actos multitudinarios, “de casa en casa”, porque aunque la situación sea complicada en ese municipio que concentra a 31 mil 157 habitantes, de los 3 millones 389 mil que hay en Guerrero, tampoco pueden dejar a un lado a las instituciones y la legalidad que indica, tiene que haber elecciones.

En la comunidad de Ayahualulco, donde el 27 de noviembre de 2014 fueron hallados 11 cuerpos decapitados, los habitantes formaron un grupo de autodefensa a finales del año. Mientras que en la comunidad de Rincón de Chautla, hay policía adherida a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC).

El caos prevalece

La gente no ha vivido con tranquilidad desde finales de 2013 cuando fue privado de su libertad el regidor del PT, Cleto Mendoza, quien no ha sido liberado. Los políticos también han sido blanco de la delincuencia: el 15 de octubre de 2014 la regidora perredista, Diana García Flores, fue plagiada cuando se dirigía a sus clases de contabilidad en la Universidad Tecnológica de Chilapa.

Los acontecimientos sangrientos son cada vez más frecuentes. Las autoridades estatales y municipales han reconocido que la violencia obedece a la pugna por el territorio que mantienen dos grupos de la delincuencia organizada: Los Ardillos y Los Rojos.

Los hechos violentos se detuvieron unos meses, pero el año pasado reinició la violencia; además de los cuerpos hallados del 27 de noviembre, el 30 de noviembre fueron encontrados cinco cadáveres en una camioneta calcinada en un camino a la comunidad de Acatlán.

Buscan tranquilidad

Los candidatos a alcaldes, así como a diputados locales y federales no han realizado campañas desde hace 11 días.

Ayer, las cortinas de los negocios reabrieron después de las 14:00 horas, cuando los hombres armados se fueron a sus comunidades, por lo pronto, mientras habitantes esperaban que pronto regrese la calma, pero el temor prevalece.