Morelia.— Luis Antonio Torres El Americano y los nueve hombres que junto con él se entregaron el pasado 30 de diciembre prefirieron no salir a la rejilla de prácticas del juzgado primero de lo penal para escuchar que se les dictaba auto de formal prisión por su presunta responsabilidad en la muerte de 10 personas durante el enfrentamiento del 16 de diciembre en La Ruana, municipio de Buenavista Tomatlán.

Al igual que en el caso de Hipólito Mora, el único muerto que no se le imputa a Torres y su grupo es el del Manuel Mora, hijo del fundador de las autodefensas en La Ruana.

Al respecto, la juez María del Consuelo López Ramírez señaló que esto tiene que ver con que el juez segundo de lo penal con sede en Apatzingán no liberó ninguna orden de aprehensión por ese asesinato.

Así, tras notificarlos oficialmente dentro del penal de Mil Cumbres, en Morelia, la juzgadora explicó que, de acuerdo a los resultados del expediente, hay elementos suficientes para establecer que Torres y sus compañeros estuvieron involucrados en el tiroteo contra el grupo de Hipólito Mora, pero precisó que su grado de responsabilidad le tocará determinarlo al juez segundo de lo penal con sede en Apatzingán, a donde regresará el asunto.

Por estos mismos hechos, hay órdenes de aprehensión en contra de 15 integrantes más del grupo de Luis Antonio Torres, quienes no se han presentado ante las autoridades a pesar del llamado que les hiciera el comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo.

López Ramírez indicó que su decisión se fundamentó en las pruebas de rodizonato de sodio, las cuales demuestran que los 10 detenidos detonaron sus armas el día del enfrentamiento y en que las ojivas encontradas en los cuerpos corresponden con el calibre de las armas cortas y largas que portaba el grupo de El Americano (9 milímetros y .223); además —dijo— hay declaraciones de elementos de la Gendarmería Nacional, que ubican a Torres y su gente en el sitio del enfrentamiento.

La juzgadora precisó que desde que recibió el expediente enviado por el juez segundo, ni la defensa de Luis Antonio Torres ni la de Hipólito Mora aportaron más elementos en favor de sus clientes para evitara el auto de formal prisión.

Aunque El Americano y sus hombres aseguraron pertenecer a la Fuerza Rural, su defensor, Oscar Salazar Esquivel, no logró acreditarlo legalmente, señaló López Ramírez; “por eso yo no puedo afirmar que si sus armas eran oficiales o no”, explicó.

Tres días hábiles. La defensa de Luis Antonio Torres dio a conocer que apelará la decisión y para ello contará con tres días hábiles a partir de este miércoles, cuando oficialmente regresa de vacaciones el Poder Judicial en Michoacán; el mismo plazo corre en el caso de Hipólito Mora.

“Yo tendré que devolver el expediente a Apatzingán y el juez de allá deberá pronunciarse al respecto de las impugnaciones por el auto de formal prisión, y si es procedente, él tendrá que remitir el expediente de nuevo a la ciudad de Morelia al tribunal de justicia, para que la sala que corresponda conozca sobre la impugnación”, afirmó al respecto López Ramírez.

Prefirió no opinar sobre cuánto tiempo puede llevarse un juicio como este, pues “la garantía de pronto proceso no puede estar por encima de la garantía del derecho a defenderse, es decir, el tiempo que dure el juicio depende exclusivamente de las partes (…) conforme éstas presenten sus pruebas y se desahoguen, durará el juicio; ésta es apenas la primera etapa, mucho dependerá de si acuden los testigos citados, entre otros aspectos”.

Al ser interrogada sobre lo que declaran ambas partes de cómo se originó el enfrentamiento, la juez aseguró que las versiones son distintas, pero se trata “de una circunstancia muy especial (…) es un asunto que tiene una situación social muy difícil y que va más allá del problema personal que pueda existir entre uno y otro actor, sino que está inmiscuida la sociedad civil”.

“Prueba débil”. La prueba de rodizontao de sodio es la más débil que puede existir, afirmó el abogado de Hipólito Mora, Eduardo Quintero.

Entrevistado en el programa radiofónico Vox Populi, Quintero dijo que “dicha prueba es tan débil, que si alguien fuma daría positivo al examen, por el uso del encendedor”.

“Me puedo lavar las manos con líquidos que se pueden conseguir en cualquier lugar y podría borrar cualquier rastro de pólvora”, enfatizó el defensor.

Dijo que la juez nunca precisó en su fallo sobre sus defendidos, sobre qué persona y de qué forma le disparó a alguna de las víctimas.

Destacó de hecho que los casquillos encontrados en la escena del crimen, tampoco son pruebas fehacientes, ya que el calibre lo usaban tanto la gente de Mora Chávez, como la Gendarmería y los allegados a El Americano. Con información de Quadratín