Entre olores fétidos, peritos trabajan en la identificación de los 60 cuerpos
Video. Personal de la Dirección de Servicios Periciales preparan los cadáveres para que tanto peritos de la PGR y FGE identifiquen los cuerpos
Para la realización de estudios, los peritos trabajan con cubetas de plástico y revisan la dentadura del cuerpo con cepillos de dientes convencionales. (Foto: PEDRO PARDO. EL UNIVERSAL )
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Acapulco.— La imagen impacta. Un cuerpo de poco más de metro y medio reposa sobre una mesa, envuelto como un capullo de mariposa. Sólo se le ve el rostro. Se sabe que es un ser humano por su dentadura. Da la impresión de que quien yace grita muy fuerte, su aspecto revela dolor, pero no puede sentirlo porque está muerto; es uno de los 60 cadáveres encontrados hace tres días en un crematorio abandonado.
Un olor fétido e intenso a carne en descomposición, fruta podrida, vómito, o podría ser todo lo anterior junto, invade la nariz y obstruye la garganta. Lo que reposa sobre el área de recepción y salida de cuerpos del Servicio Médico Forense (Semefo), habilitado como laboratorio para realizar trabajos periciales, parece estar hecho de cuero de res, de algo que alguna vez fue piel, según se percibe, es una especie de tela que con el paso del tiempo se hizo dura, tiesa, pero moldeable; “se siente como una lámina de plástico manipulable”, dice uno de los expertos.
El área de trabajo para los 30 elementos de la Dirección de Servicios Periciales de la Fiscalía General del estado (FGE), que realizan turnos en equipos de seis personas para la preparación de los cuerpos y su posterior identificación, es realmente la rampa donde llegan las camionetas del Semefo con muertos a los que les practican necropsias y otros análisis.
El lugar dista mucho de cualquier estancia donde esté habilitado algún laboratorio profesional y especializado: el piso es de concreto rústico, los peritos trabajan con cubetas de plástico y revisan la dentadura del sujeto con cepillos de dientes ordinarios.
De no ser porque los especialistas —peritos en fotografía, video y antropología forense— parecen astronautas, porque portan trajes color azul, amarrillo y blanco, emplean guantes quirúrgicos, cubrebocas simples y otros de un material más grueso de color metálico, no se pensaría que en esa área, el equipo de la FGE ha preparado 10 cadáveres para su identificación y en el transcurso del domingo tendría listos otros 10, para que a partir del lunes inicien con los otros 40 y, entonces, los peritos en genética y antropología forense comiencen con las muestras de ADN y se conozca la identidad de quienes fueron abandonados en un crematorio de este puerto.
Aun cuando es su trabajo y están acostumbrados, el olor es muy penetrante y provoca que los peritos se tapen la nariz y frunzan el ceño; cuando remueven podredumbre de la boca del cuerpo con el que trabajan hacen muecas de sorpresa y se apuran en la tarea, porque no es fácil aguantar.
Los expertos, que no rebasan los 35 años de edad, señalan que con cada cuerpo se llevan alrededor de una hora, trabajando en equipo para realizar los moldeados en yeso, realizar los odontogramas e iniciar sistemas de identificación.
“Se retira la piel de la región facial, para ver lo que hay en las zancadas dentales, se toman fotografías para fecharlas, para ver si las piezas tienen alguna placa dental y fijar, por diente, dónde está cada trabajo”.
Una cubeta pequeña color azul llena de agua les ayuda a los peritos a enjuagar los cepillos de dientes; hay otros recipientes de plástico que parecen moldes de gelatina de color amarillo, donde colocan residuos y reposan sus utensilios. Sobre el capullo color metálico, que es una bolsa con cierre frontal, colocan una etiqueta en papel blanco donde señalan: “odontología forense” y un número: TAB/COL/01/0012/2015. Los peritos que limpian la cuenca bucal toman la placa de yeso con una plantilla de dientes elaborada de plástico.
El coordinador de la dirección de Servicios Periciales de la FGE, José Manuel Martínez Hernández, admite que trabajan en un lugar con muchas carencias, pero recuerda que el Semefo, donde asegura que sí caben los cuerpos, depende de la Secretaría de Salud. “Nosotros sacamos el trabajo con los recursos que hay”. Y agrega que les hacen falta consumibles, material de equipos de investigación de ADN, algunas placas reactivas, etcétera”.
Explica que a Servicios Periciales le corresponde preparar los cuerpos para la identificación. Calculan que terminarán el trabajo “práctico” en ocho días, por la cantidad de cuerpos que son. “Cuando terminemos nosotros, empieza el trabajo de los peritos en genética, tanto los de la FGE como los de la PGR. Calculamos que los primeros resultados de ADN, por el proceso que lleva trabajar la muestra en el laboratorio, estarán en un lapso de 20 a 30 días”, agrega.
Dice que el olor es característico al de una persona en descomposición, y por las posibles sustancias que les colocaron cuando los embalsamaron. Una vez que se realicen las pruebas químicas sabrán qué hay dentro de los cuerpos.